Ernesto
“Pocho” Michel,
director del teatro
Fray Mocho
“El origen de este
Fray Mocho es en homenaje
al viejo teatro popular
Fray Mocho [Cangallo, hoy
Perón, y Paraná]
que estuvo en las décadas
del ´50 y ’60
donde participó mi
padre (Ludvig Michel). Oscar
Ferrigno fue el fundador
juntamente con su señora
Estela Obarrio. Era un teatro
independiente de vanguardia
que marcó una época.
Mi padre falleció
en el ´93, ese mismo
año se encaminó
todo esto. Nosotros ya estábamos
reuniéndonos -éramos
una fracción de la
Asociación Argentina
de Actores- una gente de
este lugar nos presta el
espacio. Una cooperativa
de crédito y consumo.
Comenzamos a trabajar en
una oficinita en el primer
piso donde hacíamos
encuentros. A veces sacábamos
todas las mesas y hacíamos
allí presentaciones
y demás. Al poco
tiempo el entonces presidente
de la cooperativa, Enrique
García, nos dice:
´vengan a ver el galpón
que tenemos atrás´
y cuando lo vimos preguntó
´¿qué
se puede hacer acá?´
y al unísono todos
dijimos ´un teatro´.
Al tiempo vuelve con una
respuesta, dice ´háganlo´.
Pasamos de la oficinita
a este gran espacio. El
edificio pertenece a la
cooperativa, y todo el consejo
estuvo de acuerdo en que
nos den el espacio para
el teatro. Así empezamos
e hicimos funciones en el
´93 hicimos reuniones
con Onofre Lovero y muchísima
gente que nos dio prestigio,
que nos dio una mano. Acá
vinieron muchos actores
muy conocidos: Lovero con
Lito Cruz fueron como los
padrinos digamos; Luis Brandoni,
Raúl Risso, Arturo
Bonín, Gogó
Andreu, Juan Verdaguer...
Vinieron a tomar un café,
ver obras, ofrecerse para
trabajar. Espectáculos
hechos acá hay un
sinfín. Acá
se crea el Grupo de Teatro
Fray Mocho en 1995, que
empieza con “Hacé
la calle” de un autor
uruguayo y después
seguimos con Molière,
“El marido engañado”,
que la volvemos a hacer
ahora. En el ´88 la
hicimos con éxito
y ahora salimos en gira
nuevamente por distintos
lugares.
En este momento trabajan
tres grupos acá.
Después hicimos “Juicio
a Federico”, “Moreno”,
y están en preparación
dos o tres obras más.”
¿Sabés por
qué el nombre del
primer Fray Mocho?
“El viejo Fray Mocho
se llamó así
porque había una
librería en Sarmiento
y Callao que se llamaba
así. Cuando Oscar
Ferrigno viene de Europa
viene con ideas renovadas.
Había gente que pertenecía
al Teatro de la Máscara;
cuando plantea cambios hay
gente que no acepta y gente
que lo sigue. Entonces crea
la Escuela de Teatro Fray
Mocho con esa corriente
que trajo de Europa. Cuando
buscan el nombre se topan
con la librería que
le prestaba los textos de
libretos que un copista
copiaba. Ese nombre representa
la crítica a la sociedad
de ese momento, era el seudónimo
que usaba Sixto Álvarez,
fundador de revistas como
Caras y Caretas. Sixto Álvarez
era policía que vivía
en Entre Ríos y firmaba
como Fray Mocho para que
no lo reconocieran...”
R.S.
Revista El Abasto, n°
46, junio 2003.