¡100
números en la calle!
Los
comienzos, las bases
Recuerdo cuando a principios
de 1999 comenzamos a proyectar
el sueño de una revista
barrial. Hubo que investigar
sobre el barrio y su historia,
lo que nos sirvió
para una serie de notas
históricas que salieron
en los primeros números.
También hubo que
salir a patear la lleca.
Personalmente no llevaba
mucho tiempo en la zona,
por lo que no tenía
demasiados contactos, y
para hacer el rastrillado
bien metódico recuerdo
que salíamos con
mapas e íbamos anotando
los comerciantes que aceptaban
pautar en nuestra venidera
revista. Para esas caminatas
iniciales solamente lograba,
de vez en cuando, enganchar
a Nicolás, mi hermano.
La columna
de Luis Sabini (mi
padre) estuvo presente desde
el primer número
con la intención
de abrir debates y provocar
la reflexión en el
importante tema de la ecología.
En aquel momento las Naciones
Unidas aún no habían
reconocido el catastrófico
problema que implica el
recalentamiento global.
Y cuando los medios y la
gente hablaban de soja era
para alabarla porque “sería
la salvadora del hambre”.
Desde un primer momento
la postura crítica
de nuestro columnista -titular
del práctico sobre
ecología en la cátedra
Libre de Derechos Humanos
de la UBA y editor independiente
de la revista Futuros-
implicó una verdadera
alternativa de lectura que
llamó la atención
a más de un lector.
Otros
temas candentes y muy nuestros
pasaron por sus páginas,
como por ejemplo, la basura
y los cartoneros, muy vinculado
a la cultura del “use
y tire” o problemas
del límite de lo
que es la propiedad privada;
huertas orgánicas
vs. monocultivos, que implican
cosmovisiones diferentes;
por estas razones su columna
de ecología muchas
veces se ha leído
como una columna de política
y reflexión.
Al
artista plástico
Pablo Ciliberti
lo conocí con el
segundo número de
la revista, para el n°
3 le había hecho
un reportaje porque me había
llamado mucho la atención
su obra plástica.
Le propuse que dibujara
algún tipo de historieta
para la revista. En un par
de números debutaron
así los Carlitos
y luego se incorporaron
sus humores gráficos
que poseen esa nítida
mirada ácida y chocante
que junto con un agradable
trazo han logrado marcar
e identificar a El Abasto.
PC también realizó
incontables notas y entrevistas,
además hoy mantiene
su columna de cierre. Muchas
ideas plasmadas en la revista
vienen de su creativa mente;
las tapas son buena parte
de su responsabilidad. En
algún momento he
dicho que si yo le pongo
el cuerpo a la revista Pablo
le ha obsequiado su alma.
Las
notas de los primeros números
Volvamos a las notas. Decíamos
que en los primeros números
las notas barriales intentaban
reflejar la historia del
barrio, a modo de introducción.
Luego, debido al agotamiento
de los temas, pero más
aún a la interacción
con el barrio comenzaron
a surgir interesantes encuentros
con diferentes personalidades
que iban marcando nuestro
entorno.
Recuerdo
cuando visité al
escultor Mariano
Pagés en
su casa-atelier. Yo iba
con una sensación
rara, porque el Monumento
a Carlos Gardel que él
había realizado no
lo veía como muy
logrado. Pero su amabilidad,
y la de su esposa, además
de la apreciación
de su otra obra logró
de alguna manera cautivarme.
Y creo que en aquel n°
13 pude exponer mi visión
cuidándolo: “Es
un proyecto muy ambicioso
que intenta captar todo
Gardel, sin fijarlo en un
momento de su vida. ¿Este
objetivo se ha logrado?”
pongo en el editorial. Luego
el título de la entrevista
“Reivindicaciones
del artista, una entrevista
a Mariano Pagés”
y las preguntas: “¿Está
satisfecho con esta obra?”,
“¿No piensa
que hubiese sido más
sencillo hacerla más
tradicional, con sombrero,
faso, más icónica
digamos?”. También
investigo sobre su, hasta
ese encargue, poca relación
con el tango y le pregunto
del porqué su firma
se ve tan grande y tan arriba.
El artista contesta desde
la humildad y el conocimiento
con mucha altura y siempre
muy convincente.
