Corazones abiertos
El 20 de
marzo de 1995 el cineasta
danés Lars von Trier
(Los idiotas, La celebración)
se paró en el imponente
escenario del teatro Odeón
y leyó en carácter
de “miembro del grupo
Dogma 95”, un manifiesto,
que tenía como objetivo
devolver al cine su estatuto
artístico, donde
el cineasta debería
concentrarse en el contenido,
en aquello que quiere transmitir
con su obra, siendo la forma
(escenografía, vestuario,
maquillaje, iluminación
etc.), algo que ayude y
complemente y no un fin
en sí mismo. Precepto
que atentaba contra la hegemonía
audiovisual impuesta por
Hollywood y consumido por
un sistema mundial alienado.
Esta
introducción nos
permite entender algunas
cuestiones que hacen a la
estética y contenido
del film Corazones abiertos
de la cineasta danesa Susanne
Bier, quien fiel a estos
preceptos, filma cumpliendo
la mayoría de los
mandamientos dogmáticos.
Concentrada entonces en
el contenido que hace a
la esencia del film, Bier
se centra en el destino,
y en su carácter
trágico e inexorable.
Cecilie
(Sonja Richter) y Joachim
(Nikolaj Lie Kaas) son una
pareja de jóvenes
enamorados a punto de casarse.
Un
accidente fatal hace que
Marie (Paprika Steen) y
Niels (Mads Mikkelsen) una
pareja un tanto mas madura
ya casados y con hijos,
se crucen en sus vidas.
La vida de estos cuatro
personajes tomará
un giro brusco que los determinará
para siempre.
Desde
una mirada muy cuidada y
comprometida y haciendo
uso de los recursos dogmáticos
de la cámara en mano,
la tenue iluminación
y los primeros planos de
los rostros de los personajes,
Bier nos sumerge en la imaginación
y el sentir de estos seres
que sufren sin control una
metamorfosis kafkiana donde
la fuerza del destino trasciende
el poder de estos personajes,
y se hace autor de sus acciones.
A
la manera de los trágicos
griegos, si se quiere, produce
en el espectador este efecto
de catarsis en la identificación
y la compasión que
se siente por cada uno de
ellos.
Este
resultado no es casual,
sino que está delicadamente
trabajado desde el manejo
del tiempo diegético
que permite conocer el punto
de vista de cada personaje
frente a las situaciones
que les ha tocado vivir.
Haciendo hincapié
en la integridad moral de
sus personajes, la cineasta
logra que se los exima de
cualquier postura crítica,
en el mal sentido del término.
La gran paradoja del film
nos remite a los orígenes
de este género trágico,
y a las palabras de Sófocles,
el trágico por excelencia,
que nos advierte que no
debemos juzgar feliz a nadie
antes que llegue el término
de su vida sin haber sufrido
ninguna desgracia.
Un
film que invita a reflexionar
sobre esta cuestión
tan irresuelta como fascinante
que es el destino. Una obra
exquisita, comprometida
y vertiginosa con una mirada
abierta a los pesares de
la humanidad.
Lorena Rueda
Ficha Técnica:
Corazones Abiertos.
Titulo original: Elsker
dig for evigt. 2002,
Dinamarca. Drama. Dirección:
Susanne Bier. Guión:
Anders Thomas Jensen, Susanne
Bier. Protagonistas: Mads
Mikkelsen, Sonja Richter,
Nikolaj Lie Kaas.
Revista El Abasto, n°
85,marzo, 2007.