Apoyo
porteño a Bolivia
Hubo reacción
tras los cruentos incidentes
sucedidos en Bolivia con
intención de desestabilizar
el gobierno presidido por
Evo Morales. En nuestra
ciudad, como en tantas otras,
se realizó ayer una
fuerte manifestación
que partió desde
el Obelisco y terminó
frente a la Embajada de
Bolivia.
Tras
el referéndum
revocatorio del
10 de agosto, donde el presidente
Evo Morales fue revalidado
con el 67% de los votos,
la derecha racista intensificó
la acción paramilitar
con intención de
desestabilizar la actual
gestión. Así,
mientras sectores de bienestar
protestaban por su independencia
–léase por
conservar sus grandes ingresos–
mercenarios armados en Pando
asesinaron y desaparecieron
campesinos de bajos recursos
que apoyan al actual gobierno.
Desde
el gobierno de Evo Morales
se solicitó la captura
del prefecto de Pando,
Leopoldo Fernández,
por desacato y a su vez
expulsó al
embajador estadounidense,
Philip Goldberg por conspirar
para dividir a Bolivia.
La administración
Bush reaccionó expulsando
al embajador boliviano en
Washington, Mario Guzmán
Saldaña. Se ve que
Bush piensa que acá
olvidamos el Plan Cóndor
y sus dictaduras del Cono
Sur, su intromisión
en Cuba, Venezuela, Colombia,
Nicaragua, y un largo etcétera.
Como respuesta internacional,
el presidente de la República
Bolivariana de Venezuela,
Hugo Chávez, expulsó
al diplomático de
Estados Unidos, Patrick
Duddy, en solidaridad con
el Gobierno y el pueblo
de Bolivia.
Sin embargo,
hoy están cerca de
un acuerdo con los grupos
de poder de los departamentos
de Santa Cruz, Tarija, Beni,
Pando y Chuquisaca -que
se autodenominan “cívicos
y autonomistas”- ante
la situación de cortes
y violencia que viene acechando
al país. La oligarquía,
acostumbrada a tener a los
indígenas como esclavos,
ha realizado atentados,
ocupación de oficinas
públicas, agresiones
y asesinatos. Culminó
este jueves cuando un grupo
paramilitar vinculado a
las autoridades del departamento
de Pando atacó una
marcha de organizaciones
campesinas a unos 35 kilómetros
de la capital, asesinando,
tomando rehenes y torturando.
También hay desaparecidos.
Ayer,
mientras los mandatarios
latinoamericanos se
reunieron con Morales para
darle su apoyo y evitar
“cualquier intento
de golpe civil y de ruptura
del orden institucional
que comprometa la unidad
territorial” de Bolivia,
personas en diferentes países
salieron a manifestarse
por la democracia boliviana.
A nivel continental crecen
las expresiones de apoyo
al proceso de cambio en
Bolivia uno de los más
revelativos despertares
de nuestra Latinoamérica.
En Argentina la colectividad
se mantiene en estado de
alerta y ayer se convocó
a una nueva movilización.
La
manifestación
tuvo mucha adhesión
de diversos sectores sindicales,
de izquierda, populares
y defensores de los derechos
humanos, así como
también hubo funcionarios.
Se marchó desde el
Obelisco porteño
y el edificio donde tiene
su sede la embajada de Bolivia
en la Argentina, por Corrientes
al 500, donde los
manifestantes cortaron la
música del altiplano
e hicieron un minuto de
silencio para entregarle
en manos a la embajadora
de ese país, Leonor
Arauco, una solicitada en
apoyo al gobierno dirigido
por Evo Morales.
El
que se quejó fue
el jefe de Gobierno porteño,
Maurcio Macri,
que solicitó al Gobierno
de la Nación que
disponga todas las medidas
necesarias para garantizar
el libre tránsito
ante “la
inusual ocupación
del espacio público
por parte de diferentes
sectores que en los últimos
días multiplicaron
la convocatoria a manifestaciones
de protesta en la zona céntrica
de la Ciudad de Buenos Aires”.
Claro,
como protestar en el la
capital de un país,
si acá todo está
de maravilla, si es una
ciudad pro. Pro
campo, pro latifundio, pro
grandes capitales, pro multinacionales.
Eso, en dialéctica
básica, implica anti
ciudadanía, anti
pequeños campesinos,
anti pequeños comerciantes,
anti pueblos.
U.K.
Buenos
Aires, 16 de septiembre
de 2008
Recomendamos
el documental Bolivia
para todos de Emilio
Cartoy Díaz que pueden
ver por Internet pinchando
acá.