5
de septiembre: Día
del Lunfardo
Imagen ilustrativa: Fileteado
porteño, "Un
cuore bien porteño"
de Gustavo Ferrari. Exposición
de arte en Buenos Aires
"Corazones vivos"
Organizada por Fundación
Favaloro.
Desde
el año 2000, los
5 de septiembre se celebra
en Buenos Aires el Día
del Lunfardo por iniciativa
del periodista Marcelo
Héctor Oliveri,
miembro de la Academia Porteña
del Lunfardo, y excolumnista
de El Abasto. La
fecha conmemora el día
de publicación de
Lunfardía,
libro de José
Gobello, que en
1953 impulsó el interés
lingüístico
por la jerga popular.
Tanto
Gobello como Oliveri insisten
en que el origen del habla
popular porteña parte
fundamentalmente de las
grandes inmigraciones de
fines del siglo XIX. Ese
origen no niega que el habla
se haya desarrollado en
los sectores del hampa porteño,
dado que los inmigrantes
muchas veces eran pobres.
Y por eso no es casual que
los primeros estudiosos
de la jerga fueran funcionarios
policiales, como Dellepiane
o Fray Mocho. Muchas veces
se la ha definido como una
“lengua de los delincuentes”.
En su origen la palabra
“lunfardo” vendría
del gentilicio “lombardo”,
término que llegó
a ser sinónimo de
ladrón porque los
lombardos fueron, en el
siglo XVIII, usureros y
prestamistas.
Pero
el mundo del lunfardo en
realidad no era solamente
el de la delincuencia. Era
más bien, como afirman
nuestros investigadores,
el bajo mundo del
conventillo, del inmigrante
donde se mezclaban
palabras de diferentes orígenes.
Eso comienza a penetrar
la cultura porteña.
“Mi noche triste”,
de Pascual Contursi, es
el primer tango
que incluyó letras
lunfardas. Si bien en sus
inicios los tangos lunfardos
contaron la vida arrabalera
y compadre, pronto, tras
la crisis del ´30,
las letras comenzaron a
mencionar temas como la
pobreza, el desempleo y
los valores desvirtuados.
Vale
recordar la ridiculez a
la sectores conservadores
de esta sociedad llegaron.
Entre 1933 y 1953, nuestro
slang quedó prohibido
para ser transmitido por
la radio. Esta proscripción
hizo que muchos tangos tuvieran
que cambiar sus letras y
títulos: “El
bulín de la calle
Ayacucho”, con letra
de Celedonio Flores pasó
a llamarse “Mi cuartito”.
Hoy
por hoy los estudiosos del
lenguaje entienden que la
originalidad de lenguaje
es un bien propio y preciado.
Por eso en la Academia Porteña
del Lunfardo tienen como
lema: “El
pueblo agranda el idioma”.
R.S.
Buenos
Aires, 5 de septiembre de
2008