“El
imperio contraataca”
Una compañía
que levanta torres en Caballito
inició un juicio por
daños y perjuicios
contra dos de los dirigentes
y una de las agrupaciones
que encabezaron las protestas.
Esto en la misma semana en
que el GCBA debe definir lo
que hará tras la veda
para nuevos edificios. Lo
más llamativo es que
la empresa no está
directamente afectada por
el decreto que frenó
las construcciones.
Gustavo
Desplats escribe en su habitual
comunicado del que nos llegó
uno esta misma mañana:
“La constructora KOAD
S.A. inicio una acción
legal por danos y perjuicios
contra la Proto Comuna Caballito.
Esta compañía
esta asociada a la multinacional
IRSA en la construcción
de dos torres de 34 pisos
en Vallese y Colpayo. Quieren
matar al mensajero porque
no quieren oír su mensaje.
No funcionaron las amenazas.
No nos asusta concurrir a
la Justicia. Defendemos lo
poco que nos queda. El futuro.
La calidad de vida, el equilibrio
y la solidaridad. No mentimos,
no enganamos. Tenemos limpia
la conciencia. No nos asustan
ni nos intimidan. Se acercan
tiempos de definición
en la problemática
de la especulación
inmobiliaria en la ciudad.”
El asunto del correo-e es
el título de esta misma
nota.
Se trata
de una demanda por daños
y perjuicios, cuyo primer
paso se dará el lunes,
en una audiencia de mediación
entre la empresa demandante
y los dos dirigentes vecinales.
Lo curioso es que la empresa
no está afectada ni
por el decreto del gobierno
porteño que frena los
nuevos permisos de obras en
seis barrios ni por la medida
judicial que había
dispuesto lo mismo en dieciséis
manzanas de Caballito. La
obra continúa a toda
máquina. Los vecinos
se quejan porque aseguran
que fue autorizada sin que
se haya realizado el estudio
de impacto ambiental y la
audiencia pública a
la que obliga la ley.
La
empresa constructora es Koad
SA y la obra que construye
ocupa un amplio espacio de
7500 metros cuadrados en la
manzana comprendida por las
calles Felipe Vallese, Colpayo,
Arengreen y Rojas, en el barrio
de Caballito. Los vecinos
que se oponen a la construcción
de torres protagonizaron el
24 de enero de este año
una movilización frente
a esa obra para denunciar
lo que consideran una construcción
irregular.
Los demandados
son Gustavo Desplats, titular
de la asociación Proto
Comuna Caballito, y Mario
Oybin, dirigente de SOS Caballito,
la entidad que logró
el recurso de amparo de la
Justicia porteña, el
7 de noviembre último,
para frenar nuevos permisos
de obra en un sector de Caballito.
Además de los dos vecinos,
resultó demandada la
primera de las organizaciones.
Lo que sucede
en Caballito es un reflejo
de lo que pasa en toda la
ciudad, incluyendo nuestro
barrio. Hace unos días
Infobae anunció que
IRSA construirá dos
torres de hasta 30 pisos en
el espacio aéreo del
Coto de Abasto (es decir,
sobre la terraza) que se encuentra
frente al shopping del Abasto
(otro desarrollo de IRSA).
Se trata de un terreno de
10.000 m2, en el que se podrán
construir 21.400 metros cuadrados.
Estas torres estarán
frente a las cuatro torres
que IRSA desarrolló
en los 90 (Torres Abasto).
Los argumentos de los vecinos
son fuertes: el barrio –según
Desplats con mayor densidad
del país por kilómetro
cuadrado- no contiene la infraestructura
necesaria para la edificación
indiscriminada. Argumentan
que faltará el agua,
la luz y el gas. Además
las cloacas no darían
abasto. Y el tema del tránsito
y el transporte sería
un problema serio. Aparejado
a esto estaría la alta
contaminación. Las
empresas constructoras en
vez de elegir predios deshabitados
en el sur de la ciudad prefieren
barrios más caros porque
le dan mayor probabilidad
de venta a sus departamentos.
No se las puede culpar: su
trabajo es facturar y no estar
pendientes del desarrollo
de la ciudad. Esa es tarea
de los políticos, del
gobierno...