En los
´60 se presagiaba
el fin del arte, no obstante
continúa vivo y a
simple vista más
libre que nunca, pero con
un objetivo impreciso. En
un país devastado,
plagado de corrupción
y dependiente como la Argentina
de hoy: ¿qué
sentido tiene el arte?
Pedro Roth
Creo
que, como decía Federico
Peralta Ramos, el artista
es un sismógrafo,
hace evidente el terremoto
de sufrir. Y de alguna manera
cuando hay muchos terremotos
como hay en este momento
el sismógrafo suena
mucho más fuerte
que cuando no hay ningún
terremoto y todo es normal.
Entonces si los artistas
son artistas, los artistas
deben ser los que emergen
y dicen las cosas porque
para ello fueron llamados.
Son los que marcan y dicen
lo que para ellos está
pasando. Son la voz verdadera
de un pueblo que en este
momento está en la
situación que todos
conocemos. En este siglo
hubo tres o cuatro momentos
en que el arte tomó
la batuta en el mundo y
aquí. En el tiempo
del expresionismo alemán,
momento en que la crisis
había sido casi terminal
para ese país que
había perdido la
primera guerra mundial.
De golpe el arte se hizo
cargo de todo eso y lo mostró
en ese momento en que el
dinero valía cero,
como nunca había
pasado; y aparece la Bauhaus,
aparece el mejor cine del
mundo con Murnau o con Fritz
Lang y con todos ellos,
y aparece el expresionismo
alemán y aparece
el teatro alemán
de vanguardia con Bertolt
Bretch y con toda esa barra.
Nos está pasando
algo similar a nosotros
en un país donde
nada anda, nada camina,
lo único que anda
es el arte. Abrís
el diario y hay cien obras
de teatro, quinientas exposiciones
aquí en Buenos Aires,
muchas de ellas en el Abasto.
Es maravilloso como la gente
responde y los artistas
tratan de insertarse desde
adentro en la comunidad.
Para mi gusto aún
es poco lo solidario. En
momentos de crisis uno primero
que nada se mira a sí
mismo. Creo que el artista
necesita mirar todavía
mucho más a su alrededor
y ver lo que está
pasando y elaborarlo artísticamente
y volcarlo de vuelta en
la sociedad. Porque yo no
he visto artistas plásticos
como veo a los actores que
se preocupan por los temas
políticos que suceden
en el país. No hay
artistas plásticos
diputados pero hay actores
diputados. No hay artistas
plásticos en puestos
políticos donde se
involucren más con
la sociedad desde otra mirada
con respuestas más
directas en forma militante
sobre lo que pasa en Argentina.
Es una asignatura pendiente
que todavía nos falta
cumplir a los artistas.
Revista
El Abasto n° 38, septiembre
2002.