Jorge
Velurtas, actor
y músico del barrio.
Actor para toda emergencia
Sábado
al mediodía, en un
bar del barrio de Almagro,
el mismo barrio donde vive,
enseña y proyecta
Jorge Velurtas, actor y
músico. Café
de por medio, tuve el grato
placer de escuchar narrada
con voz resonante y plena,
como corresponde en un actor
experimentado, parte de
su larga y exitosa trayectoria
en teatro, cine y televisión.
¿En
qué momento decidiste
ser actor?
"Desde muy chico; me
gustaba imitar a los mayores.
Mis tías me contaban
que yo le hacía la
venia al vigilante y me
quedaba esperando la réplica.
Además me fascinaba
disfrazarme. Las primeras
revistas que leí
no fueron de historietas,
yo prefería las que
mostraban fotografías
de espectáculos teatrales
y de películas. Nunca
fui a ninguna academia ni
escuela, fue en el teatro
independiente donde aprendí
todo lo que hay que saber.
Mis comienzos se remontan
a los años 60 con
´Cuatro paredes y
el techo´ de Lew y
Marzi en Nuevo Teatro y
desde entonces he actuado
en más de veinte
obras. Algunos espectáculos
fueron muy exitosos como
´Gotán´
de Julio Tahier que se mantuvo
cuatro años en cartel
en el Teatro De la Fábula.
Mi actuación en esa
representación fue
como pianista, porque la
música es otra de
mis grandes pasiones.
También tu intervención
en la cinematografía
ha sido muy extensa.
Participé en once
películas, entre
ellas recuerdo: La Patagonia
rebelde, Tiempo de revancha,
Pasajeros de una pesadilla,
Últimos días
de la víctima y La
venganza de un soldado,
película norteamericana,
filmada en el país.
El tema era la guerra de
Vietnam y la filmación
se hizo en el Delta por
la similitud con la selva
vietnamita."
¿Y
en la televisión?
"La televisión
me brindó la posibilidad
de ser reconocido por el
público, sobre todo
por mi participación
en Antonella, era muy común
que al verme la gente comentara
con sorpresa “Ese
señor es el tío
de Andrea del Boca”.
A mí eso me divertía.
También tuve la oportunidad
de trabajar en otra serie
televisiva, Garibaldi Joven,
realizada por la RAI y conocer
a Francisco Rabal, gran
señor y excelente
actor. Aprendí mucho
de él."
¿Pasaste
alguna situación
difícil en esta profesión?
"Hacíamos dos
sainetes en el Parque Chacabuco,
´Tucuna fue un conventillo´
y ´Mustafá´
con dos elementos distintos,
yo actuaba en la obra de
Vacarezza. Una noche faltó
el actor que representaba
el papel de un tano en el
sainete de Discépolo
y el director me ordenó
reemplazarlo para no suspender
la función. Yo conocía
la obra, pero no estaba
preparado, ante la exigencia
salí a escena y por
suerte todo salió
bastante bien, pero para
mí fue una prueba
de fuego, ¡inolvidable!"
¿Qué
balance hacés de
tu profesión?
"Esta vocación
me ha dado grandes satisfacciones,
no he ganado mucha plata,
pero en cambió gracias
a ella he viajado y he conocido
Uruguay, Chile, Colombia,
Londres y París.
Amo este trabajo. Sé
que haciéndolo mejoro
y también puedo mejorar
a los demás."
¿Estás
haciendo algo actualmente?
"Estoy en el teatro
Falsa Escuadra los sábados
a las 23 horas haciendo
´El corazón
delator´, una obra
basada en un cuento de Edgar
Allan Poe. Soy feliz haciéndola
porque me permite seguir
con este viejo berretín
y además porque me
siento respetado y mimado
por todos mis compañeros
del elenco -que no es poca
cosa- en una época
donde el respeto es moneda
devaluada y fuera de circulación."
Pablo
Ciliberti
Revista El Abasto
n° 57, junio 2004.