Visitamos Mate Amargo, Gascón
112, donde Bernarda
Tinetti, de la
producción periodística
nos contó sobre su
propuesta de unión
entre periodismo, cultura
y educación, todo
dentro de un marco popular
y alternativo
Mate
Amargo
Muchos sabrán del
programa Mate Amargo que
se transmite por AM 570
de 11 a 12. Otros conocerán
la revista. A alguno le
puede sonar esta ong por
sus amigos y adherentes
“pesos pesados”
como Osvaldo Bayer, Rep
o el cantautor uruguayo
Daniel Viglieti. A alguno
le sonará el nombre
del editor responsable,
Omar López.
Como fuere, Mate Amargo,
es mucho más que
un programa o un medio de
comunicación. Es
una ong que busca entrelazar
la cultura, la educación
y la comunicación
para que no todo quede en
mano de los que más
tienen. Pero qué
mejor que darle la palabra
a Bernarda Tinetti de la
producción periodística:
“Mate Amargo como
programa de radio cumplió
ya diecisiete años
al aire. Empezó como
FM en La Tribu, de acá
del barrio, y después
fueron teniendo la idea
de intentar instalar el
programa en un medio masivo.
Pero en una AM cuesta. Se
logró juntar el dinero
para arrancar, pero después
sostener ese espacio se
complicó. Sin embargo,
Mate Amargo era ya bastante
popular en varios sectores.
Entonces lo que se buscó
hacer fue -a través
de un vínculo con
los oyentes que desde el
principio del programa fue
como una relación
de conocerse y armar talleres
populares de radio y charlas
con algún invitado
en particular- una asamblea
con los oyentes donde se
decide la forma de seguir
sosteniendo el programa
de Mate Amargo: se crea
la revista de Mate Amargo.
Se juntó algo de
plata y sale la primera
revista…”
Me
parece increíble
que una revista banque un
programa de radio…
“Exactamente, fue
al revés. El programa
terminó sosteniendo
a la revista. ¡Y había
que sostener el programa
de radio y la revista! Siempre
se buscaban formas de sostenerlo
desde lo alternativo. Así
es como se empieza a desarrollar
la parte de educación
popular y para eso se necesitaba
un espacio. Hasta el momento
se hacían talleres
y demás, pero siempre
en lugares prestados de
la CTA o por alguna otra
organización sindical
o social. Y empezamos con
ese espacio así,
más cultural, en
un lugar en Constitución.
Hasta que no se pudo sostener
más porque había
que mantener todo con los
salarios de los tres que
laburaban. Así fue
como hace cuatro años,
por la relación con
un socialista en el Gobierno
de la Ciudad, logramos obtener
por comodato esta casa.
Un comodato que ya venció,
y por eso presentamos el
año pasado a la Legislatura
un proyecto para que nos
amplíen el período
y que podamos funcionar
acá durante veinte
años más.
Ese proyecto se aprobó
en primera instancia, después
va a una audiencia pública
y luego va a una segunda
lectura en el Recinto.”
Desde
el momento en que el gobierno
le permite el uso de la
propiedad, ¿qué
espera a cambio?
“Bueno, acá
funciona una parte periodística
que es la producción
del programa de radio, la
revista y una agencia que
se llama Che, Comunicación
Igualitaria Estratégica.
La otra parte es de educación,
donde damos talleres, cursos
y seminarios. Algunos de
estos seminarios vienen
siendo fijos, porque desde
que empezamos aquí,
lo vinculado a periodismo
y a psicoanálisis
implicado, tienen continuidad.
Los otros han rotado mucho.
Hemos hecho talleres de
teatro, filete, historia
latinoamericana, historia
argentina, un taller sobre
educación pública
y espacios públicos,
otro sobre pueblos originarios
que daban integrantes de
la comunidad mapuche. Hicimos
otros sobre el paco que
trabajamos con los pibes
que viven en el edificio
de acá enfrente [Gascón
123, un edificio que está
en litigio con el Gobierno
de la Ciudad]. Fuimos tratando
de meter distintas temáticas
y ver de qué forma
involucrarnos con el barrio.
Como muchos nos conocían
por el programa de radio
vienen también de
otros barrios.
Y
está la parte cultural
donde durante el año
pasado tuvimos charlas,
debates, cinedebate, teatro
y encuentros de poesías.
Hicimos dos o tres fiestas
en la calle: cortamos esta
cuadra de Gascón
(entre Lezica y Bartolomé
Mitre) e hicimos como un
encuentro multicultural,
con feria y exposiciones
de distintas organizaciones.