Recuerdo
aquel encuentro como una
muy agradable vivencia.
Una cosa que nos llamó
mucho la atención
cuando “patéabamos
el rioba” era que
muchos comerciantes y vecinos
consideraban, en aquel entonces,
a los peruanos como responsables
por la decadencia del vecindario.
Indudablemente, una visión
muy estrecha de la realidad,
además: errónea.
Incluso, en muchos casos
confundían peruanos
con argentinos del norte.
En el 2001 dedicamos el
número 26 a la colectividad
peruana intentando
entender por qué
venían y entrevistando
a varios peruanos que conocimos.
Algunos inmigrantes recientes,
otros con muchos años
en la zona. El número
fue polémico pero
reconozco que descubrí
más gente tolerante
de lo que creía.
Eso no quitó por
cierto que perdiéramos
un anunciante xenófobo.
Menos mal.
En
esa línea de actualidad
y debate sacamos el siguiente
número con el tema
de los cartoneros que estaban
comenzando a aumentar mucho
en cantidad.
En
esa época yo estaba
bastante dedicado al MapAbasto,
proyecto colectivo que emprendimos
junto con Guillermo Castañeda
de la Casona, su ex y el
artista plástico
Alberto Morales. Como le
habíamos encargado
el dibujo a Rep aprovechamos
y le hicimos una entrevista
que salió en el número
28. Recuerdo que estaba
presente el entonces delegado
comunal, Antolín
Magallanes, que nos dio
todo su apoyo para concretar
la movida del mapa que tanto
lo había entusiasmado.
De algún
modo fue gracias al mapa
que logramos contactos como
para obtener una pauta oficial.
Eso no quitó que
participáramos en
red con colegas buscando
la implementación
de una ley (ordenanza) que
exija al estado poner avisos
en los medios barriales
que cumplimenten determinados
requisitos. Pronto esa lucha
dio su fruto y permitió
un poquito más de
respiro económico.
Porque sólo con pasión,
las cosas se pueden sostener
poco tiempo.
Al mes
siguiente de la presentación
del Mapabasto publicamos
“Una conversa con
Ben Molar”
que incluía temas
como su trabajo por el Día
del Tango y el Monumento
a Carlos Gardel. Recuerdo
que primero el entrevistado
me examinó, como
midiéndome, y luego
me hizo un par de preguntas
para medir mi conocimiento
sobre el tango. Me vería
verde. No sé si aprobé,
pero la entrevista salió
y dio que hablar.
A su vez
cubríamos lo que
conocíamos de asambleas
barriales y piqueteros.
Nuestra participación
barrial, más allá
del Mapabasto incluyó
luchas como para lograr,
por ejemplo, el Paseo
del Tango. Creíamos
que luchando por un barrio
mejor el progreso no nos
iba a pasar tan fácilmente
por encima. De hecho Argentina
se desmoronaba, eran épocas
de “riesgo país”
y de “igual a Nigeria”.
El progreso en ese contexto
era una utopía. Pronto
sonaron las cacerolas y
el pueblo rajó al
inoperante de De La Rúa.
Se vivieron momentos difíciles
y tensos. La crisis hizo
que dejáramos un
local para llevar la redacción
junto a mi hogar, forzando
así aún más
apoyo de mi compañera.
Esa nueva redacción
duró seis años.
Años difíciles
y si bien al principio no
tan estables, permitieron
que la revista siguiera
creciendo, cada vez más.
Para marcar un cambio, modificamos
el logo.
2002
en adelante
Se incorpora otro componente
esencial, Marcelo
Saltal, con sus
comentarios teatrales. Si
bien la revista ha tenido
su cartelera teatral desde
el primer número,
con la intención
de acompañar al mundillo
teatral del Abasto, nuestro
profesor de teatro del IUNA
lleva ya años brindando
sus comentarios de obras.
Sin duda es un toque que
una revista del Abasto no
puede obviar. Pronto la
actividad de Marcelo no
se verá solamente
ceñida a sus comentarios,
sino que cumplirá
muchísimas funciones
más convirtiéndolo
en una de las caras visibles
de la revista.
Pasando
por las remembranzas tangueras
de Luis Feldman,
llegamos a la columna de
Catalina Cabana
que relaciona al eje temático
con el tango. En esa línea
contamos con el aval de
Héctor Zimmerman
para que nos desgrane el
origen de frases bien nuestras
en una columna acompañada
por el humor de PC.
