El Ministerio de Gobierno
porteño anunció
el llamado a licitación
para ampliar este mecanismo
de control vial de fotomultas
a la totalidad de las avenidas
de mayor circulación,
ya que actualmente sólo
algunas arterias lo tienen.
La intención es incrementar
las sanciones ante infracciones
graves de tránsito
como el exceso de velocidad
y la violación de
los semáforos en
rojo.
Recientes
informes del gobierno demostraron
que en la Ciudad de Buenos
Aires se controla más
el mal estacionamiento que
las faltas graves, y sólo
se cobra una de cada cuatro
multas. Las infracciones
graves, como violaciones
al semáforo en rojo,
exceso de velocidad o alcoholismo,
han sido sistemáticamente
descuidadas.
El Plan
Estratégico de Seguridad
Vial fue sometido a análisis
por el Ejecutivo porteño
tras el aumento de los accidentes
de tránsito y la
violación de normas
que se detectan en las calles
y avenidas de la Ciudad
de Buenos Aires.
Actualmente
hay 27 controladores de
faltas para analizar esa
cantidad de multas, y muchas
de ellas no llegan a ser
tratadas y prescriben. Se
pasará de esos 27
controladores a 126 y habrá
90 jueces específicamente
abocados a las multas de
tránsito.
Además se envió
a la Legislatura el Plan
Estratégico de Seguridad
Vial que modificará
el monto de las multas por
incumplir las normas de
tránsito. Dentro
de ese paquete de medidas
la incorporación
un sistema de puntajes,
donde quien reciba dos infracciones
por faltas graves se le
retirará la licencia
de conducir.
Es
bueno recordar que ingresan
a diario a la “Ciudad”
más de un millón
de vehículos. Además
dentro hay caso dos millones
más...
El sistema de multas fotográficas,
que comenzó a funcionar
en la ciudad en 1999. Hoy
dos empresas se reparten
el revir, cada una opera
en una unidad virtual de
Buenos Aires, y el gobierno
porteño les paga
5,28 y 6,50 pesos por cada
acta válida, y tienen
un cupo de 150.000 infracciones
por mes. Buen negocio.