En la última, de
marzo del año pasado,
tuvimos que seleccionar
bastante porque el espacio
de una cuadra no daba para
demasiado, así que
le dimos prioridad a lo
que eran organizaciones
sociales, grupos culturales
del barrio y después
otros vinculados a la comunicación
alternativa. Hubo proyección
de documentales, poesías,
charlas debate y como cierre
cantó Viglietti.”
¿Tienen
salida para Rawson en esta
casa?
“No. Este edificio
lo compartimos con otra
cooperativa, una de escenógrafos.”
¿Qué
relación tienen con
los vecinos cercanos, de
tipo alternativo: Impa;
Arte Sin Techo…?
“Con IMPA teníamos
buena relación. De
hecho ellos vinieron a ver,
en su momento, si podían
sostener acá su escuela
de educación no formal.
El norte es el mismo.
”La
idea es abrirnos un poco
más. El problema
con los lugares alternativos,
por usar un reduccionismo,
es que se hace difícil
sostenerlos: hay gente que
hoy está y mañana
no, tampoco somos muchos
para sostener todo y la
guita nunca alcanza. Nosotros
buscamos que no quede todo
en una relación de
un periodista haciendo una
entrevista.
"Tenemos
una articulación
con el MOI, Movimiento Ocupantes
Inquilinos. De hecho esa
cooperativa se formó
con oyentes del programa
y se llama Cooperativa Mate
Amargo MOI, que por supuesto
se reúnen acá,
ésta es su casa.
Lo que hicimos fue hacer
una convocatoria de formar
una cooperativa y junto
con el MOI empezar a desarrollar
todo un camino de construcción
para lograr tener su casa.
Ellos se reúnen acá
y además son los
que se hacen cargo del buffet
de Mate Amargo cuando se
hacen los cursos, los talleres
y todas las actividades,
para solventar los costos
que le lleva el tema de
la cooperativa. Y para sostener
este espacio.
”Filete
Colectivo es otro grupo
que se quedó sin
techo y medio de casualidad
vinieron acá y se
reúnen acá.
"Ahora
a partir de talleres que
ellos dieron el año
pasado se formó otro
grupo de artistas que se
llama Caminando Paredes
que también funciona
acá adentro.
”La
idea es ésa, ir articulando
con otros grupos.
”Los de Arte sin Techo
vinieron en marzo del año
pasado para el evento. En
un momento tuvimos una relación
laboral porque ellos distribuían
nuestra revista dado que
tienen un servicio de mensajería.
Después no pudimos
sostener más eso
por un tema de costos.
”Otra
gente que encontramos son
los de la biblioteca para
ciegos que está acá
en el pasaje Lezica. Hay
una chica de la biblioteca
que vino a hacer algunos
talleres de periodismo con
la idea de después
trasladar eso allá,
a la biblioteca.
”De hecho nos sirvió
mucho el evento de principios
del año pasado para
articular con otros.
Respecto
de la sala de grabación.
¿Acá ustedes
graban pero no emiten?
“Éste es un
estudio de grabación
y de prácticas de
radio. No tenemos ni antena,
ni transmisor, ni lugar
en el dial. Averiguamos
cómo articular algo
más barrial, más
tirando a La Tribu. Pero
desde acá no es tan
sencillo, por las condiciones.”
Durante
la charla aparecieron nuevas
caras y uno de ellos, David,
que es parte del Filete
Colectivo es invitado por
Bernarda a dar su visión
de Mate Amargo ante mi presencia:
“Éste es un
espacio público,
abierto a la comunidad.
Y un espacio público
es como si fuera una plaza,
aunque acá hasta
las plazas están
enrejadas. Nosotros consideramos
que están enrejando
la cultura. Nuestra idea
es hacer actividades que
movilicen y tratar de encontrar
y debatir para encontrarle
la vuelta.
”En esta casa cultural,
que se llama Mate Amargo,
queremos tratar de que sea
una casa donde se haga cultura,
una casa cultural, pero
de una cultura alternativa
-no contenida dentro del
oficialismo que baja una
cultura sorda, de mercado-
acá queremos una
cultura crítica.
Bregamos por la heterogeneidad,
por la diversidad, buscamos
pensamientos distintos.
Es un lugar abierto para
todos lo vecinos que quieran
venir y discutir y que tengan
que ver también con
lo de Mate Amargo: por la
diversidad, la justicia,
la igualdad, que es lo que
nos une. Y la conquista
por los derechos humanos;
la defensa no, porque consideramos
que hoy en día hay
muy pocos derechos humanos,
sólo para una elite...
Es un espacio abierto para
todas las personas y organizaciones
que quieran venir.”
R.S.
Revista El
Abasto, n° 98, mayo,
2008.