Han pasado muchos colaboradores
y amigos que sin duda han
marcado a la revista. En
un momento, en el año
2003, cuando hicimos un
crecimiento recuerdo el
aporte temporal de Lucía
Sabini y luego
de Marcela Tazzioli.
Como columnista también
pasó Marcelo
Oliveri con su
columna basada en lunfardo
que le permitía hablar
y despotricar contra lo
que fuere. Y Lorena
Rueda se incorporó
más adelante con
comentarios de cine. Y un
tiempito colaboró
Fernando García.
De todos modos, sin lugar
a duda, la revista no sería
la misma sin Adán
Mendoza, Jorge
Márquez
o, más adelante,
Valeria Haro.
Sólo yo sé
cuánto los extraño.
Algunos
entrevistados
Volviendo a las notas, cuando
recuerdo esta época
siento como que las notas
históricas se hacen
más anecdóticas,
con gente de carne y hueso.
Para el n° 33 recuerdo
un encuentro con el Grupo
Etcétera, que habían
tomado la casa de Valentín
Gómez y Mario Bravo,
que había sido del
famoso surrealista Juan
Andralis en su momento editor
y gráfico. Pronto
su hijo volverá de
un largo viaje por Oriente
y de algún modo confluirían
las energías de los
creativos ocupas con la
del hijo con enseñanzas
zen.
Pronto
entrevistamos a Maximiliano
Guerra (2002, n°
37) que no solamente se
crió en el barrio
del Abasto, sino que también
puso su escuela de danza
en la zona.
Se
expresaron sobre el arte
en nuestras páginas
grandes artistas plásticos
y vecinos como Víctor
Chab, Miguel Dávila,
Ricardo Celma, Pedro Roth,
Martín Riwnyj, Jesús
Ortiz, Carlos Monzani, Claro
Bettinelli, Alberto Morales…
A Marino Santa María
lo entrevistamos para el
n° 47 (julio 2003).
Unos cuantos números
más adelante nos
encontramos con otros artistas
plásticos de primera
cuando recaímos en
la atmósfera del
under a través de
Roberto Fernández,
El Búlgaro y
Marcia Schvartz
(n° 97, 2007). Luego
veremos también a
Susana Delgado.
Buscamos
y difundimos en diversos
números las historias
de los comercios
más antiguos (39,
43, 55) pudiendo así
plasmar recuerdos que en
muchos casos se habrían
perdidos en casas o comercios
de particulares. Muchas
veces fueron acompañados
con fotos históricas
inéditas.
Para el
n° 48 recuerdo el espectacular
crecimiento que impulsamos,
que si bien duró
pocos meses logró
posicionar a la revista
de otra manera. La tapa
fue el primer gran aporte
del fileteador Gustavo
Ferrari.
También
hemos hecho hincapié
en la historia de los teatros
de la zona (21, 46, 58)
presentado a casi todas
las actuales y pasadas salas
entrevistando a sus directores
o dueños: “Pocho”
Michel de Fray Mocho; Isaac
Nachman, que ya no camina
entre nosotros, del IFT;
Roberto Castro del Portón;
Victoria Eppinger del Ombligo
que ya no está; Matías
Gandolfo del Actor´s
que se mudó de Corrientes
a Díaz Vélez;
Rubén Santagada de
La Fábula; Norma
Montenegro del Teatro del
Abasto; Juan Lavagna de
Sala Itelman que ahora se
dedica exclusivamente a
la danza; Bernardo Cappa
de la que fue la Sala Alucía;
Liliana Weimer del Abasto
Social Club; Alejo Beccar
de La Tertulia; Daniel Di
Pace de lo que fue La Almohada;
Alfredo Zemma por el Club
del Bufón; Adrián
Canale de Puerta Roja; Pablo
Andralis de lo que fue El
Archibrazo... Y
no sé si no olvido
alguno.
Hasta
nos metimos con la de algunos
canillitas
(n° 45). Investigamos
el mundillo de las empresas
recuperadas más cercanas
al Abasto (n° 41) y
más adelante seguimos
con la mayor atención
la lucha de nuestros vecinos
de Maderera Córdoba
(n° 74). Investigamos
“la noche” del
Abasto (n° 59), su gastronomía
(n° 60), intentamos
dilucidar hacia donde nos
dirige el “progreso”
(n° 47), y hasta nos
metimos con el tabú
del sexo, o más bien
del erotismo (11 y 51),
de lo cual principalmente
lo último dio que
hablar.
