COMENTARIO DE PELÍCULA
Silvia
Prieto
¿Cómo se construye
la identidad? o ¿a
partir de cuando comenzamos
a construirla?, ¿Cual
sería el punto de
partida que desata lo que
nos diferencia del otro?
Silvia Prieto cumple 27
años y decide cambiar
de vida. Con este propósito
comienza a trabajar en un
bar, deja de fumar marihuana,
hace un viaje a Mar del
Plata y se compra un canario.
Sus
actos son tan obsesivos
como automáticos,
corta el pollo en 12 partes
iguales, roba un saco Armani,
lleva la cuenta de la cantidad
de café que sirve
y renuncia a su empleo cuando
ya no puede llevar el control
del cálculo. Por
casualidad da cuenta de
la existencia de otra Silvia
Prieto a quien llama telefónicamente
una y otra vez hasta dar
con ella. No hay en sus
actos una razón que
permitan adivinar el transcurso
de la trama.
La característica
que devela un estilo diferente
de puesta en este film,
deviene principalmente de
la dirección de los
actores. Los personajes
se asemejan en un tono monocorde
de voz desprovisto de matices
y de emoción. Sin
embargo, el lenguaje cumple
un papel preponderante dado
que casi por momentos prima
sobre la imagen tomando
protagonismo a la hora de
construir el relato. Esto
denuncia una estética
distinta que desorienta
la mirada y la atención
del espectador acostumbrado
a un cine argentino de estética
realista, como es el caso
de Campanella por ejemplo,
donde la expresión
de la emoción genera
un vínculo con el
espectador que espera identificarse
con la causa para que se
genere la esperada catarsis
aristotélica.
El
cine de Rejtman, por el
contrario, no niega la emoción,
pero tampoco apela a ella,
se distancia, y deja de
manifiesto la importancia
de la historia que se construye
de acciones que no están
programadas sino que son
en el tiempo y el accionar
automático de lo
cotidiano. Es el tiempo
que enlaza sucesos que se
convierten en recuerdos
y que conforman la identidad
que va mucho mas allá
de un nombre. Rejtman, plasma
este tiempo cotidiano en
un universo centrado en
el detalle.
Los
objetos simbolizan el devenir
de los personajes, sujetos
al cambio y a una identidad
dada por el otro. El plano
detalle, la voz en off -que
pone acento en el pensamiento
de Silvia-, y los planos
secuencia son los recursos
que se destacan en su film.
No hay duda, que si de identidades
se trata, Rejtman construye
un cine argentino con una
identidad diferente. Por
favor, pasen y vean.
Argentina,
1999. Guión y Dirección:
Martín Rejtman. Intérpretes:
Rosario Blefari, Vicentico,
Valeria Bertucelli, Marcelo
Zanelli, Gabriel Fernández
Capello, Luis Manzini, Susana
Pampin y Mirtha Busnelli.
Lorena Rueda
[email protected]
Revista El
Abasto, n° 79,
agosto 2006.
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