Apoyo
a la industria farmacéutica
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Desde
el gobierno porteño
festejan acuerdos con los
empresarios farmacéuticos
donde los vecinos invertiríamos
en una planta de destrucción
de medicamentos vencidos.
Poco tiempo atrás
el actual alcalde porteño,
Mauricio Macri, había
vetado el proyecto de ley
que prometía producción
de medicamentos desde el
gobierno al alcance de todos
los bolsillos.
En
una nota titulada “La
Ciudad busca soluciones
para la industria farmacéutica”
publicada en la página
web del gobierno porteño
comentan que las “autoridades
del Ministerio de Desarrollo
Económico del Gobierno
de la Ciudad y representantes
del sector de la industria
farmacéutica compartieron
un desayuno de trabajo,
en el cual analizaron el
diseño de líneas
de financiamiento para
el sector, la habilitación
de ese tipo de industrias
y las inspecciones en plantas
industriales.” Encima
de eso desde el gobierno
propusieron “la construcción
de una planta de destrucción
de medicamentos vencidos,
para asegurar que no retornen
al mercado en forma ilegal”.
O sea, inversiones desde
el estado, con nuestros
impuestos, ayudando al sector
privado que en un rubro
que se lleva ganancias formidables.
Porque todos sabemos lo
que se cobran los medicamentos;
porque “pagás
o morís”.
Leído
a las apuradas podría
llegar a sonar bien que
el estado negocie y ayude
a la economía privada.
Pero si nos detenemos un
segundo, reflexionamos y
recordamos el reciente veto
del actual jefe de Gobierno,
Mauricio Macri,
a la saliente ley –aprobada
en la Legislatura porteña–
al proyecto del Laboratorio
Estatal de Producción
de Medicamentos,
donde se podría haber
fabricado remedios a un
costo mucho menor que el
que maneja el mercado, notamos
que algo anda mal.
Como bien nos recuerda el
colega de La
Urdimbre, una
de las impulsoras del proyecto,
la ex diputada Beatriz
Baltroc, había
dicho en declaraciones a
Página/12 que
“la ley tenía
partida asignada, ya que
el proyecto pasó
por la Comisión de
Presupuesto y Hacienda.
Por lo demás, la
suma necesaria para iniciar
el proyecto era de un millón
de pesos: sin necesidad
de recordar todas las leyes
especiales, votadas en estas
semanas, que le otorgan
al Gobierno de la Ciudad
facultades para contratar
en forma directa por sumas
millonarias. Aunque no estuviera
en el presupuesto el jefe
de Gobierno está
en condiciones de asignar
esa cantidad; pero tienen
un arreglo con los laboratorios
privados, y por eso mismo
vinieron frenando el proyecto
durante años”.
U.K.
Buenos Aires, 11 de marzo
de 2008