Estos
años fueron riquísimos
en material editado y creatividad.
Los ejes temáticos
incluían notas cortas,
pero muchas relacionadas
entre sí. Hicimos
números temáticos
de lo que se nos cruzaba
por la mente. Hasta hubo
uno hecho por niños
escolares del barrio.
Me atrevería
a decir que cerramos un
2004 con mucha polenta y
calidad. Ese número
de tango incluyó
notas y entrevistas a Adriana
Varela, Horacio Ferrer,
María José
Demare, Ernesto Ariel, Claudio
Tagini, Ernesto Pierro,
La Imperial, Fernández
Fierro, Vagón de
Tango y
¡hasta una entrevista
inédita de Feldman
a Aníbal Troilo!
¡Qué cierre!
Planificábamos
unir la redacción
con un café con imprenta.
Teníamos la inversora
dispuesta y era algo posible.
Lamentablemente
ese año termina con
una tragedia en la zona
que de alguna manera marca
un cambio en varios sentidos.
Nuestro sueño del
espacio creativo se desvanece.
El under será perseguido.
Era
post-Cromañón
Retomamos en marzo del 2005
con un número sobre
cuerpos donde la nota principal
era a unas chicas que se
hacen todo tipo de piercing
extremo en sus
cuerpos. ¡Otro numerón!
Si hasta Rolando Hanglin
leyó partes de la
entrevista por la radio.
Al
mes siguiente entrevistamos
al gran maestro de ajedrez
Pablo Zarnicki y
también a la gente
de Emergencias Psico
Sociales que un
par de meses antes habían
estado conteniendo a los
familiares y sobrevivientes
de la tragedia de Cromañón.
En junio
salimos con un número
sobre el under y resultó
que dimos con “El
Cabra”, cantante
de las Manos de
Filippi y de Chechino.
Una flor de entrevista,
donde él sostenía
una línea política
muy contestataria. Recuerdo
cuando le preguntamos de
Cromañón y
de Chabán... Y nos
contestó: “Últimamente
en los únicos lugares
grandes que tocábamos
era en los boliches de Chabán.
Era el único que
le daba cabida a bandas
que estaban tildadas. Nosotros
de piqueteros y Los Gardelitos
de villeros. Es duro ver
que hoy está preso.
Chabán era el único
con quien contábamos
para poder vivir. A mí
me pega mal. No digo que
tenga que estar en libertad,
pero que se avance con otros
también, con Ibarra,
para que sea justo. Los
lugares para tocar son una
mierda. Cromañón
era de lo mejor, imagináte
los otros... Pero de ese
abandono no es culpable
Chabán, sino el estado
que no apoya en nada a las
bandas independientes y
le da de todo a quienes
están bancados por
las grandes editoras. Le
podría haber pasado
a cualquier lugar.”
Siguen
los entrevistados
Al mes siguiente, Alfredos
por dos: Casero
y el gran fileteador Genovese.
Después le tocó
el turno al lunfardo y ¡otro
numerón! Más
adelante nos metimos con
el periodismo, al que recurrimos
como eje en otros momentos,
y dimos con Víctor
Hugo Morales y
con Pablo Gorlero,
además de encontrarnos
con Gastón Montells
de FM La Tribu.
Salimos
con un fabuloso segundo
concurso literario al que
le dedicamos un número
entero.
El 2006
lo comenzamos con “el
pasquín de verano”,
un experimento de hacer
la revista en formato diario.
Pasamos
por un número sobre
el humor con entrevistas
a tipos como Rudy
y la gente del periódico
Barcelona.
En el n° 76 nos metimos
con las drogas donde hicimos
una muy interesante entrevista
al músico
Orge que sostiene
que hay que liberar la marihuana.
Más adelante dimos
con otras formaciones tangueras
de primera: Las
del Abasto,
el grupo Tamango
y el Chino Laborde.
A este último lo
encaré yo y me quemó
la cabeza: es un capo y
muy carismático tipo,
además de excelente
cantor para una flor de
orquesta como la Fernández
Fierro. Entrevistamos
a Nélida
Roucheto de la
Casa del Tango.
