¿Pensás
que hay alguna intencionalidad
en los requisitos para tocar
música?
Siento que el gobierno no
gana nada con esto. Además,
acá siempre fue complejo
para las bandas, en líneas
generales. Porque en lugares
chicos si una banda se tiene
que trasladar y, además,
tiene que llevar sonido,
pagarle a plomos y todo
lo demás va a pérdida.
Ahora hay menos lugares
para tocar pero también
no hay muchas bandas buenas
y realmente la gran cantidad
de público se lo
llevan tres, cuatro, cinco
bandas que son las más
conocidas y que hacen, dentro
de todo, una música
aceptable, las demás
nada. El público
que va es el conocido del
músico y ese conocido
hace toda una movida y lleva
un amigo de un amigo, pero
¿qué podrán
llevar 20, 30, 50 personas?
Está complicado como
está complicado este
país. No más
que eso. Alberto,
músico y comerciante.
El tema es ver qué
se quiere hacer con esto.
Para mí, es una forma
de encubrir cosas y, de
repente, habría que
darle la posibilidad a esta
gente, los músicos,
para que tengan más
trabajo. Rosario,
profesora de yoga.
No sé si tiene intencionalidad
o no pero que genera un
efecto claro que sí,
pareciera como que quieren
tener todo más, entre
comillas, ordenadito. Para
mí, es todo lo contrario
a una política de
multiplicación de
situaciones culturales,
pero es lo que pareciera
querer el Gobierno de la
Ciudad. Pero también
me da la sensación
de que quieren que las movidas
culturales sean más
acotadas, ordenadas y planificadas,
digamos; o sea, que va a
contrapelo de un surgimiento
de un clima cultural. El
Gobierno de la Ciudad plantea
que cultura sí pero,
guarda, no cualquier cultura,
sólo lo que ellos
quieren. Lo que el Gobierno,
lo que Telerman entiende
que es cultura. Porque es
un gobierno que tiene políticas
super-claras para un montón
de cosas. No puedo creer
que esto surja de algo caótico.
Uno podría caer en
la falacia de la burocracia
y decir: ah, porque es burocrático
entonces, en realidad, no
es intencional. Pero la
intención con esto
es generar una cierta cultura,
la que apunta a la industria
cultural. Tiene que ver
con cómo se quiere
ver a Buenos Aires. Porque
una industria cultural implica
un cierto modo de producir
cultura y hacer arte y sino
es de ese modo no les interesa
que estés dentro
del circuito. Sofía,
socióloga.
Responde a una intencionalidad
no ideológica sino
de conveniencia, es decir,
en la sociedad en la parte
mediática y política
estuvo bien visto un giro
a la derecha después
de lo que pasó en
Cromañón;
votó hacer un giro,
restringir ciertas libertades
personales como solución
más simplista a un
problema que es mucho más
complejo y, por lo tanto,
se tomaron decisiones que
hasta podrían rozar,
en algún sentido,
con la falta de sentido
común, con lo ridículo.
Una de ellas es esta decisión
de que no se pueda tocar
en lugares chicos porque
ya no sé si abarcarla
desde el estar en contra
o a favor por lo ridículo
que es la cuestión
en sí. Sencillamente,
lo que me parece es que
no hay una intencionalidad
en el sentido lógico
de que algún poder
político esté
a favor o en contra de un
recital sino que encontró
el espacio y la impunidad
necesaria y el contexto
para hacer esto y la sociedad
indirectamente y, a través
de los medios apoyó.
Pablo,
ajedrecista.
Yo tengo unos amigos que
tocan, ellos tienen una
banda de reggae y ska y
se les hace difícil
porque muchos lugares no
encuentran. El otro día
estaba hablando con una
gente que tenían
un espacio de dos pisos,
arriba se podía fumar,
abajo no. Y ellos me decían
que no había mucha
diferencia con esto. Si
te ponen una regla de no
fumar, por ejemplo, y en
un cartel dice “no
fumar” y dos metros
para allá sí
se puede, estamos en la
misma que antes. Si vos
te caés con un avión
y sobrevivís vas
a volver a volar porque
eso fue un accidente, lo
mismo creo yo con Cromañon.
Pero, en cierta forma, me
parece bien que se le ponga
un parate a esto, más
por la sociedad porque la
sociedad está como
muy inadaptada para estar
en eventos donde hay mucha
gente. Tiene sus pros y
sus contras, como todo.
Germán,
ajedrecista.
Se trata así de
ponerle más trabas
a las salas chicas, las
que tienen otro enfoque
político y social
al del cualquier gobierno
de turno. Malena,
actriz.
Puede ser la intención
del gobierno que no se desarrollen
cosas pequeñas y
que todo cueste muchísimo
más, porque así
es ahora: todo cuesta mucho
más. Se puede leer
de esta manera. Para los
que hacemos teatro es más
fácil que para los
que hacen música,
hoy por hoy, es más
fácil para el teatrista
que para el rockero. El
músico de rock no
puede hacer nunca un buen
arreglo con el lugar donde
toca, como el tipo de teatro
que arregla con la sala
un 70 por ciento y 30 se
queda el teatro. Pero las
bandas siempre tienen que
pagar para tocar y eso también
es una mierda. Juan,
actor.