Club
de Paris: ¿qué
es lo que se paga?
La deuda que se cancelará
al Club de París
es ilegal aunque intenten
convencernos de que es correcto
hacerlo. ¿Es lícito
pagar esta deuda? ¿Qué
sectores están a
favor? ¿Quiénes
han recibido con algarabía
esta decisión?
El
martes, la presidenta argentina
Cristina Fernández
de Kirchner, anunció
el pago de 6706 millones
de dólares al Club
de Paris (*) con fondos
de la reserva acumulada
en el Banco Central.
Ese mismo
día el multimedio
Clarín,
en su versión digital,
realizó una encuesta.
La pregunta era si se estaba
de acuerdo con el pago al
Club de París. De
un total de 22.205 votos,
el 77% respondió
que sí. Esto podría
tomarse como una muestra
del “sentido común”
de la mayoría, en
parte construido por el
mensaje de los multimedios,
el cual dice que “las
deudas se pagan porque eso
es de gente de bien”.
¿Sabrán los
que respondieron afirmativamente
que la deuda con el Club
de París es parte
de la “deuda
odiosa”,
definida así por
una teoría norteamericana
según la cual las
deudas contraídas
por dictaduras o que no
benefician a los pueblos
no deben pagarse?
¿Sabrán
que esa deuda forma parte
de la que en julio de 2000
el juez Ballestero declaró
como ilegal y fraudulenta
ante la denuncia de Alejandro
Olmos y que, a pesar de
ello, nunca el Congreso
de la Nación, ni
los diferentes gobiernos,
se dignaron a investigar?
Más
allá de las declaraciones
de diferentes funcionarios
de gobierno, empresarios
y banqueros apoyaron esta
decisión. Un repaso
de nombres puede dar una
idea de qué sectores
se verán beneficiados.
¿Quienes
celebraron? La
Asociación Empresaria
Argentina (AEA) que reúne
a los principales grupos
económicos del país,
el titular de la Unión
Industrial Argentina (UIA)
Juan Carlos Lascurain, el
titular de la Unión
Industrial de la Provincia
de Buenos Aires (UIPBA)
Osvaldo Rial, el titular
de Fiat Argentina Cristiano
Ratazzi, el presidente de
Impsa Enrique Pescarmona,
el presidente del Banco
Macro Jorge Brito, la Confederación
General Empresaria de la
República Argentina,
entre otros.
El
diputado nacional Miguel
Bonasso se refirió
a quienes aplaudieron esta
decisión como "El
establishment, integrado
por corporaciones extranjeras
en un 70%".
Algunas
declaraciones no permiten
ver el marco real y la proyección
a futuro de esta medida.
Dijo el periódico
londinense The Financial
Times que este pago
"no hará nada
para mejorar el acceso de
Argentina a los mercados
internacionales... ya que
son los holdouts
(los bonistas que no aceptaron
en su momento el canje de
deuda) los que impiden que
ingresen capitales al país".
Dijo
el representante del Departamento
de Estado norteamericano
en Argentina, Sean MC Cormack:
"Esperamos que este
importante paso creará
oportunidades para que instituciones
financieras estadounidenses
e inversores internacionales
reanuden sus operaciones
en la Argentina”.
Y agregó: “Esperamos
trabajar con el Gobierno
de la Argentina a medida
que normaliza sus relaciones
financieras con todos los
acreedores externos y con
la comunidad financiera
internacional”, en
clara alusión a la
deuda sin cancelar con los
bonistas que no ingresaron
al canje y que asciende
a poco más de 20
mil millones de dólares
(sin intereses).
Dijo
el ex ministro de Economía
Domingo Cavallo, quien estatizó
la deuda privada durante
la dictadura del 76: "los
expertos financieros bien
informados sobre la realidad
Argentina no se dejarán
impresionar por esta decisión".
Nosotros
nos preguntamos: los argentinos,
¿qué moral
debemos honrar? La Deuda
Externa ¿es moral?
Con el pago ¿se busca
el bien común? Si
antes no se pagaba, ¿por
qué ahora sí
se tiene que pagar? ¿Se
debe? ¿Qué
se hizo con aquella plata?
¿Quién firmó
aquellos acuerdos? ¿Ahora
queremos entrar al mundo,
y antes dónde estábamos?
Tal
como expresa la Liga Argentina
por los Derechos del Hombre:
“Esta deuda es ilegal,
ilegitima, inmoral, incobrable
y ya ha sido pagada varias
veces. La remesa de 6.700
millones de dólares
a las grandes potencias
capitalistas es una afrenta
a la memoria de los desaparecidos
(que fueron victimizados
en aras de una política
que se basaba en la sumisión
hacia estos mismos intereses)
y al presente de millones
de argentinos que cobran
salarios insuficientes,
están desocupados,
padecen necesidades sanitarias,
habitacionales, educativas,
culturales y de todo tipo”.
Desde
la Eco decimos:
las deudas se pagan, las
estafas no.
(*) Club de París:
organismo internacional
integrado por Alemania,
Australia, Austria, Bélgica,
Canadá, Dinamarca,
Estados Unidos, España,
Finlandia, Francia, Irlanda,
Italia, Japón, Noruega,
Rusia, Países Bajos,
Reino Unido, Suecia, y Suiza.
El 87 por ciento de la deuda
está concentrado
en seis países: Alemania,
con el 30 por ciento; Japón
con el 25; Holanda con el
9; Italia y España,
con el 8 y Estados Unidos,
con el 7.
Fabiana
Arencibia
Red Eco Alternativo
Buenos Aires,
5 de septiembre de 2008