Y a Juan Graciano
y Pablo Sapir que
dieron muestra de su cubismo
musical en “El Abasto
te cuanta las 40”.
Ahí también
participaron Jorge
Rigal acompañado
por el bandoneonista Carlos
Galván.
Y el folklorista Mario
Corredera además
del titiritero Guillermo
Bernasconi. Entrevistamos
a Rafael Rojas,
excelente doble de Gardel.
Y con la voz y la técnica
de Gardel, a Tito
Alonso. Y a Ernesto
Baffa.
También dimos en
diferentes números
con pródigos del
teatro como José
María Muscari,
Pablo Razuk,
Mosquito Sancineto
y Bernardo
Cappa. Y Rubén
Celiberti, con
su increíble manejo
del escenario, tanto como
músico, actor y bailarín.
Encontramos
autoridades de los CGPs
actuales y pasados, de otras
instancias del gobierno,
de asociaciones civiles,
de importantes empresarios
e inversores en el Abasto
-entre los que nuestro referente
inmobiliario solía
ser Vicente Caputo-
autoridades del Club
Almagro, vecinos
activos como Enrique Box,
el presidente de Konex,
Luis Ovsejevich,
y hasta de los derechos
humanos cuando dimos con
alguna de las Abuelas
o con Adolfo Pérez
Esquivel.
Cuando
recuerdo números
con mucha devolución
pienso en, por ejemplo,
uno que titulamos “Qué
comemos” y donde se
expresaban desde un macrobiótico
hasta un molinero
orgánico.
En ese mismo número
hicimos una entrevista a
Miguel Ángel Rodríguez,
coordinador de la yerba
mate Titrayjú
(Tierra, Trabajo y Justicia).
Cuando pienso en esta yerba
se me viene a la mente el
grupo de noticias Mate
Amargo que vimos
este año, los de
Arte Sin Techo
o la cooperativa de cartoneros
El Ceibo
que encontramos hace un
par de años. Toda
gente que trabaja por un
mundo mejor.
Hemos
tenido poetas y escritores
en nuestras páginas.
Textos de, por ejemplo,
Ariel Díaz,
Carlos Adalberto Fernández,
Susana Ragatke, Daniel Chacón,
Carlos Vallejo, Ernesto
Marcos, José Caladrón,
Susana Moreno, Aideé
Veintimiglia, Horacio Cátera,
Fernando García,
José María
López, Felipe Koffman,
Clelia Myriam, Carlos Pensa,
Carlos Eliseo Pizzo, Rodolfo
Simó, Sandra Súcari,
Daniel Tocchini...
Y hemos entrevistado desde
el genial vecino Fernando
Noy, hasta al escritor
psicoanalista Germán
García.
Y hablando de psique: Alfredo
Moffat cuya entrevista
titulamos con una cita de
él: “El
psicoanálisis es
absolutamente funcional
al sistema”.
Eso no pasó inadvertido,
desde la institución
que el formó, El
Bancadero, la psicoanalista
Patrica Gorocito
contestó un tanto
preocupada por semejante
generalización. Lo
que pasa es que Moffat es
un revolucionario, combatiente
de trinchera, y para eso
hay que tirar alguna que
otra granada…
Con Saltal
tuvimos el honor de ir juntos
a encontrarnos con el dibujante
de historietas,
Francisco Solano López,
que entre sus obras más
importantes se cuenta El
Eternauta. Otro
recuerdo imborrable fue
cuando, también con
Marcelo, nos encontramos
(diciembre 2006) con Andrea
Prodan, músico
y actor italiano, residente
en Argentina, hermano del
mítico roquero que
dedicó un tema al
barrio luego de haber trillado
y vivido por la zona. De
algún modo fue como
reencontrar un pedacito
de El Pelado. Y además
Andrea es un tipo genial
por su despliegue artístico
y por sus anécdotas.
Una de mis entrevistas favoritas.
También
visitamos el mundo aparte
de La Botica del
Ángel, de Bergara
Leumann. Un flash.
