Cuatro
habitaciones
Cuatro habitaciones, desarrolla
cuatro episodios que toman
como escenario de la acción
cuatro habitaciones de un
viejo hotel. Los directores
Allison Anders, Alexandre
Rockwell, Robert Rodríguez
y Quentin Tarantino, quien
también es el productor
del filme, tomarán
las riendas de la dirección
de cada habitación
generando una interesante
mezcla de estéticas
y estilos que usarán
como pretexto narrativo
la historia de un botones
en su primer día
de trabajo.
El
proyecto de su productor
que dio origen a este “experimento
fílmico”, fue
juntar cuatro directores
con un estilo propio y con
ansias de filmar, en un
contexto donde los medios
de producción de
un cine independiente se
hacían muy arduos
para llevar a cabo la realización
de un largometraje. Es así
como un poco por experimento
y otro tanto como respuesta
a una industria un tanto
hostil, resulta un film
bastante cuestionado desde
la crítica, con posiciones
encontradas. Uno se atrevería
a decir que la denuncia
a un mercado de exclusión
tuvo su resultado, pero
no sabemos si ése
fue el objetivo. Lo que
sí se puede dar cuenta
es que el film ha logrado
imponerse desde la diversidad
dada en el contexto de producción
y consumo y que esta diferencia
se repite desde la inscripción
en la propia construcción
estética.
El
genial Tim Roth, en su papel
de botones será el
personaje hilo de todo el
film. Supliendo las necesidades
de los huéspedes
de cada habitación.
Así y dado las distintas
vicisitudes por las que
tuvo que atravesar a lo
largo del paso por las distintas
habitaciones el personaje
decide finalmente renunciar
a su puesto, pero antes
deberá enfrentarse
al último pedido
de la habitación
que dirige Quentin Tarantino
titulado "The Man from
Hollywood", donde cuatro
amigos borrachos deciden
recrear un episodio de la
serie "Alfred Hitchcock
presenta" sobre la
base de una apuesta que,
propio del estilo del director,
sobrepasa cualquier límite
de coherencia, haciendo
relucir el arte de hacer
cine utilizando la idea
como puntapié para
darle paso a la acción.
Es
de destacar que Robert Rodríguez
es el único de los
cuatro directores que se
ha encargado del montaje
de su propio fragmento,
en que usos como el del
teléfono, hacen énfasis
en la personalidad del temeroso
personaje que interpreta
Banderas así como
también en el de
su hija como un reflejo
de la personalidad autoritaria
de ambos.
La
presencia de estrellas de
la pantalla grande le dan
al filme una cuota de fetiche
que se ensambla a la perfección
con la propuesta del filme;
comenzando la lista con
el actor protagonista y
marca de los films de Tarantino
“Tim Roth”,
y siguiendo con Madonna,
Antonio Banderas, y Valeria
Golino entre los mas destacados.
Mezcla
de extravagancia, personajes
e historias llevadas al
límite de lo narrativo
son los ingredientes necesarios
a la hora de cumplir con
el propósito de filmar
por gusto, centrados en
el proceso más que
en el resultado. Mal que
le pese a la crítica
el resultado es un film
que tiene mucho por descubrir
y que permite jugar con
la mirada poniendo énfasis
en la marca propia de cada
autor, y es eso lo que lo
hace enriquecedor y establece
la originalidad de la diferencia.
Lorena Rueda
[email protected]
Año: 1995. Origen:
Estados Unidos. Producción:
Quentin Tarantino. Dirección:
Allison Anders, Alexandre
Rockwell, Robert Rodríguez
y Quentin Tarantino. Guión:
Allison Anders, Alexandre
Rockwell , Robert Rodríguez
y Quentin Tarantino. Intérpretes:
Tim Toth, Madonna, Antonio
Banderas, Bruce Willis,
Valeria Golino, Lili Taylor,
Jennifer Velas y Marisa
Tomei.
Revista El Abasto,
n° 88, junio 2007.