Entrevista a Vanina Montes

Hablamos con la actriz, directora y docente teatral sobre Guardapolvos, última obra estrenada en Timbre 4, sala emblemática de Boedo. Comienzo y presente de una joven teatrista que asegura que lo mejor está por venir.
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Un sábado a la noche primaveral le sienta bien al barrio. Se percibe un clima distendido en la calle, los vecinos pasean mientras los autos aceleran y se detienen al ritmo de los semáforos. En medo de esta escena, tal como si fuera una obra teatral, aparece nuestra protagonista cruzando por Boedo. Minutos más tarde, la narrativa nos encontrará en una mesa de café con vista a la avenida. Allí inicia un dialogo ameno sobre el presente y futuro de su carrera.

Cada actor transitó un camino único e irrepetible hasta subirse arriba de un escenario. Vanina nos cuenta que al principio, más que pasos de actriz, lo suyos fueron pasos de baile: “A los 18 hacía danza jazz, los lugares donde yo me movía me fueron acercándome al teatro”. “Tenía una profesora que era actriz y directora, una vez me hizo hacer un reemplazo en una obra, por eso empecé a estudiar teatro”, recuerda. “El teatro le gano a la danza. Siempre sigo haciendo, se complementan”, aclara.

A su vez, esta joven, que durante mucho tiempo fue vecina de la zona, empezó a escribir su carrera en estas calles. Sus primeras clases las tomó, hace cerca de seis años, con Claudio Tolcachir, quien lleva adelante la sala Timbre 4. En este espacio alternativo de México y Boedo, Vanina empezó a gestar y actuar en obras con colegas y amigos.

“En seguida me dieron ganas de producir, cuando uno tiene muchas ganas de hacer cosas, se pone en distintos lugares”, rescata de su experiencia personal. Entonces, encontrando la firmeza sobre tablas nació “de forma natural” la idea de dirigir. “A los 3 años de estudiar teatro sentía el deseo de querer hacer mi propia obra”, cuenta que ese fue el puntapié para estudiar dirección con Diego Kogan.

Esta preparación tiempo después se vio plasmada en su primer trabajo como directora: Voces en la bruma. Mientras rememoramos este hito en su carrera, que incluyó la dramaturgia, Vanina reflexiona en voz alta que su búsqueda personal son sentimientos, vivencias, experiencias humanas que pueden ser transmitidas desde arriba de un escenario. Con esta línea de acción, la obra que presentó en el teatro La Carpintería, ubicado en la zona de Abasto, representó “un punto fundamental” donde pudo expresar una mirada íntima y desarrollar personajes con una riqueza vivencial y humana, lo que hizo darle la confianza para profundizar en estas búsquedas.

Guardapolvos

Unas cuadras más al sur, y vuelta a su primer escenario, Vanina nos habla de Guardapolvos, su nuevo emprendimiento teatral, que lleva la dirección de Tamara Kiper; el cual la sitúa en esta ocasión en el rol de actriz. “Comenzó como proyecto propio de las actrices (completan el elecno Alejandra Carpinetti, Gabriela Irueta, Julia Montiliengo, Nadia Marchione, Soledad Sauthier), fuimos compañeras de teatro y queríamos hacer algo juntas”, evoca. “Convocamos a la directora, que actúa en La omisión de la familia Coleman, quien nos planteó que tenía ganas de contar disparador como esencia la historia del padre de ella que es desaparecido”, repasa la joven actriz sobre la gestación de esta obra que se exhibe todos los lunes a las 21.

Con respecto al tema elegido, Montes resalta la libertad “del enfoque” que se dio: “Está bueno porque es positivo hablar sobre ese tema y el lugar desde donde lo hacemos, alejado de lo panfletario y la bajada de línea; Guardapolvos a partir de una historia particular habla de la vida cotidiana de los que quedan luego de ese hecho tan traumático”.

Al igual que en Voces en la bruma, Vanina encuentra fascinante este trabajo desde el punto de vista de las búsquedas de las relaciones humanas: “La obra muestra el cotidiano que está poblado por la ausencia tan injusta, que deja con más incertidumbre que certezas; también está el día a día y el recuerdo”.

Teatro alternativo

Con respecto a Guardapolvos, Vanina señala: “Actuar en un proyecto que te encante es un privilegio”. Esta afirmación define en parte lo que representa para ella el teatro alternativo. “Tiene procesos libres, al no poner tanto en juego las cuestiones de ganancia o económicas, sino en la profundización del material, las condiciones son más favorables  y se ve en el proceso de investigación de la obra; es un evento cultural.”

En este sentido, la mirada de la actriz sobre el momento actual del teatro alternativo en la ciudad determina que es “vive un momento interesante”. “Asistí al festival Escena 2011 (que inició el 17 de septiembre y culminó el 8 de este mes organizado por la asociación civil homónima), que organizan las salas independientes de Buenos Aires, fue una movida de cómo 60 salas y fue increíble la cantidad de gente que movió”, ejemplifica sobre la articulación entre espacios de teatro y analiza: “Deberían haber mejores condiciones para que los teatros tengas habilitaciones”.

A pesar de las políticas desfavorables, Montes asegura que “hay elencos, directores y dramaturgos que tienen ese espíritu de hacer teatro sea como sea, a pesar de las condiciones” y que en consecuencia, a través de la movilización colectiva “Escena logro cambios en cuestiones de habilitaciones, donde se ponen condiciones inaccesibles”. “Hay un espíritu hermoso de resistencia y de seguir adelante”, rescata Vanina de esta época con respecto a la actividad teatral, arriba y bajo los escenarios.

De chica hizo danza y quiso incursionar en el teatro, y lo logró. Luego, se interesó por la dirección y fue así que estrenó una obra escrita y dirigida por ella ¿Qué sigue? Montes rescata que esta motivación de abordar al teatro desde distintas ópticas la lleva a proponerse nuevos objetivos. A futuro, tal vez con la intención de retomar sus raíces, asegura que tiene ganas de“unir la danza con un proyecto teatral”. “Poder hacer una obra actuando o dirigiendo donde haya lenguaje de danza. La danza es la que me acercó al teatro”, piensa en voz alta, y ya sabemos que puede terminar.

Nos despedimos de la actriz sabiendo que en cualquier momento tendremos buenas noticias de ella. Para fortuna nuestra, motivos sobran para creerle. El resto será esperar hasta que el telón se vuelva a descorrer y así encontremos con Vanina dando lo mejor de sí, desde arriba del escenario o en su rol de directora; será hasta el día de la función.

Fuente: Nuevo Ciclo

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