Estela
Bártoli, una pintora
de temas tanguero expone
en el barrio
El
tango, una pasión
en colores
En el taller de la pintora,
en el barrio de Belgrano,
caserón de tejas
-para estar a tono con la
nota- se respira una atmósfera
embalsamada de olores reconocibles,
trementina, solvente, barniz,
y que para los que estamos
en el quehacer pictórico
nos resulta un perfume excitante.
A mi pregunta
¿siempre fue el tango
tu musa inspiradora?, Estela
Bártoli responde:
“Hace casi diez años
que estoy trabajando con
temas de tango. ¿Cómo
llego a esto?, por la danza
moderna siempre me gustó
y me apasionaba ver a María
Fux y a Iris Scaccieri como
expresaban con el cuerpo
en total libertad, distintos
estados anímicos.
Entonces trabajé
muchos años sobre
la figura humana y la dinámica
del movimiento y a partir
de allí comenzó
mi interés por el
tango. El encuentro de los
cuerpos, la pasión
y esa dosis de erotismo
son ingredientes que me
atraen plásticamente.
También el bandoneón
por sus ilimitadas posibilidades
en cuanto a la forma y a
su constante transmutación.
Por todo esto y porque siento
profundamente a nuestra
música ciudadana,
creo que la musa me seguirá
inspirando mucho tiempo
más. Me documento
tomando fotografías
en la plaza Dorrego y en
este momento expongo en
la galería del Abasto
Plaza Hotel, en el barrio
tanguero por antonomasia.”
“El tango argentino
es un pensamiento triste
que se puede bailar”;
esto lo aseguró alguna
vez el gran Discepolín,
y yo parodiándolo
digo: el tango es un sentimiento
argentino que se puede pintar.
Y sin lugar a dudas Estela
Bártoli lo ha logrado.
P.C.
Revista El Abasto, n°
49, septiembre 2003.