“Se
acabó la joda”
Esta firme
y rotunda declaración
fue expresada por el jefe
de Gobierno, Mauricio Macri,
en conferencia de prensa.
Ampliando el concepto con
igual firmeza continuó:
“vamos a terminar
con el robo sistemático
al estado”. Macri
presentó trece denuncias.
Sobreprecios en alimentos
para comedores, coimas para
levantar clausuras, el uso
de camiones como remises
para desviar materiales,
alquiler y venta del mobiliario
del Jardín Botánico,
coimas en contrataciones,
etcétera. Al parecer
la investigación
estuvo documentada y avalada
por cámaras ocultas.
Yo
me permito dudar de este
loable y encomiable objetivo
por una simple razón.
La joda viene de “allá
lejos y hace tiempo”
y se mantiene lozana, fresca
y saludable a pesar de sus
años (como algunas
divas vernáculas).
La viveza criolla fue una
característica permanente
en nuestra idiosincrasia
y con el transcurso del
tiempo se fue acentuando
y fortaleciendo abarcando
todos los niveles. Si miramos
de reojo y por encima del
hombre, nuestra historia
a partir del siglo XX, son
pocos los que detentan el
poder y están libres
de sospechas. Yo rescato
a don Arturo Umberto Illia,
ejemplo de honestidad y
decencia. De las últimas
camadas al parecer no se
salva nadie. Son varios
los expresidentes y funcionarios
que están permanentemente
en la mira de la justicia.
Por todo eso y por ser testigo
de muchas decepciones y
fracasos, por intuición,
presentimiento y olfato,
eso de “se acabó
la joda…”
P.C.
Revista
El Abasto, n° 102, septiembre
2008