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Trayectoria y calidad en:
Balanzas Ortelli & Cía.


En Anchorena 628 empezó la fábrica de balanzas Ortelli en el año 1927, nos cuenta Ricardo Ortelli, la segunda generación en el lugar. Él, con la presencia e intervención de Antonio Cena, colaborador suyo desde 1946, nos van contando la historia del lugar.
La inauguró el tío de Ricardo, Santiago José Ortelli, y cuenta que al año se sumó su hermano Andrés Ortelli (padre de Ricardo). Los dos habían trabajado en la fábrica de balanzas Bianchetti Hnos. Su empresa pasó a llamarse Ortelli Hnos. En el año 1936 se mudaron al actual local, Agüero 771.

Fábrica de balanzas Bianchetti Hnos. década del ´20.

Ricardo cuenta que la barra de su tío, que era soltero, se reunía a menudo en el local y hacían un asado, y la pasaban bárbaro; se tocaba la guitarra, se cantaba, se jugaba a las cartas. Muchos eran del Mercado. La joda empezaba al mediodía y terminaba tarde, bien de noche. Jugaban mucho al Monte con Puerta, un juego de barajas donde la apuesta es lo primordial y aunque estaba prohibido entre amigos lo disfrutaban.
En época del Mercado trabajaron para abastecerlo de balanzas, pero siempre tuvieron un público mayor. “Hoy sigue mi hijo, Marcelo, y con el tema de las balanzas electrónicas estamos actualizados. Y tenemos una clientela de tantos años que nos mantenemos, aparte somos pocos trabajando.”
Y realmente se nota la intervención de la tercera generación que por una necesidad de las nuevas épocas impulsó el tema de las balanzas electrónicas de tal modo que hoy en día la fábrica es una mezcla increíble entre el pasado y la última generación tecnológica. Si bien la refacción del local (están terminando unos cambios) está haciendo que todo sea más moderno, no pasa inadvertido gran parte del mobiliario que atestigua historia. Muebles de los años treinta, balanzas antiguas, hasta la casa en sí es antigua. Para hacerse una idea; para entrar hay que subir un par de escalones, porque recuerdan que hace unos ochenta años la calle Agüero a esa altura -entonces Laprida- fue bajada cerca de un metro, y ellos prefirieron dejarla como estaba agregándole una escalerita. Es un espacio de con-trastes entre el ayer y el hoy.

R.S.

Revista El Abasto, n°43, marzo 2003.


 
 

 

 

 

 

 

 

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