Entrevistamos
al abogado Radamés
Marini, presidente
de la Unión Argentina
de Inquilinos
“Esto
no se resuelve si el estado
no gasta plata”
¿Usted piensa que
en este momento la inflación
está liderada por
los alquileres?
“Los alquileres siempre
han estado por encima de
la media de la inflación.
En el año 2006 terminó
con el 33% arriba de la
media de la inflación.
En el mes de febrero de
este año cuadruplicó
la media de la inflación.
Y en el mes de marzo hizo
dos veces y media la media
de inflación. De
cualquier manera los sueldos,
como no llegan a compensar
la inflación son
dos variables que se van
alejando permanentemente.
Es decir, cada vez está
más lejos la posibilidad
de pagar la renta del alquiler
desde el ingreso desde donde
hay que pagarlo. Esto necesitaría
una moderación, que
no existe, por parte del
estado. Pero el estado es
absoluta y totalmente desaprensivo
al declarar inexistente
este problema. No le preocupa.
Nosotros
hemos pedido la creación
de un servicio de conciliación
locativa para tener un lugar
donde podamos discutir con
los propietarios. Hemos
planteado la creación
de un fideicomiso de garantía.
Hemos pedido el registro
de los contratos de alquiler.
Hemos pedido la moderación
de la renta inmobiliaria.
Si la renta financiera se
controlara no pasaría
lo que está pasando.
Fijate que una tarjeta de
crédito no puede
poner todos los gastos que
se le da la gana, ni cobrar
los intereses que se le
da la gana porque se la
regula; si no es usurario.
Bueno, con la renta inmobiliaria
pasa lo mismo, pero no se
regula. La renta inmobiliaria
no puede pagarse porque
va creciendo exponencialmente
a voluntad de los propietarios
de bienes de renta que además
están parados arriba
de la manguera. Es decir,
no largan los inmuebles
si no es por un determinado
precio. Esto ha creado un
cuello de botella monstruoso
donde la gente se vuelve
loca, es explotada, le alquilan
cosas que no están
en condiciones…
Esto
necesita una actitud del
estado. Soluciones hay muchas.
En el mundo esto pasa, no
es un problema sólo
de acá. Sólo
que en el mundo este problema
está controlado.
En Europa se subsidia al
inquilino, cuando lo necesita.
En Estados Unidos se subsidia
la oferta, o sea, el tipo
que construye dentro de
un plan determinado viviendas
para locaciones asume un
compromiso de tener una
determinada renta; entonces,
les desgravan todo. En todos
lados hay una solución,
sólo que hay que
tener la voluntad de encontrarla.
Lo que pedimos es el contralor
de la renta que existe en
Estados Unidos. El contralor
no solamente analiza el
valor de la renta sino que
también cómo
se presta la locación.
Nosotros estamos en el absurdo
de que nos alquilan cualquier
cosa porque estamos desesperados.
Lo vemos bien, está
recién pintado pero
en cuanto me voy a bañar
el termotanque no anda.
El dueño nos dice
«llame al plomero».
Éste viene y nos
dice «pero esto está
obsoleto, hace treinta años
que hay que cambiarlo».
Y el propietario dice «cámbielo».
Pero el termotanque es del
propietario y si seguimos
la discusión dentro
de los parámetros
legales estoy dos años
sin bañarme, así
que, ¿cómo
termina esta historia? Yo
termino comprando un termotanque,
lo pongo y veo cuánto
le puedo descontar de eso
al propietario. ¡Pero
esta forma de vida no tiene
ni pie ni cabeza! Se están
rompiendo relaciones locativas
de diez y de quince años.
Yo parto de la base de que
si una persona ha estado
tanto tiempo alquilando
no habrá sido un
desastre porque si no le
habrían dado una
patada en el traste hace
no sé cuánto
tiempo. Pero hoy la avaricia,
el afán de la renta,
ha hecho que se rompan esas
relaciones. Pero es idiota,
porque no sabe el propietario
qué va a pasar. Está
perdiendo una relación
de años por una nueva
con alguien desconocido
y que puede terminar con
un desastre. Esto es producto
de la avaricia ciega.”
¿Usted
considera que hay algún
tipo de burbuja inmobiliaria
como pasó en España?
“Ha habido, pero se
está achatando. Ha
habido una burbuja inmobiliaria.”
De
algún modo, a la
larga, ¿no ve complicado
sostener en el tiempo el
tema de los alquileres tan
altos? Porque no va a haber
quien los alquile…
“No, porque se generan
modalidades. Por un lado
se están cooperativizando
los inquilinos. Se juntan
familias y alquilan departamentos
más grandes. Y si
no el que está con
tres dormitorios sigue pagando
lo mismo en uno de dos dormitorios
y el que estaba en dos va
a uno de uno.”
¿No
le ve un panorama positivo?
“No, yo veo una degradación.
”He
tenido discusiones con académicos
en universidades y alguna
vez alguien me ha dicho
«ustedes lo que quieren
es que el propietario no
gane plata». Pero
yo sí quiero que
gane plata. Pero tiene que
tener un margen. Cualquier
inversor cuando algo no
le rinde cambia de inversión.
Acá al contrario
se mata al inquilino para
extraerle lo que no da el
mercado. Los propietarios
no venden porque ganan plata.
Todos los gastos se los
banca el inquilino; encima,
ganan plata. Pero además
al momento de venderlo nadie
le da la plata que el propietario
dice que vale. Porque acá
todos los inmuebles tienen
un piso de mil quinientos
dólares el metro.
