Número
gardeliano
Encuentro muy bien escrita
tu nota Made in T... Veo
que te has interiorizado
mucho del tema. ¡Felicitaciones!
El único error que
encontré está
en el último párrafo
antes de “En resumen”:
Decís allí:
“Según Esteban
el expediente de defunción
del 25 de junio de 1935
(Medellín) reza:
“Carlos Gardel, oriundo
de Argentina, de 40 años,
más o menos, soltero,
hijo de Berthe Gardel”.
El expediente de defunción
original de Medellín
decía “oriundo”,
pero adulteraron el que
presentaron al juicio sucesorio,
sustituyendo “oriundo”
por “vecino”
y así lo menciona
Esteban.
Partida eclesiástica
de defunción de Gardel:
En la obra Libro de los
treinta años, la
Academia Porteña
del Lunfardo (Buenos Aires,
Argentina) publicó
en 1993 una nota nuestra
titulada “Certificados
de defunción de Carlos
Gardel”, en la cual
se explica el por qué
existen en Medellín
dos certificados de defunción,
el eclesiástico de
la Parroquia de Nuestra
Señora de la Candelaria
y el estadístico
de la Oficina de Catastro
y Estadística del
Municipio de Medellín.
Se cita en esa nota los
textos originales de los
certificados y se recalca
que el contenido de las
variantes de ellos, que
aparecieron en Argentina
y Uruguay para iniciar los
procesos de sucesión,
son falsos, irregulares
o diferentes, puesto que
en ellos se modificó
la información original.
Me ha hecho sonreír
que te preguntes “si
realmente vale la pena saber
la verdad o si el enigma
en torno a su lugar natal
no justifica los emprendimientos
que se montan en torno a
su figura: el turismo en
Tacuarembó o la movida
en Toulouse; además
de los debates en torno
a su lugar de origen, que
incluye ediciones de libros
y revistas como ésta.”
Yo creo que siempre vale
la pena restablecer la verdad
histórica. Gardel
fue el resultado de sus
circunstancias, es interesante
entonces saber cuáles
fueron. Para mí personalmente
es una cuestión de
justicia, de que cada uno
cargue y pague con el desprestigio
histórico lo que
le corresponde. El tiempo
dirá su veredicto.
Agradezco mucho que estés
colaborando para que se
sepa que hay DOS versiones
con bastante peso como para
ser analizadas.
Cariños. Martina
Iñíguez
[email protected]
Gracias,
Martina, por su devolución.
Respecto de la cita la tomé
tal cual de la nota que
él mismo Esteban
nos envió y que figura
en ese número de
El Abasto. Comprendo lo
que Ud. sostiene sobre la
verdad histórica,
y en verdad lo que digo
ahí lo hago con una
pizca de humor, incluyendo
nuestro propio trabajo.
Saludos cordiales, Rafael.
Cuentos lunfas
Espero estén bien,
con salud, que es lo más
importante, un poco de trabajo,
nada de problemas, y ¡en
un país tranquilo,
ordenado y organizado! Dejando
las bromas de lado, me permito
adjuntarles esta gacetilla
para que tengan a bien ver
si pueden poner una notita
para que las personas que
les gusta escribir se puedan
anotar [hace referencia
a uno de los salpicados].
No es necesario sea escrito
todo en lunfardo, con sólo
utilizar algunas expresiones,
es suficiente.
Como siempre, junto al pedido,
va mi agradecimiento y les
envío un abrazo a
ambos. Gracias por la revista
que nos dan todos los meses,
esta muy buena y los chistes
de P.C., “al día”
totalmente…
Héctor Rebasti
[email protected]
Felicitaciones
por el 100
Felicitaciones por el mérito
de llegar al número
cien. Y los mejores deseos
para que mejoren vuestras
cosas.
Gracias por la publicación
“Gobierno vs. Campo”,
y gracias también
por la mención como
“poeta” (demasiado
generosos para conmigo)
en “siguen los entrevistados”,
sobre todo porque mi nombre
salió
casi pegadito al querido
y siempre bien recordado
Felipe Koffman. […]
Carlos Eliseo Pizzo
[email protected]
Hola querida
Revista El Abasto: !feliz
cumple número 100!,
parece mentira que ya pasaron
100 meses desde que leí
tu primer numero ¡cuántos
cuentos, entrevistas, chistes,
historias de frases, concurso
de cuentos sobre los pecados
y la reunión de entrega
de premios en la Casona
de Humahuaca, la cual estuvo
muy linda, incluidas las
empanadas!
Pasaron muchas cosas en
todo este tiempo, algunas
regulares, otras malas y
las menos fueron las buenas
pero a pesar de todas estas
contingencias siempre estuviste
en la calle para que tus
fieles lectores tuviésemos
el enorme placer de leerte.
Me despido de vos deseando
que sigas como hasta ahora
por varios cientos de números
más.
Con todo cariño,
Telma
[email protected]
P.D. la respuesta del aviso
trucho: Telecurro, pág.
11
Revista El Abasto, n°
101, agosto, 2008.