Encuentro con
Susana Villarroel, comerciante
exitosa en el rubro de insumos
para el tango
“Este
barrio va a continuar su prosperidad
comercial”
Susana Villarroel tiene una
larga historia dentro de la
industria del calzado. Durante
más de veinte años
trabajó en una fábrica
de zapatos. En un momento dado
se vio sin trabajo así
que decidió iniciar su
propio emprendimiento: utilizando
todo su ingenio mezcló
su especialidad con una gran
pasión y así surgió
una marca única, un proyecto
exclusivo que son los zapatos
de tango que ella diseña,
elabora y vende desde el local
de Anchorena. Además
de la venta al público
la casa tiene clientes de otros
países que le encargan
cantidades bastante grandes.
Un sello distintivo es que mantienen
lo artesanal del producto.
¿Por qué
elegiste este barrio para poner
este local?
“En realidad el lugar
del negocio no lo elegí.
Creo que en la vida las cosas
no se dan por casualidad y lo
de este local pienso que estaba
destinado para mí. Tenía
mi anterior negocio en Villa
Crespo donde además vivía,
y una noche salí a caminar
y llegué hasta este barrio
del Abasto, pasé frente
a este local, tomé los
datos y llamé a la inmobiliaria.
Me pareció interesante
el lugar. Después de
tres meses de trabajo de construcción
-ya que era un galpón
al principio- inauguramos nuestra
zapatería en el salón
de planta baja con un estilo
de diseño muy particular
y tanguero. Pasados ocho meses
más, inauguramos el primer
piso.”
¿Qué
opinás de los cambios
que viene habiendo en el barrio?
“Opino que los cambios
de tres años hasta hoy
fueron muy favorables, este
barrio se ha convertido en una
zona muy comercial y tengo la
visión de que en pocos
años más esto
va a prosperar mucho, esto se
debe en parte a tener en la
zona el shopping Abasto, el
Hotel Abasto Plaza, el Museo
Casa Carlos Gardel, la Ciudad
Cultural Konex, etcétera.
Todos son lugares que atraen
mucho turismo a nuestros comercios.”
¿Qué
haya más gente trabajando
en tu métier en la zona,
te favorece o te complica?
“Nuestra zapatería
de calzado artesanal para tango
fue la primera en instalarse
en este barrio. Luego comenzaron
a surgir otros negocios cercanos
que venden los mismos artículos
que nosotros. Si bien la clientela
comenzó a compartirse
con los demás, nosotros
logramos mantener una cartera
de clientes interesante que
están muy conformes con
nuestros productos, que se traduce
en la fidelidad que demuestran
hacia nuestra empresa desde
hace varios años”.
¿Pensás
que el progreso del barrio como
zona turística conlleva
algún tipo de carga negativa?
“Como te decía
antes, pienso que este barrio
va continuar su prosperidad
comercial y no creo para nada
que esto pueda traer aparejado
algún contratiempo. Al
contrario, espero que el barrio
siga su crecimiento y sería
interesante que la historia
del Abasto se conozca a través
del turismo que llega desde
todos lados del mundo. Pienso
que el barrio se va asemejando
mucho a Palermo Soho aunque
con su particular identidad.”
M.S. y R.S.
Revista El Abasto,
n° 74, marzo 2006.
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