La Viña del Abasto
Foto de los año
´50, Troilo rodeado
del equipo de cocina de
La Viña del Abasto.
Presente está, entre
otros, el padre de Ricardo.
En San Luis 3007 esquina
Jean Jaurès, está
instalada “La Viña
del Abasto”, posiblemente
una de las pocas cantinas
tradicionales que todavía
quedan. Según un
artístico letrero
circular fileteado por Zorz,
esa esquina está
dedicada a Marcos Zucker,
ciudadano ilustre de Buenos
Aires desde el 26/10-1998
designado por el Ateneo
Porteño del Tango.
El local es amplio, luminoso
y agradable. De sus paredes
claras cuelgan banderines
de clubes deportivos y fotografías
con Aníbal Troilo,
Goyeneche, Rivero y el popular
actor que dio nombre a la
esquina.
La historia -según
el relato de Ricardo Dicono,
hijo de Mario, uno de los
socios que en el ´72
le compraron a los hermanos
García el establecimiento
que venía funcionando
desde 1935- comienza el
lugar funcionando como fonda
y despacho de bebidas desde
el comienzo del siglo XX.
Haciendo memoria Ricardo
cuenta que alguna vez comieron
en la cantina, Cacho Fontana,
Marilina Ross, Piero, Ben
Molar, Zulema Yoma con un
custodio aguardando en la
vereda y un personaje extravagante
e insólito, ex-presidente
de Ecuador que tuvo una
extruendosa caída,
Bucarán, y dice que
lo vio bailar un rock desenfrenado
con una de sus provocativas
amigas.
El personal sigue siendo
casi el mismo desde los
´70, expresa con orgullo
Ricardo, Marcial el cocinero,
Nazario el pastero y Lito
y Antonio los mozos. Ellos
justamente con la amable
atención, la excelente
calidad y los buenos precios,
han sido el sostén
fundamental para que esta
cantina mantenga su éxito
desde el comienzo. Y evidentemente
al observar el acelerado
trabajo de Emanuel -hijo
de Ricardo y tercera generación
de cantineros- que se desempeña
en la caja, uno queda convencido
de que así es y seguirá
siendo.
P.C.
Revista El Abasto, n°
39, octubre 2002.