Y di con Radamés
Marini, un abogado
capo que defiende a los
que alquilamos, y que como
si fuera poco- es el elegido
a mediar si se llega al
análisis de ADN de
Carlitos Gardel. Y hablando
del mayor exponente del
Abasto, de Sudamérica
y del mundo: visitamos a
Chichita Razzano,
por primera vez un encuentro
con alguien que efectivamente
estuvo con El Morocho del
Abasto.
Volviendo
a la justicia: hemos tenido
el honor de hablar con el
juez federal Claudio
Bonadío.
También nos encontramos
con maestros de las marciales,
como Norberto Lerman
y Ricardo
Desimone. De la
danza, María
José Goldín
y Laura Manzella
de flamenco. Con
Susana Berman especialista
en medicina reflexológica;
con el médico Ricardo
Casco, con quien
hablamos sobre sexo en una
entrevista titulada: “Sexo
humano: un placer divino”;
con el veterinario Miguel
Durán de
la Fundación Argentina
para el Bienestar Animal.
Entrevistamos
al vecino Andrés
Gioeni, sacerdote
seminarista ¡que admitió
su homosexualidad se hizo
actor y modelo gay! Y a
Seedy González
Paz, curador del
museo Batatópolis
de Batato Barea.
Y sobre
museos, entre otros, Horacio
Torres, del Museo Casa Carlos
Gardel. Y la
viuda de Roberto Rufino.
E historiadores
como los Rezzónico
y Trueba.
Y muchos otros que día
a día hacen cosas
de modo excelente, de manera
solidaria, por el arte,
por la cultura, en definitiva
por la vida.
Cuando
pienso en todos los entrevistados
que hemos tenido creo que
encuentro el hilo conductor
por ahí: todos, cada
cual a su manera y en su
especialidad inspiran a
otros a lograr la excelencia
en algo. La vida es corta
y se pasa volando. Lo que
tiene de agradable ser periodista
es que uno puede, al menos
de a ratos, sentir experiencias
a través de otros.
Sin duda
me quedé corto con
los entrevistados, y de
algún modo dejamos
también para el final
a todos aquellos que se
han acercado a la revista,
humoristas como Ricardo,
Martín Bravo... Gente
que ha enviado discos, libros,
cartas de lectores, cuentos
para los tres concursos
que ya hemos realizado...
Vecinos y vecinas con inquietudes
por el espacio público.
Vecinos que organizan cosas
en la calle, gente solidaria,
gente linda. Todos, todos
ustedes también nos
han dado fuerza durante
este tiempo. ¡Gracias!
Nueva
etapa
Desde hace unos meses perdimos
nuestra sede, que nos había
afianzado y desde donde
la tarea estaba clara y
desde donde, si bien a pulmón,
la cosa marchaba a un ritmo
más o menos predecible.
Hoy
estamos inmersos, como país
y ciudad, en una nueva crisis.
Y como medio periodístico
estamos viviendo un momento
difícil, de cambio,
de cierre de una etapa.
Pero lo que es peor, no
se ha suplantado con una
mejor. El barrio en estos
más de nueve años
se ha ido transformando
mucho y puedo confirmar
una hipótesis que
ya tenía: que el
progreso no es garantía
de mejora.
Pareciera
que hay menos lugar para
nosotros. Hay lugar para
los gringos con guita y
para los sojeros, también
con guita. Pero no para
nosotros, laburantes de
la zona. La revista, por
otro lado, que desde la
gran crisis del 2001 venía
siendo una verdadera alternativa
de lectura pasa a ser una
más de muchísimas.
No sé qué
nos depara el destino. Ni
como barrio, ni como revista.
No sé si esta vez
modificaremos el logo. No
sé siquiera si la
revista seguirá por
mucho tiempo más.
Lo qué sí
con toda certeza sé
y confirmo acá son
mis agradecimientos a todos
quienes de una manera u
otra nos han apoyado durante
todo este tiempo: con ánimo,
aportes, una mano, dinero,
palabras… Gracias,
gente que se compromete
con su entorno, vecinos
que sienten que lo que piensan
vale. También gracias
a los que nos han leído,
aunque no han tenido mucho
tiempo para salir de su
rueda de ratón por
las múltiples exigencias
que obligan día a
día. A todo Uds.
¡gracias!
Ojalá
la revista siga y lo pueda
volver a decir dentro de
100 números y a mucha
gente más.
Rafael
Sabini
Revista
El Abasto, n° 100, julio,
2008.