Carlos
Gardel, su vida en sus tangos
Resulta
inevitable hablar de tango
sin nombrar a su máximo
exponente, Carlos Gardel.
Personaje misterioso de
la Buenos Aires de la primera
mitad del siglo XX, guarda
secretos e historias que
parecen imposibles de descifrar.
Hoy, ya habiendo pasado
más de 7 décadas
desde su fallecimiento,
seguimos discutiendo si
nació en Francia
o Uruguay, si tuvo novias
o vivió soltero,
si estuvo preso en la cárcel
de Ushuaia, o simplemente
se tomó un respiro.
Miles de preguntas rondan
su imagen. Curioso es, que
habiendo nacido y desaparecido
fuera de nuestras tierras,
lo evocamos como ícono
de nuestra identidad. El
Zorzal Criollo es quien
nos representa en el mundo,
como estandarte de la porteñidad.
Es Gardel quien le canta
a su “Buenos Aires
querido”, al cual
siempre piensa en “Volver”,
aunque sea con su frente
marchita, y en donde encontrará
a ese barrio plateado por
la luna, que evoca en “Melodía
de arrabal”.
Si bien Gardel surge del
ambiente del arrabal, del
mercado, de los suburbios,
siempre representó
al Bon Vivant de la clase
media alta de Buenos Aires.
Luego de abandonar sus vestuarios
gauchescos en las presentaciones,
comenzó a subir a
escena con smoking y peinado
a la gomina.
El Zorzal le puso voz al
tango. Se dice que el primer
tango canción fue
“Mi noche triste”,
y quien si no que Gardel
para entonarlo en su debut
en disco, marcando un quiebre
en los estilos del tango.
Junto a los tangos ya mencionados,
podemos recordar “El
día que me quieras”,
emblemático para
los enamorados, junto con
“Volvió una
noche”. Maravilloso
es que sin tener conocimientos
musicales, silbaba melodías
que serían futuros
éxitos internacionales.
Pero si había un
vicio que lo podía
abstraer del resto de sus
actividades, éste
era el turf. Carlitos le
dedicaba horas a las carreras
de caballo, e incluso tenia
su propio stud. “Por
una cabeza” será
el tango más recordado
a esta temática,
aunque no sería el
único.
A través de sus tangos,
podemos recorrer su vida
y su historia. Y aunque
remastericen el audio, el
sonido, las grabaciones,
si ponemos un disco de pasta
de la década del
20, y lo escuchamos hoy,
vamos a seguir pensando
que “cada día
canta mejor”.
Catalina
Cabana
[email protected]
Revista El Abasto, n°
99, junio, 2008.