Mi otro
yo
El último film del
cineasta francés
Francis Veber aborda dos
historias de personajes
de clase social, aspecto
y costumbres opuestas que
se cruzan para formar una
serie de enredos característicos
de los films cómicos
de este cineasta.
François
(Gad Elmalhe) es un tipo
común de clase social
baja y poco agraciado que
se gana la vida estacionando
autos. Su único deseo
es casarse con el amor de
su vida, la joven Emilie
(Virginie Ledoyen), también
de condición social
baja pero, en oposición
a François, muy bella.
Cuando Emilie rechaza la
propuesta de casamiento
de su novio François,
éste se cruzará
por casualidad en una foto
que tomará un paparasi
al poderoso empresario Pierre
Levasseur (Daniel Auteuil)
junto a la famosa modelo
Elena Simonse.
La esposa del empresario,
Christine (Kristin Scott
Thomas) a raíz de
la publicación de
esta foto descubre el romance
que éste sostiene
con la modelo e intentará
desenmascararlo. Pierre
buscará conservar
el matrimonio con su rica
esposa, dueña de
más del 60% de su
fortuna, a toda costa, aunque
esto signifique arriesgar
el amor que siente por Elena.
A partir de este momento
comienzan a tejerse una
serie de enredos y de situaciones
que tienen como sustento
el absurdo dado en las relaciones
entre seres aparentemente
incompatibles en lo social
pero que el cineasta se
encarga de emparentar en
su condición humana.
Pierre aceptará vivir
con la bella Elena, como
un pacto a cambio de dinero
para salvar las cuentas
de Emilie, y la modelo aceptará
con la promesa que su amante
empresario se divorcie.
Lo cierto es que Veber pondrá
de relieve el inconsciente
colectivo de la sociedad
contemporánea que
ubica la bondad del lado
de los pobres y la mezquindad
como condición de
los ricos.
La
burla a la clase burguesa
como característica
de este director (El placard,
La cena de los tontos) está
presente en toda la narración
llevada a cabo con excelente
gusto e inteligencia utilizando
como recurso gags acertados
desde el relato y en la
interpretación de
los actores. Logra llevar
al extremo de lo ridículo
situaciones que de cómicas
se convierten en patéticas.
Ejemplos de esto, son los
espías que se dedican
a seguir a la pareja para
obtener una fotografía
que los encuentre en una
situación sospechosa,
el prototipo del matrimonio
rico y sin amor que busca
engañarse en pos
del dinero y abogados inmiscuidos
en asuntos “de polleras”
entre otros acontecimientos.
Un film que cumple con el
objetivo de divertir sin
dejar de poner de manifiesto
lo absurdo de la vida cotidiana
construyendo un universo
verosímil a los ojos
de un espectador inquieto
y dispuesto a creer e identificarse
con las costumbres de una
sociedad de la que es función
y parte.
Lorena Rueda
[email protected]
La doublure.
Francia. 2006. Dirección:
Guión: Francis Veber.
Intérpretes: Gad
Elmalhe, Alice Taglioni,
Daniel Auteuil, Kristin
Scott Thomas y otros. Fotografía:
Robert Fraisse. Música:
Alexandre Desplat. Producción:
Alfa Films. Duración:
86´ m
Revista El Abasto, n°
90, agosto, 2007.