A ver si a mí me
dan acá mil quinientos
dólares por esto
[oficina céntrica,
renovada, linda con madera
a la vista]. La gente está
loca. Esto vale setecientos
cincuenta pesos el metro,
si lo voy a vender. Esta
es la historia, la burbuja
es de acá [señala
la cabeza].
”He
estado en programas de televisión
donde la gente llama. Una
mujer dice «vivo en
Villa del Parque, imagínese,
todos los vecinos aumentan,
así que yo tendría
que aumentar». [Risas]
Yo tengo una relación
personal con el inquilino
y tengo que tener en cuenta
sus posibilidades de acuerdo
con sus ingresos. ¿¡Porque
todos aumentan, yo tengo
que aumentar también!?
Pero yo tengo que valorizar
si a quien le alquilo es
una persona responsable,
si me está cuidando
el inmueble, cuidar la relación,
etcétera.”
¿Usted
piensa que hay un abuso
de parte de los propietarios?
“Lo que hay es avaricia.
Y la avaricia ciega al raciocinio,
entonces la gente no razona.
Pero todo esto genera un
resentimiento que muchas
veces termina en que el
inquilino desmantela la
casa. Y eso no es una buena
solución. La gente
está muy desesperada,
mal tratada por las inmobiliarias.
Éstas vienen cobrando
dos comisiones. No hay una
norma que regule la comisión,
pero históricamente
siempre ha sido el 5% del
valor del contrato. Pero
ahora le cobran al inquilino
la de él mismo y
la del propietario: Porque
van al propietario y le
dicen: «para colocar
el departamento no le cobro
comisión».
Pero se la sacan al inquilino.
Son todos abusos.
”Una
vuelta una mujer que llamó
me comentó que de
550 pesos que estaba pagando
le subían a 1.300.
¡Pero cómo
le van a subir así!
Ella contaba que había
pagado todo regularmente,
siempre en término.
Es una extorsión,
porque el propietario pone
una cifra y entonces yo
tengo que analizar si llego
a esa cifra, aun achicando
otros gastos, que es un
desastre. Si no puedo pagarla
y me tengo que mudar es
otro desastre también.
Porque tengo que pagar las
intervenciones de los intermediarios,
la mudanza, todo lo que
el cambio que una mudanza
implica como desarraigarme
para irme a otra parte.”
¿Usted
piensa que el estado podría
hacer otras acciones aparte
de las por ustedes propuestas?
Pienso en Suecia, donde
el estado edificó
convirtiéndose así
en el mayor propietario
para alquileres.
“Acá la mayor
transformación que
se produjo de inquilinos
a propietarios la hizo Perón
en el año ´55,
con el Banco Hipotecario
Nacional de verdad. Yo trabajé
ahí, así que
lo conozco. Financiaba el
ciento por ciento del valor
del inmueble a treinta años
con intereses bajísimos.
Eso produjo una transformación
social importantísima
en el país con lo
cual hoy el setenta por
ciento (70%) de las viviendas
de la Capital están
en manos de sus propietarios.
Y en la provincia de Buenos
Aires el ochenta por ciento
(80%). Eso es inédito
en el resto de América
latina donde los propietarios
son los menos y los que
no son propietarios son
los más.
”Pero,
¿qué pasó?
El banco se descapitalizó
en el tiempo. ¿Por
qué? Por razones
de inflación, política,
etcétera, se fue
descapitalizando y no logró
mantener un capital de giro.
Desde el punto de vista
económico no fue
muy logrado. Pero produjo
un efecto social mucho más
importante que eso. ¿Cuál
es la conclusión?
Esto no se resuelve si el
estado no gasta plata.
”El
tema de los recientes créditos
fue un fiasco. El estado
puede invertir plata en
subsidiar la tasa o intervenir
subsidiando la diferencia
entre lo que cobra el banco
y lo que puede pagar el
inquilino.
”El
negocio inmobiliario mata
a los inquilinos. Mata una
forma de vida. El tipo desplazado
se verá en dificultades
para entrar a otro lado.
Esto no se resuelve si no
hay movilización.
Pero el inquilino es muy
remiso porque está
vencido interiormente. Baja
la cabeza y si no puede
en un lugar va a otro. Acá
hay que movilizar. Yo propongo
cadenas de mails a los funcionarios.
Preguntarles directamente
qué proponen para
este tema, ya que están
en campaña.”
He
escuchado de lugares donde
el propietario no puede
sacarse de encima a inquilinos
que no pagan y además
destruyen…
“Ahora con el desalojo
express se desaloja mediante
una garantía del
propietario y el inquilino
tiene que seguir el juicio
desde afuera. Pero, ¿qué
va a hacer desde afuera?
Una vez en la calle el inquilino
se tiene que matar para
cobijar a su familia, no
para estar siguiendo ningún
juicio. El sistema en general
no tiene sensibilidad frente
a este problema. Acá
se habla mucho de los derechos
humanos y el hábitat,
el techo, es un derecho
humano que está consagrado
en la Declaración
de Derechos Humanos del
´48 y está
incorporado en nuestra Constitución
a partir del ´94.
O sea está garantizado
por la Constitución,
tenemos derecho a exigir
y el estado la obligación
de cumplir. Pero la justicia
no termina de entender esto.
Éste es el tema.
La gente puede vivir sin
carne, pero no sin techo.
Incluso hay muchos que propician
el ser vegetarianos, pero
el techo es la base de la
familia. En principio el
estado tiene que tener la
voluntad de hacer algo.”
R.S.
Revista El Abasto, n°
87, mayo, 2007.