Norma
Montenegro
Teatro Del
Abasto
“Yo
tenía un teatro llamado
Bajo Corrientes frente al
Alvear sobre la avenida
Corrientes. Cuando no lo
pudimos salvar comenzamos
a buscar lugares con Pepe
Bria, reconocido escenógrafo
y vestuarista. Él
es el responsable del arte
de la sala y de la remodelación
que tuvimos que hacer, porque
cuando llegamos estaba como
en un estado de abandono.
Este espacio fue -como sala-
el Galpón del Abasto,
después pasó
a ser el Teatro de la Luna.
Tenía una onda oscura.
Fernando Orecchio, el principal,
se fue a España.
Ellos vinieron a hacer una
obra “por la identidad”
en Bajo Corrientes y ahí
nos comentaron que querían
vender esto. A mí
no me pareció, estaba
acostumbrada a otro tipo
de salas. De hecho el Bajo
Corrientes era una sala
tradicional, con butacas
y demás. Pero Pepe
me dijo “es ideal”.
Y confiamos en él.
Y por suerte, nos encontramos
con un barrio bárbaro,
hay una movida de teatros
impresionante.
Tuvimos buena programación
y buena repercusión
de gente. Nos agarró
el desastre de diciembre
2001, pensábamos
inaugurar en enero del 2002
y terminamos inaugurando
el 21 de mayo. De a poco
fuimos terminando todo lo
que queríamos. Hicimos
baños públicos
adelante, los camarines
están en condiciones,
con duchas, un montón
de cosas.
La madrina de la sala es
Norma Aleandro, y el padrino
es Agustín Alesso.
Tenemos padrinos de lujo.
Ya habían sido padrinos
nuestros en el Bajo, Norma
siempre apuntalando los
teatros independientes.
Tuvimos y tenemos muy buenos
directores. Estrenó
Mónica Bignau. Estuvo
José María
Muscari.”
¿El teatro
da plata?
“Hoy en día
el tener un teatro independiente
es un sueño, con
salvar los gastos estamos
contentos. Igual estamos
laburando bien dentro de
lo que es la situación.
En general pasa que cuando
los pueblos están
en crisis las artes resurgen.
El mejor teatro europeo
fue el que vino después
de la Segunda Guerra Mundial.
El artista se nutre de lo
que pasa. El mejor teatro
nacional fue el que vino
después de la dictadura.”
¿Anécdotas,
malentendidos?
“Con estrenos vienen
famosos, y la prensa. Fue
divertido cobijar a Florencia
Peña cuando la prensa
quería saber quien
era su nuevo novio. Llegó
separada dos cuadras del
novio. Habían fotógrafos
por todos lados, incluso
cronistas de espectáculos;
pero en realidad la obra
no les importaba nada. Terminaron
logrando la famosa foto
acá entre ella y
su novio; dentro de la sala...
Alejandro Aliverti es el
jefe de sala, es como el
alma del lugar. Hace de
todo, desde que para al
cronista afuera para proteger
a alguien de alguna foto,
o armar escenografía,
hasta buscar a los chicos
del barrio para que vengan
a ver una función
gratis.
Quiero destacar que Ars
Higiénica quedó
dentro del festival más
importante de Argentina,
Festival Internacional de
Teatros.”
R.S.
Revista El Abasto,
n° 46, junio 2003.