Un
país para ellos
El
trabajo debería ser
rentable, no con suelditos
miseria para apenas sobrevivir,
sino con ingresos que permitan
vivir dignamente y de modo
holgado. Sin embargo, en
términos económicos,
a pocos les conviene trabajar,
es más conveniente
-si uno tiene con qué-
invertir los mangos, pero
que trabaje otro. Imagine,
lector, si uno puede tener
una pequeña rentita
como respaldo, la tranquilidad
que da. Imagine ahora muchas
y mayores rentas. Imagine
si esas rentas, construidas
sobre la base de las necesidades
primarias de los seres humanos,
como techo y comida, subieran
y Ud. cobrara más.
Ahora dígame, ¿no
haría lo que esté
a su alcance para que la
cosa continúe y Ud.
gane más dinero?
Eso pasa hoy, y hay a quienes
les convienen los momentos
de crisis.
O
sea, la crisis no le conviene
al emprendedor, al trabajador,
ni al jubilado… le
conviene al especulador
que vive de rentas que brindan
necesidades básicas
como ser techo y comida,
porque seguirá cobrando
cada vez más por
lo suyo y pagando, comparativamente,
cada vez menos por lo de
otros. Así es que
uno, sin demasiados artilugios
intelectuales, fácilmente
puede entender que algunos
se benefician de estos momentos
difíciles. Y tienen
como cómplices a
los que dicen que “todo
está mejor que ayer”,
que “el milagro argentino”
y qué sé yo
que otras tantas barbaridades
más. Le preguntaría
a esos cómplices:
periodistas, políticos
y encuestadores, ¿no
salen a la calle?, ¿No
ven la miseria que hay?
¿No compran comida
en los supermercados?
Siguen
en plena campaña
de armar un país
para unos pocos: cierran
el Tren Blanco y luego hay
trenes destartalados o ramales
cerrados pero proyectan
el nuevo Tren Bala; villas
vs. countries y barrios
cerrados; muchísimos
nuevos edificios de categoría
vs. falta de política
habitacional por parte del
gobierno que fuere; mala
atención hospitalaria
pública vs. prepagas
costosas privadas; educación
pública a pulmón
vs. colegios privados; más
controles fiscales y más
impuestos a las masas (llámese
ABL, IVA o lo que fuere)…
¡Continúan
forjando un país
para los que tienen mucha
guita! Mucha guita como
tienen los que nos gobiernan.
Así
que tranquilamente podríamos
sostener que el neoliberalismo
que quebró el 19/20
(de diciembre del 2001)
continúa, ¡y
con más vigor que
nunca! Sólo le lavaron
la cara. Son otros los que
están en ese escenario.
Va a estar bueno Buenos
Aires, porque Argentina
es un país en serio,
con personas derechas y
humanas, síganme,
que no los voy a defraudar…
Rafael
Sabini
[email protected]
Revista El Abasto, n°
96, marzo, 2008.