La ONG Buenos Vecinos Balvanera presentó a fines de septiembre una denuncia en comisaría 7 (Lavalle y Pueyrredón) sobre la existencia de 21 prostíbulos en la zona de Once. A principio de este año habían relevado la presencia de 11.

“De esta actualización surgió un total de 17 prostíbulos, se sumaron cuatro, todos en departamentos privados, en los que se ejerce actividad prostibularia y en uno de ellos, se le suma juego clandestino. Interviene Fiscalía Criminal y Correccional N°14 Dr. Marea Secretaría Única”, afirmaron al respecto a través de redes sociales.

En mayo de este año, la ONG se presentó en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°6, a cargo del Dr. Rodolfo A. Canicoba Corral, para hacer una denuncia similar: “Nuestra organización fue citada por contar con información acerca de los prostíbulos que funcionan en nuestro barrio que surge de las sucesivas despegatinas de volantes de oferta sexual”.

“La ONG realiza la despegatina para concientizar a los vecinos sobre la trata de personas. Con estos papelitos, los miembros de ONG generamos un censo clasificando a cada prostíbulo con datos varios (dirección, teléfono, comisaría correspondiente a la ubicación). Este listado se controla cada tres meses para saber si siguen activos o si abren nuevos”, añadieron.

En Comodoro Py 2002 la agrupación entregó un listado de 11 prostíbulos ubicados en la Comuna 3. “Acompañó al listado, una hoja con once papelitos de propaganda (cada uno correspondiente a cada prostíbulo) que surgieron de las despegatinas. Nosotros chequeamos la ubicación de cada prostíbulo y confirmamos la actividad a través de llamados”, puntualizaron en mayo.

En julio de este año, la coordinadora del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación), Zaida Gatti, expuso: “En plaza Miserere hay un delivery de mujeres. Hay mujeres en situación de explotación, hay proxenetas cometiendo un delito, y hay proxenetas asociados con las redes de narcotráfico. Pero también hay sujetos que buscan a esas mujeres. Y el cliente es el más invisibilizado en toda esta cadena, porque muchas personas no quieren ver que puede ser un marido, un hermano, un hijo. Eso es difícil de asumir”.

La Gendarmería Nacional inició el año pasado una investigación sobre un grupo de narcotraficantes y detectó, “a través de escuchas telefónicas, que había lugares de explotación de mujeres asociados a la red que trasladaba drogas”.

J.C.