Desde prisión: Chabán
habló luego de 14 meses
El
gerente del boliche República
Cromañón concedió
una entrevista televisiva desde
la cárcel. Culpó
a tres espectadores de causar
"sin sentido, con agresividad
y alevosía la tragedia"
y defendió al destituido
jefe de Gobierno porteño,
Aníbal Ibarra.
Al
empresario y gerente del boliche
República Cromañón,
Omar Chabán, le dieron
la posibilidad de hablar por
primera vez desde la fatídica
noche del 30 de diciembre de
2004, cuando se produjo la tragedia
que dejó 194 muertos.
"A partir de ese día
es todo un infierno, son 24
horas que mi cabeza no puede
parar y se tornó una
locura", expresó
desde el penal de máxima
seguridad de Marcos Paz.
Sobre la trágica noche,
Chabán recordó
que "la gente que ya había
comprado la entrada ingresaba
por la puerta de emergencia",
mientras que "los hombres,
las mujeres y los invitados
entraban por distintos lados.
Algunos eran cacheados y otros
no tanto".
"Callejeros tenía
su propia seguridad porque se
sentía cómoda
con ella", dijo, al tiempo
que estimó según
sus cálculos que el 30
de diciembre de 2004 "había
entre 2.400 o 2.600 personas"
e insistió en que los
días anteriores advirtió
al público "que
no pase lo de Paraguay"
y ahí me gritaron muchas
cosas.
El principal
imputado por la tragedia en
el barrio porteño de
Once reveló además
que esa "había más
o menos 49 bengalas. Lo más
raro es que cuando la gente
salía por todos lados
tiraban bengalas".
Chabán dijo que en el
momento de iniciarse el incendio,
agarró una "manguera
y ahí es lo que dicen
todos, se hizo una gran llamarada
y se corta la luz. No se veía
nada de nada y el lugar se tornó
irrespirable. Fue más
horroroso de lo que se cuenta".
"Y ahí
fue la zona del terror, es algo
que uno nunca supo, no se puede
contar porque es de terror lo
que pasaba. Con sólo
respirar ya sentías que
caías. Era como si te
llamaba la muerte. Yo pensé
en dejarme morir ahí",
manifestó.
En la misma línea alegó:
"Si yo no cortaba el sonido
antes de que cortara la luz
moríamos todos los que
estábamos ahí
adentro. La gente empezó
a salir porque yo corté".
El gerente de Cromagnón
indicó que "podría
haber habido una interna entre
las bandas" y sostuvo que
hay "un pacto de silencio"
que impide -según él-
conocer la verdad sobre quiénes
arrojaron las bengalas: "Hay
muchas personas que saben quiénes
son. Estos chicos entraron como
invitados, para mí fue
flojo el control a invitados".
Acerca de la supuesta puerta
de emergencia, Chabán
fue categórico: "No
puede ser considerado como puerta
de emergencia. Esto no puede
ser habilitado como de emergencia,
la puerta tiene que dar a la
calle para que sea así.
Esa puerta no existe como de
emergencia, en ningún
lugar. Acá el problema
es que hay 14 arquitectos haciendo
una investigación las
cosas que están mal en
el lugar y porque lo habilitaron.
Yo no sabía eso".
En relación
a los momentos posteriores a
la desdicha apuntó: "Yo
no me profugué. En lo
personal me pasaron muchas cosas
por dentro, toqué cuerpos
sin vida, me venía a
la cabeza una y mil veces eso.
Los tres chicos estos son responsables,
las bengalas deben prohibirse".
Por otro lado, negó rotundamente
conocer al destituido jefe de
Gobierno porteño, Aníbal
Ibarra: "Me angustié
con lo que le pasó a
(Aníbal) Ibarra, yo pienso
que no tiene responsabilidad
sobre estos hechos".
Entre lágrimas,
Chabán relató
que todos los días lo
señalan: "Nadie
sabe nada de mí, me crearon
como un monstruo cuando deberían
estar buscando a esos tres monstruos,
me siento identificado con la
gente del Holocausto, no entiendo
cómo no se preocupan
en buscar a esas tres personas".
Por
último, concluyó
ante los periodistas Samuel
Gelblung, Daniel Tognetti, Reinaldo
Sietecase y Silvina Wlager:
"Todos me han denigrado,
cuando sufría nadie pensó
en este pobre tipo, nadie pensó
en mi dolor, en lo que sentí,
soy un señuelo que lo
usan para cualquier cosa".
Fuente: TV canal
9 y agencia NOVA.
U.K.
Bs. As. 14/3-2006
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