Revista N°215

“Esto es una vidriera de arte abierta las 24 horas para que el vecino disfrute”

Nuevas muestras cada 20 días

 

La galería de arte “más chiquita del universo” está en el Abasto, nos dice Milagro Torreblanca. Es la creadora de “Una Obra Un Artista” (1O1A), una vidriera de arte abierta las 24 horas. Está en Guardia Vieja 3406, casi Gallo, en el circuito cultural y gastronómico del barrio. En este local también funcionan talleres para todas las edades.


Los vecinos pueden disfrutar de esta experiencia en cualquier momento. De mañana, tarde o noche. Con la luz del sol o los focos del local. Cada veinte días se exhibe una nueva pintura, dibujo, fotografía. Milagro preparó una base movediza que gira en 360 y permite apreciar cuando se muestran esculturas. “Esto es una vidriera de arte para que la gente lo disfrute en cualquier horario. Siempre hay mucha variedad en cuanto a temáticas, disciplinas, materiales. Es un espacio mínimo, pero muy potente”, asegura. Al momento de visitar el loca de Guardia Vieja, se exhibía Terciopelo II (acrílico sobre tela), al cierre de esta edición se mostraba Esperándote (collage sobre MDF).
Y en eso coinciden muchos vecinos del Abasto. Al comienzo no terminaban de entender la dinámica. Varias exhibiciones después, le tomaron el gusto. Algunos ahora cambian su recorrido diario para pasar y ver la vidriera de cerca. Los más animados tocan timbre y charlan con Milagro. “Muchos no frecuentan museos o galerías, no porque no les guste el arte, sino porque sienten que es para entendidos, para un grupo selecto. En cambio, acá cada cual se toma su tiempo. El trabajo del artista y el público están frente a frente. Listo. Nada más. No hay ningún ruido externo. Te podés tomar todo el tiempo que quieras para mirar, para apreciar”.


Antes de llegar al Abasto, a fines del año pasado, Milagro tuvo 1O1A en la ochava de Lafinur 3248, en Palermo, en ambos barrio lo hizo con el programa de Mecenazgo Cultural del Gobierno porteño. Fue la concreción de una idea que venía desarrollando desde fines de los años ochenta cuando caminaba por las calles de Recoleta para ir a estudiar a la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, donde se recibió. “Una Obra Un Artista se posicionó como un lugar atípico, alternativo de exhibición. Es raro que sea una sola obra. Es una mini mini galería, la más chiquita del universo”, dice ella con orgullo.
Hace notar que “lo importante es la obra”. Por eso el nombre del trabajo va primero, luego, más chico, el del artista. Son detalles que hacen al proyecto. Como la ausencia total de otros objetos que entorpezcan la vista. Es la obra, el vidrio de por medio y el público callejero.
Milagro asegura que lo importante es tener algo que decir. Eso es lo que busca ella a la hora de elegir a los artistas que expondrán. En general, suelen ser emergentes, voces nuevas que con distintas técnicas logran mensajes inquietantes. Muchos ya conocían la dinámica de 1O1A, pero otros hasta último momento estaban en la duda sobre qué obra poner en la vidriera del Abasto.


También hay lugar para los consagrados. Juan Doffo, Adriana Cora, Ricardo Roux, Laura Messing, Gerardo Feldstein, Vanina Prajs, Marcelo Pelissier, Adriana Gibello, son algunos de los nombres que han puesto su arte al alcance de los vecinos porteños. “Quisieron estar acá porque les gustó la propuesta. Hay trabajos suyos en galerías y museos. Esto lo viven como otra manera de mostrar”, indica Milagro.
También hay talleres de arte para todas las edades. “Trabajo con grupos chicos, así una persona viene y puede trabajar su proyecto en forma personalizada. Hacés tu indagación. Un espacio de taller te da un ritmo de trabajo. Tal vez en el taller es el único momento en la semana que pueden dedicarle tiempo. Con constancia y aprovechándolo, uno a lo largo de un año puede hacer un buen número de obras”, dice Milagro y nos muestra los bastidores, las esculturas terminadas y por terminar de sus estudiantes.
La idea es que el taller para chicos (seis a diez años) sea para “explorar y divertirse”. En el de adultos y adolescentes se explora el dibujo, la pintura, la escultura y los objetos intervenidos. Para los adultos mayores se propone: “Dibujo, pintura y escultura con orientación terapéutica para explorar las capacidades creativas y activar la motricidad fina”.
Por dentro y por fuera, este reducto de la calle Guardia Vieja respira arte a través del trabajo y el esfuerzo cotidiano de Milagro, quien concluye: “Los vecinos saben que va a cambiar la obra, están a la expectativa. De cinco meses para adelante ya tengo la programación. Habrá técnicas experimentales, pintura, de todo. Este arte público los está esperando”.

 

Tomás López

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