Revista N°215

Tenemos las máquinas, un sello que apuesta por las voces nuevas

Proyecto editorial en Balvanera

 

Buena parte de los últimos grandes libros de la escena independiente salieron de acá, esta imprenta barrial ubicada en la avenida Independencia 2765, en Balvanera. En esta empresa familiar, con casi tres décadas de vida, desde 2012 funciona el sello Tenemos las Máquinas, cuya dirección está a cargo de Julieta Mortati.


El local tiene un frente vidriado y uno bien podría confundirlo con el pelotón de fotocopiadoras que pueblan los alrededores de la Facultad de Psicología UBA en Independencia y Urquiza. Al echar un vistazo adentro llama la atención una mesita preparada con cautela donde están exhibidos los libros cumbre de Tenemos las Máquinas: Angst de Adriana Riva, Cat power de Cecilia Palmeiro, Los mejores días de Magalí Etchebarne. Un gatito chino de plástico sonríe y mueve la pata sobre una máquina de escribir roja en signo de buen augurio.
Por dentro, en el recibidor espera Julieta. Al fondo, se ve la silueta de las máquinas protagonistas de esta historia y decenas de hileras con los títulos que dan vida al proyecto. Ella habla y contagia el entusiasmo de ver en crecimiento a la editorial. Es realista sobre las dificultades técnicas y financieras y lograr nuevos públicos, pero eso no empaña su alegría ante la repercusión de los últimos lanzamientos, en especial los antes citados, que se hicieron con apoyo del Fondo Argentino de Desarrollo Cultural y Creativo (Ministerio de Cultura de la Nación). Ejemplares vendidos, lugar en grandes y pequeñas librerías, reseñas en medios masivos y alternativos, presencia en la Feria Internacional del Libro (stand de La Coop y el Frente de Editores Latinoamericanos) explican el presente de este emprendimiento cultural.
“El local es de mi familia, tienen imprenta desde los 90. Hay fotocopiadora, imprenta. Me puse con la editorial en 2012, planté base acá. La repercusión lograda se debe a que los autores son espectaculares, ellos también están contentos”, dice Julieta.


Tenemos las Máquinas cuenta con cuatro colecciones. Una de ellas es Primeros Libros, donde se puede encontrar a Riva, Palmeiro, Etchebarne, también a Soledad Urquia, Pablo Ottonello, Alejandro Caravario, Tálata Rodriguez, Martín Wilson, Damián Tullio. Las tapas son ilustraciones con el rostro de los autores.
También está Cine las naves. “Es cine bilingüe español/inglés en la que cineastas de todo el mundo escriben sobre su trabajo a partir de ejes temáticos como excusa para explorar el estado del cine y sus posibilidades”, dice Julieta.
La colección Avenida Independencia (por la avenida de la imprenta) “busca impulsar ensayos escritos por artistas, con la voluntad de publicar textos cercanos a los modos de producción, a sus procedimientos y a la independencia de los artistas que defienden un modo de escribir sin restricciones”. En esta colección está el libro Escritores estadounidenses de Ricardo Piglia. Aparte hay antologías de poesía latinoamericana y narrativa argentina.
En 2017 se hizo Tenemos las Máquinas en vivo, con apoyo de Mecenazgo Cultural del Gobierno porteño (financiamiento de privados a iniciativas artísticas locales). Se trató de una serie de conciertos en la imprenta con referentes de la escena alternativa. Estuvieron, entre otros, Los Reyes del Falsete, Shaman, Violeta Castillo, Bestia Bebé, 107 faunos.
“Tenemos las Máquinas es una plataforma. Nos dedicamos a hacer libros. Traer músicos fue un experimento en vivo, un segmento de la editorial. Ahora nos estamos reacomodando, tras la gran repercusión de los últimos títulos. La intención es publicar entre tres y cuatro libros por año”. Julieta asegura que es una tarea difícil trascender el microclima de editoriales, autores, gestores culturales a públicos más masivos, pero que eso no la desanima a la hora de pensar a largo plazo.
“Estamos atentos a convocatorias, a eventos y ferias. Ahora implementamos un sistema operativo de distribución online, que es la parte más pesada. Vamos creciendo con autores y repercusión, es de a pasitos el trabajo en la editorial”, concluye Julieta.


J.M.C.

 

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