COMENTARIO DE PELÍCULA
Confidencias
muy íntimas
Los pasos de una mujer que
camina apurada son las primeras
imágenes del film
montadas paralelamente con
las de otra mujer que mira
atentamente la televisión
en el living de su casa.
Como puntapié inicial
estas imágenes remiten
a la temática central
del film basada en la fantasía
del voyeur que los seres
humanos sienten frente a
la intimidad ajena.
Anna
(Sandrine Bonnaire) en busca
de un psicoanalista llama
a la puerta equivocada y
termina teniendo su primera
sesión con un asesor
fiscal llamado William Faber
(Fabrice Luchini). Si bien
esta confusión se
da a conocer ambos pactan
continuar con las sesiones.
El
director de “El marido
de la peluquera” se
centra en las emociones
de los personajes en un
juego donde la pasión
y el erotismo se sugieren
desde el relato y las imágenes
que acentúan la mirada
de los personajes. Los primeros
planos y los planos en subjetiva
son utilizados para acompañar
pensamientos y develar desde
la imagen lo que el lenguaje
no puede dar a conocer.
El fuera de campo se convierte
en una herramienta con la
que juega el cineasta a
la hora de crear el suspenso
que se sostiene a lo largo
de todo el film.
El
humor, en una porción
justa, moldea las tensiones,
tal es el caso del abrumador
baile de Luchini que invita
al espectador a hacer explicita
su condición de voyeur,
que mira a quien baila solo,
cuando éste cree
que nadie esta mirándolo,
una escena que invita a
pensar y que desde la actuación
sorprende. Poesía
y erotismo invitan a hacerse
cómplice de un cine
que sugiere y que devela
el entramado de la mente
humana.
Francia,
2004. Director: Patrice
Leconte. Interpretes: Sandrine
Bonnaire, Fabrice Luchini,
Michel Duchaussoy y Anne
Brochet.
Lorena Rueda
[email protected]
Revista El
Abasto, n° 79,
agosto 2006.
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