La canción
más triste del mundo
La historia del film del
cineasta canadiense Guy
Maddin esta basado en un
argumento original de Kazuo
Ishiguro, el autor de la
novela realista Lo que queda
del día.
Este film sin embargo se
caracteriza por ser un film
experimental que lejos de
emparentarse con una construcción
realista construye un universo
ficcional desde elementos
surrealistas y circenses,
que aluden al cine silente
de los primeros tiempos.
La historia se ubica en
el año 1933 y en
la gran depresión
que se desata en la ciudad
de Winnipeg. Lady Port-Huntley
(Isabella Rossellini) está
a cargo del negocio de la
cerveza, en la ciudad canadiense
con la ilusión de
que al culminar la ley seca
en EE.UU. pueda inundar
el mercado del otro lado
de la frontera. Esta extraña
mujer (mezcla de muñeca
maldita y empresaria capitalista)
organiza un concurso para
descubrir en “la ciudad
de la depresión”
la canción más
triste del mundo.
Al concurso asistirán
personajes de todo tipo,
y de todo el mundo, dejándose
entrever una crítica
a EE.UU. en la exaltación
y la diferencia que el personaje
norteamericano tiene sobre
el resto. Esta característica
no es aleatoria sino que
denuncia la falta de escrúpulos
de este participante así
como también la frivolidad
de su espectáculo
en su condición de
ser banal e insensible.
Por otro lado, el cineasta
utiliza de modo original
los recursos que le provee
el cine desde una estética
de la alternancia entre
el pasado silente en colores
y ritmos y momentos de color
característicos del
cine contemporáneo,
que utiliza paradójicamente
para evocar el recuerdo
de los personajes.
Otras características
que diferencian a este film
es el empleo del tiempo
en su condición efímera
propia del mundo onírico,
y la construcción
de personajes descabellados;
ninfómana amnésica,
norteamericano inescrupuloso,
violinista de piel muy sensible,
médico inventor de
prótesis de vidrio
y obsesionado por la piernas
de las mujeres, que hacen
que se quiebre cualquier
búsqueda de criterio
argumental y de construcción
narrativa.
Un film bizarro, si se quiere,
diferente y para disfrutar
desde lo técnico,
argumental y extravagante.
La canción más
triste del mundo es un homenaje
al cine de todos los tiempos.
Lorena Rueda
[email protected]
The Saddest Music
in the World. Canada.
Dirección: Guy Maddin.
Guión: Guy Maddin
y George Toles, basado en
un argumento original de
Kazuo Ishiguro. Fotografía:
Luc Montpellier. Música:
Christopher Dedrick. Colaboración
artística: Rubén
Guzmán. Intérpretes:
Mark McKinney, Isabella
Rossellini, Maria de Medeiros,
David Fox, Ross McMillan.
Revista El Abasto, n°
90, agosto, 2007.