Ben
Molar sobre el Día
del Tango

Ben Molar con Luigi Tenco
de luigi-tenco.tripod.com
Ben Molar nos contó
que luchó durante once
años para conseguir
la ordenanza que declara el
11 de diciembre como el día
del tango. “Perseguí
a todos los secretarios de
cultura sin parar noche y
día. Perseguir quiere
decir no dejarlos tranquilos,
demostrándole que en
todas partes del mundo hay
un amor, un apasionamiento
por nuestro tango ¿por
qué nosotros no podemos
tener un día del tango?”
Y
me contó cómo
y porqué el Día
del Tango. “Estaba parado
una noche en 1965 en la esquina
del tango, la esquina del
tango es la que mis amigos
Francisco Pacránico
y Celedonio Flores hicieron
que se llamara Corrientes
y Esmeralda. Estaba esperando
un medio de locomoción
que me llevara a la casa de
Julio Decaro que vivía
en Callao y Guido para festejar
el cumpleaños de él.
Y ahí me surgió
la idea: curioso, pensé,
hoy nació Julio Decaro
y también aunque diez
años antes Carlos Gardel.
Y son dos de las grandes vertientes
del tango: la voz y la música.
Los dos más importantes
del tango. Dos creadores.”
“Entonces
empecé a perseguir
a los secretarios de cultura.
En ese entonces existía
la Municipalidad y había
un secretario de cultura allí
y otro en el Ministerio de
Cultura. Los perseguía
y perseguía y me trataban
con mucho afecto, me decían
“quedate tranquilo lo
vamos a hacer”. Y no
lo hacían y no salía.
Y yo seguí insistiendo
en no darle estado público.
Porque yo decía “si
a mí se me ocurrió
esta idea tenemos que tenerla
reservada porque en ninguna
parte del mundo se hace el
día del Paso Doble,
el día del Vals, el
día del Foxtrot, el
día de la Casoreta
Napolitana... Un día
se me ocurrió la idea
de ir a ver a Tito Lecture
y le pedí el Luna Park
para hacer una fiesta muy
grande para el tango al mes
siguiente, para el 11 de diciembre.
“Estás loco vos,
no va a ir nadie, si el mes
pasado hicimos una fiesta
del tango y apenas sumamos
tres mil personas” me
dijo. Y yo le respondí:
“dame el Luna Park que
lo vamos a llenar”.
Había ido con los queridos
amigos de la Asociación
Amigos de la Calle Corrientes
en la cual yo soy integrante
de la comisión directiva1.
Tito Lecture accedió,
seguramente para sacarme de
encima. Me puse a buscar a
cada director de orquesta,
a cada cantante hombre y mujer,
a cada difusor, a cada locutor;
a todos. Así pude hacer
llenar el 11 de diciembre
de 1977 el Luna Park con 14.500
personas, con un Tito Lecture
contentísimo y cinco
horas de espectáculo.
”Retrocedo
un poco. A fines de noviembre
voy a ver a Ricardo Freixa,
entonces secretario de Cultura
de la Municipalidad, ahora
está en el cielo, que
en paz descanse. Yo iba todos
los días y siempre
me decía que se estaba
por firmar. Ese día,
25 o 26 de noviembre, le digo
en un tono medio irónico,
aparentemente amenazador,
aparentemente triste: «mirá,
si no lo sacás mañana,
no te preocupes. Yo ahora
voy a ir a todos los diarios,
revistas, televisoras, a todos
los medios de comunicación
y les voy a decir que igual
vamos a hacer el día
del tango aunque no salga
el decreto». Y me fui.
A las dos horas tenía
el decreto.
”A
las cinco de la mañana
cuando termina el espectáculo
del Luna Park y yo estoy tomando
café con algunos, empiezo
a pensar y digo: «qué
cosa el día de la madre
se festejá un día
acá en Buenos Aires,
pero en Rosario es otro día
y en Montevideo otro. Mirá
si me hacen lo mismo con el
Día del Tango.»
Y se me prendió la
lamparita. Tenía que
conseguir el decreto del Día
Nacional del Tango, así
en toda la república
no se podría hacer
más que ese día.
Al otro día fui de
visita a la Biblioteca Nacional
a visitar a Jorge Luis Borges.
Él me comentó
que había oído
sobre lo del Luna Park y me
dijo: «que te parece
si le pedimos al Secretario
de Cultura de la Nación
si haría algo parecido.
¿Vos almorzarías
con él?». «Cómo
no», le dije. Al día
siguiente almuerzo con el
Dr. Raúl Casal y presento
mi petitorio. No solo no me
voy a olvidar de sus nombres
sino que gracias a ellos lo
conseguí. Le ofrecí
una fiesta de fin de año.
Me ofreció el teatro
Cervantes. Y le pedí
que declaren Día Nacional
del Tango al 11 de diciembre.
En el decreto incluí
el motivo del porqué
el once de diciembre. A los
dos días estaba firmado.”
Once
años de laburo, resueltos
en pocos días. El tema
fue tocar las puertas correctas...
Esto me lo contó Ben
Molar en octubre del 2001
y publicamos la entrevista
entera -esto apenas es una
parte- en El Abasto,
n° 29. Época en
que el Gobierno de la Ciudad
aún no nos acompañaba
con pauta alguna por aún
no haber llegado a la puerta
correcta.
R.S.
Bs. As. 11/12-2006
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