Descuido
del espacio privado
El flamante gobierno porteño
tiene entre sus caballitos
de batalla la lucha por
el espacio público.
El enemigo pasa a ser el
linyera, el cartonero y
la mugre. Pero desde el
espacio privado hay muchas
veces un descuido hacia
lo público que, por
lo que venimos notando,
no tiene ningún tipo
de acción intimidatorio
hacia los propietarios que
descuidan lo suyo tirando
abajo lo de todos.
El
actual gobierno porteño
tiene entre sus caballitos
de batalla la lucha por
el espacio público.
El enemigo pasa a ser el
linyera, el cartonero y
la mugre. Las soluciones
más fuertes hasta
ahora fueron echar a los
cartoneros que se habían
alojado en una plaza del
barrio porteño de
Belgrano como protesta por
el cierre del Tren Blanco.
Mientras hay vecinos que
se quejan porque la suba
del ABL no implicó
mejoras en los servicios.
Las calles siguen mugrientas
y continúan esquinas
con mugre enquistada. Como
si fuera poco el problema
del espacio público
están los espacios
privados descuidados llenos
de mugre que cumplen la
función de ser verdaderos
focos de infección.
En
el vecindario del Abasto
hay quejas de muchos vecinos
por los baldíos
de Lavalle y Jean Jaurès,
además de los otros
dos baldíos ubicados
en Jean Jaurès y
Carlos Gardel. Esos lugares
además de acumular
mugre, juntan ratas, de
lo cual además de
tener testimonios de vecinos
que se quejan que les entran
en sus viviendas soy testigo
ocular por verlas caminando
por esos lugares. Hace añares
que los dueños que
tienen esos predios a la
venta con precios irrisorios,
especulado con los compradores
que sin duda en algún
momento vendrán.
En sí la especulación
no es una medida antisocial,
lo que sí lo es en
todo caso es el descuido
de dichos espacios. ¿Me
van a decir que siendo propietarios
de semejantes bienes no
pueden al menos levantar
paredes que impidan que
su suciedad se irradie?
Otro
modo de molestias desde
el espacio privado hacia
el público u hacia
otros espacios privados
son los ruidos molestos.
¿Por qué en
algunos casos no se respetan
las zonificaciones?
Otro
descuido desde lo privado
con repercusión negativa
hacia lo público
son los locales
vacíos con
alquileres altísimos.
¿No les conviene
bajar el copete y alquilar
a precios más accesibles
en lugar de tener locales
vacíos que juntan
mugre? Un ejemplo claro
son los tres o cuatros locales
que hay en la cuadra de
Sánchez de Bustamante
al 700, casi Lavalle, donde
uno, con el vidrio roto,
auspició durante
años de vivienda
para gatos callejeros. Ahora
el tema es que hace unos
días uno de esos
animales falleció
y hay un olor putrefacto
que notará el transeúnte
que pasa por esa vereda.
Nadie limpia, nadie saca
el cadáver. Me pregunto,
¿nadie es dueño
de ese local?
En
definitiva y a modo de cierre.
Las acciones privadas tienen
repercusión en lo
público porque entre
todos conformamos un tejido
social. Está en todos
nosotros cuidarlo, mejorarlo
y ser solidarios. Y mientras
una de las funciones del
periodismo es denunciar
actos injustos e inapropiados,
entre las funciones del
gobierno está el
controlar que las normas
se cumplan.
U.K.
Buenos Aires, 26 de marzo
de 2008