Desalojo
violento a pasos del Abasto
Esta mañana
se realizó otro desalojo
violento, ahora en un inmueble
de Acuña de Figueroa,
entre Córdoba y Cabrera
donde los habitantes defendieron
su vivienda a piedradas
contra la policía.
Sin ofrecer alternativas
reales desde el estado para
resolver la problemática
habitacional envían
al monopolio de la violencia
para defender el capital.
Hoy
de mañanita las autoridades
realizaron un nuevo desalojo
violento, esta vez en un
inmueble de Acuña
de Figueroa, entre Córdoba
y Cabrera donde los habitantes
defendieron su vivienda
contra la policía.
Mientras
se realizaba la parte más
violenta del desalojo, donde
hubo heridos, quedaron niños
adentro de la vivienda y
madres afuera, desesperadas
por sus hijos. Según
los diferentes medios el
desalojo fue repentino,
los inquilinos no sabían
que venía, y lo que
es peor, argumentan que
pagaban 500 pesos
de alquiler por cada habitación.
El
argumento “legal”
del desalojo es que la vivienda
había sido vendida
y el nuevo dueño
la tirará abajo para
hacer un nuevo edificio.
Se estima que en el inmueble
–un hotel– era
habitado por entre treinta
y cuarenta familias, con
unos sesenta chicos.
La parte
práctica del desalojo
fue primariamente ejecutada
por efectivos de la Comisaría
Nº 21, luego de la
orden de un juez, y tuvieron
ante la resistencia civil
el apoyo de guardias de
infantería. Luego
que los habitantes del lugar
arrojaron diversos objetos
las fuerzas armadas dispararon
gases lacrimógenos.
El
desalojo se realizó,
como de costumbre, entre
gallos y media noche, a
eso de las seis de la mañana.
Pareciera que hay enseñanzas
de otras épocas que
son útiles incluso
para las democracias donde,
supuestamente, le compete
al estado tener políticas
activas para resolver problemas
habitacionales. Eso figura,
por ejemplo, en la Constitución
de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires donde “La
Ciudad reconoce el derecho
a una vivienda digna y a
un hábitat adecuado”,
por ejemplo, auspiciando
“la incorporación
de los inmuebles ociosos”
(Capítulo 5, “Habitat”).
U.K.
Buenos Aires,
24 de octubre de 2008
Pinche
aquí para leer la
Constitución porteña