Pinturas,
esculturas, instalaciones,
libros, objetos y mucho
más
De todo un
poco
Belleza y felicidad es un
espacio cultural dirigido
por Fernanda Laguna y esta
ubicado en Acuña
de Figueroa 900.
P.C: ¿Qué
hacen, producen o fabrican
aquí?
F.L: Realizamos encuentros
de poesías, muestras
de arte, recitales de música;
es un lugar de experimentación
artística, vendemos
libros de editoriales independientes,
discos también independientes
y obras de arte, materiales
para artistas, pinturas,
telas, etc. y también
tenemos una editorial propia,
llevamos más de veinticinco
libros publicados. Se han
realizado improvisaciones
musicales con computadoras,
fue un ciclo que se llamó
“Juventud clandesina”*
y fue un encuentro entre
artistas alemanes y argentinos.
Realizamos desfiles de modas
y espectáculos teatrales.
Se realizan dos exposiciones
por mes con artistas, algunos
conocidos y otros que hacen
su primera muestra. En este
momento se exhibe “La
Crista”, es una gran
instalación hecha
por un grupo de internas
del penal de Ezeiza. Nos
identificamos con lenguajes
contemporáneos y
con artistas que expresan
su inquietud por los tiempos
que nos toca vivir.
P.C: ¿Y por qué
el nombre?
F.L: Cuando comenzamos en
1999 éramos dos las
que estábamos con
este proyecto y se nos ocurrió
“Belleza y felicidad”
porque es en resumen lo
que todo ser humano busca
y desea y podían
conseguirlo aquí
adquiriendo las cosas que
en ese entonces vendíamos.
P.C: ¿Cómo
te va con la empresa?
F.L: La repercusión
ha sido muy buena, el lugar
fue creciendo y estuvimos
presente en Arte- BA en
el 2001, 2002 y 2003 y también
en Expo- Trastienda. Aparte
hemos realizado muestras
en Rosario, Córdoba
y Bahía Blanca.
Terminada la charla con
Fernanda, paso a ver la
instalación con el
nombre “La Crista”
y observo una enorme cruz
y encadenada a ella una
figura femenina fragmentada
con blanco ropaje y muchas
flores, también blancas,
esparcidas por el piso y
en el subsuelo en una prolongación
de la obra, se ven cruces
mas pequeñas con
figuras atrapadas, mutiladas,
atravesadas, perforadas,
clavadas y deformadas y
entonces el mensaje llega
con toda su doliente carga,
es el grito silencioso de
mujeres encerradas que han
volcado en el trabajo todo
el tormento que significa
estar privadas de la libertad.
* Es clandesina y no clandestina
como se podría suponer,
porque el nombre elegido,
Juventud Clandestina ya
estaba “ocupado”
en el Registro de Propiedad
Intelectual. Así
quedó éste.
P.C.
Revista El Abasto, n°
50, octubre 2003.