¡Feliz
2007!
Arrancar el año es
para todos difícil,
más cuando las ganas
pueden estar más en
disfrutar en una playa que
en aturdirse en esta jungla
de cemento. Pero Buenos Aires
tiene ese no se qué
que a uno lo va atrapando.
Y así, como por arte
de magia ya estamos nuevamente
inmersos en ese círculo
centrípeto que lo retiene
a uno por todo un año.
Y pese a que pareciera que
el mundo esté en contra
nuestro... Porque desaparecen
testigos claves contra tipos
juzgados por genocidios o
torturas. Porque en enero
recordamos los diez años
desde que asesinaron brutalmente
a José Luis Cabezas
que nos recuerda sobre los
poderes mafiosos que respaldan
el poder. También de
hace diez años es la
ida de un gran escritor argentino,
Osvaldo Soriano, que más
allá de que nos apene
que no siga creando, su vida
nos recuerda sobre el exilio
multitudinario y lo que forzó
a ello. En el mundo, Estados
Unidos, pese a resistencias
internas, pisa violentamente.
Para llegar a Uruguay restan
pocas maneras: Buquebús
o por aire. ¿Habrá
intereses creados en que ambos
pueblos nos enfrentemos? Ahora
acá nos tiran la propuesta
de ley en la que podamos elegir
jubilación: AFJP privada
o la de “reparto”
estatal. Y los multimedios
parecen amnésicos cuando
no recuerdan que hay AFJPs
al límite de la quiebra,
porque la guita que le dimos
durante una larga década
se la morfaron o la invirtieron
y ahora no les gustó
el tema de pagar. Así
que pareciera que nuevamente
el estado sale a salvar al
capital. Me recuerda al 2001
cuando el estado cuidó
a los bancos. Me surgen un
par de interrogantes ¿por
qué el dinero depositado
en una AFJP no pasa al estado
cuando uno cambia? ¿Por
qué si estamos haciendo
un país en serio todo
sigue pareciendo una gran
joda? Tal vez sea mejor la
amnesia y mirar culos de Giordano
y el programa de Tinelli.
Solo que no es fácil
olvidar cuando la cruda realidad
nos salta todo el tiempo a
la vista.
Rafael Sabini
[email protected]
Revista El Abasto,
n° 84, museos, enero/febrero,
2007.
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