Cartas
para el alma
La
historia comienza con un
inesperado acontecimiento
para el entorno de la protagonista:
un embarazo que nadie esperaba.
Jenny (Gimena Accardi) junto
a su novio Kevin, con el
cual lleva sólo un
año de relación
están en “la
dulce espera”. Él
es un español apasionado
por la música y,
a pesar de ser varios años
mayor que su novia, un poco
irresponsable. Esta característica
es la que en un primer momento
lleva a pensar que el futuro
de la pareja se va a estrellar
contra una pared. Sin embargo,
luego de una discusión,
toman la decisión
de casarse y juntos criar
a su futuro hijo. Ambas
noticias no son bien vistas,
bajo ningún punto
de vista, por el padre de
la adolescente (Martín
Seefeld), lo que crea un
roce entre ellos. A pesar
de todo, éste luego
cambia de opinión
y apoya a Jenny para que
siga adelante. Es en este
punto donde la relación
padre-hija se afianza. Más
aún, es en este marco
de sucesos donde su padre
le da tres cartas que su
madre escribió tiempo
antes de morir en un supuesto
accidente de tránsito:
una para cuando llegue su
casamiento, otra para cuando
nazca su primer hijo y una
última para cuando
sienta que no hay salida.
Casi al mismo tiempo lee
las dos primeras, con la
emoción que implica
ese simbólico reencuentro
con su madre.
Pero el destino no tendrá
a la flamante pareja en
el altar. Kevin consigue
un contrato para realizar
unos conciertos en Barcelona
con su banda; casi en la
misma fecha de la boda.
Un llamado desde la madre
patria lleva a Jenny a la
desesperación: él
no volverá nunca
más. Allí
la tercera carta toma un
rol fundamental, ya que
su madre le comenta acerca
de unos amigos que viven
en Israel. El consejo es
seguido y la hija emprende
un viaje que marcará
su rumbo; además
de descubrir la verdad acerca
de la muerte de quien escribió
las cartas. La vía
Dolorosa, el Muro de los
Lamentos, el Mar Muerto…
Sólo algunos de estos
imponentes sitios son el
escenario donde, gracias
a su amigo Eitan (Fabio
Di Tomaso), un joven soldado
que la ayuda a olvidar el
duro fracaso amoroso que
sufrió en su San
Luis natal. La madre del
recluta y un sabio rabino
son claves en esta travesía,
además de aclarar
las dudas de su progenitora.
A
lo largo del largometraje
se ve como Jenny tiene que
lidiar con situaciones extremas,
en donde la actriz protagónica
logra un muy buen papel;
su intervención logra
conmover e integrar al espectador
en ese mundo de incertidumbres.
El resto del elenco aporta
su abanico de personalidades
e inquietudes, desde un
padre que carga con un gran
secreto que se devela al
final hasta un novio que
deja de serlo tras perseguir
su sueño de ser un
músico famoso. Luego
del film queda en el aire
una mezcla de sensaciones
que llevan al espectador
a reflexionar acerca del
presente y del valorar la
vida; lo positivo de llevarla
con intensidad.
Juan
Manuel Castro
Ficha técnica:
Cartas para Jenny.
Argentina-España-Israel.2008.
100’. Drama. Dirección:
Diego Musiak. Guión:
Andrea Bauab. Producción
Ejecutiva: Alejandra Brandán.
Dirección musical:
Oscar Kaiser. Edición:
Juan Carlos Macías.
Elenco: Gimena Arccadi,
Fabio Di Tomaso, Martín
Seefeld
Buenos
Aires, 2 de octubre de 2008