Una mezcla
extraña
Papas, cebollas,
ajos y... libros
Antes de entrar en el local
de Guardia Vieja 4237, leo
en las vidrieras dos inscripciones
“No hay cuchillos
sin rosas” y “Cartonería”.
Adentro el ambiente tiene
un clima confuso y extraño.
El piso cubierto de cartones,
en un rincón bolsas
con papas, ajos y cebollas,
tres personas trabajando
en el armado de libros y
Santiago el encargado del
local, atendiendo a la actriz
Luisa Kuliok que muy entusiasmada
averiguaba sobre las pautas
a seguir para poder editar
un libro de su autoría.
Una vez que la señora
Kuliok se hubo retirando
prometiendo volver, Santiago
me explica -sin desatender
su trabajo- como funciona
este emprendimiento “editorial
cartonera” o viceversa.
“Es la primera cartonería
comunitaria del país,
sin fines de lucro. Los
cartoneros traen el material
recolectado en la calle
y nosotros lo compramos
pagándoles tres veces
más. No todos los
cartones sirven, tiene que
reunir ciertos requisitos
en cuanto al estado y las
medidas. Algunos de ellos
también colaboran
en la ejecución de
los libros y entonces cobran
aparte tres pesos la hora.
Las páginas son fotocopiadas,
ese sería el gasto
más considerable.
La venta es callejera y
la hacemos de mano en mano,
el precio es de tres pesos.
Cada libro es único,
escrito especialmente para
este proyecto. Seleccionamos
las obras y generalmente
editamos poesía y
narrativa de autores jóvenes,
pero que a nosotros nos
guste. Hace solamente tres
meses que abrimos y estamos
muy conformes con la respuesta
de la gente y también
pensamos exportar a Brasil.”
Al salir saludo a David,
Daniel y Roberto; los dos
primeros son cartoneros
y el tercero es un colaborador
y al parecer la tarea de
armar libros los entusiasma
y estimula. Desde la puerta
le hago la última
pregunta a Santiago, ¿por
qué la verdulería
tiene solamente papas, ajos
y cebollas? Y la respuesta
parece lógica: “porque
son alimentos económicos
y que no se echan a perder
con rapidez”. Casi,
casi, una metáfora
de la tarea que realizan.
P.C.
Revista El Abasto, n°
50, octubre 2003.