Otra
que aviso trucho
Estimado Rafael: te deseo
un buen año 2007
para vos, tu familia y toda
la gente que trabaja en
la revista. La leo todos
los meses: la consigue mi
suegra que vive en la zona.
Algún día
me ocuparé de encontrar
el aviso trucho. Necesito
ganar una buena cena. Soy
docente y el sueldo no alcanza
para casi nada. A pesar
de trabajar en uno de los
mejores institutos del país
-nuestros Hegrezados así
lo confirman- pagan muy
poco. Bueno, para que la
carta no sea tan formal,
te mando una adivinanza,
ahí va: qué
equipo de primera Liga Española
de Fútbol se preocupa
especialmente por la alegría
de las religiosas. El que
acierte se ganaría
un viaje de ida y media
vuelta. Podrían participar
todos los lectores y no
lectores, menos yo y mi
vecina de cuarto jota que
también lo sabe.
Se lo confesé una
noche que fracasó
la lujuria. Hablando de
lujuria, te iba a mandar
un cuento al respecto pero
me da pereza buscarlo. Además
tampoco valía mucho
la pena. En realidad, todavía
lo tengo que escribir. Ah,
además del nombre
del equipo tienen que decir
porqué; si no, escriben
20 cartas y ganan seguro,
je.
Un abrazo y feliz Navidad.
Carlos Vallejo
(Ganador del II Concurso
Literario de la revista
El Abasto, Pecados Capitales)
"Por amor
al arte"
¡Qué hermosa
temática! El arte
es para mí "la
magia que convierte al gusano
en mariposa", y ya
que como tan bien describe
Erich Fromm, "El Hombre
es lobo y cordero simultáneamente"
es el arte (en cualquiera
de sus formas convencionales
y no convencionales), la
vía dignísima
por excelencia para sublimar
todas las emociones terriblemente
negativas que poseemos por
naturaleza". Por eso,
pienso que el arte no sólo
tiene la capacidad de cambiar
la vida, sino que también
de conservarla. Claro que
para elevarse y tocar concreta-mente
con las propias manos a
la musa, tenemos que "asumir
primero la verdadera y quizás
más terrible valentía
que consta en dejarnos conmover,
sinceramente, completa-mente,
profundamente" y asumiendo
así nuestra condición
de humanidad fusionarnos
en entereza y verdadero
placer con la esencia de
todo lo que es.
De La musa, una fiel servidora.... Yemina Alberti [email protected]
Reforman la Plaza
de Mayo
Con horror leo (véase
www.revistaelabasto.com.ar/LaPlazaDeMayoRenovada)que
van a reformar la Plaza
de Mayo, ¡quitando
todo el pasto y los árboles!
No lo comprendo.
¿Van
a poner más cemento
en una ciudad carente de
suficientes espacios verdes?
¿Van a seguir impidiendo
el natural escurrimiento
de las aguas de lluvia?
¿Van a aumentar la
temperatura en un lugar
de por sí muy caluroso
como el micro-centro?
¿Será ésta
una obra similar a la que
hicieron sobre la calle
Perú cuando nos prometie-ron
las mil y una maravillas
y todo quedó en un
simple estacionamiento a
cielo abierto usufructuado
por algunos “vivillos”?
¿Quién propone
estos negocios a contrapelo
de los intereses de los
vecinos?
Hago un llamamiento
a las asociaciones ambientalistas
para impedir estas reformas
que dañarán
aún más nuestra
calidad de vida. Susana Gabbanelli
[email protected]
Los sabios mayores
Viajando a Japón,
un coreano explicaba el
respeto que tenían
en su país a los
mayores, diciendo que cada
día de la vida se
escribía una página,
y que el que más
páginas tenía,
más sabía
de la vida.
Esa visión
contrastaba con la de los
occidentales que escuchábamos,
inculcados con la idea que
el mundo avanza por la acción
de los que tienen músculos,
inspiración y gestión,
y que los mayores perdieron
protagonismo en la sociedad.
Esta visión confunde
la realidad de la vida humana,
al no captar la difrerencia
de los que viven en la acción,
y de los que ya la vivieron
y hoy pueden evaluarla.
Los mayores
saben que "el éxito
y el fracaso son dos impostores",
y "como se viene la
muerte, tan callando",
lo que los distancia de
la ansiedad y urgencia diaria.
Eso los hace valerosos y
capaces de ofrecer su vida.
En nuestro atribulado
país, manejado por
activistas violentos, corruptos,
pendencieros y arcaicos,
que engañan prometiendo
una nueva sociedad sin esfuerzo
personal, están apareciendo
sabios mayores que no les
tienen miedo y los enfrentan
a la luz del día.
Los sabios
mayores están siendo
ejemplo para los de edad
menor. Marcelo J. Castro
Corbat [email protected]