La
inflación y el problema
habitacional
Como muchos otros, buscamos
con mi señora la
posibilidad de un préstamo
como el que lanzó
el presidente Kirchner.
Hay publicidades, como las
del Banco Supervielle, donde,
al llamar, prometen volver
a contactarte y luego lo
olvidan. ¿Qué
está pasando?
La
vuelta del crédito
hipotecario popular fue
un pomposo anuncio del gobierno
a fines del año pasado.
El "plan canje"
que transformaría
de modo peronista a los
inquilinos en propietarios.
Los bancos flexibilizarían
las normas para que, con
la presentación del
recibo de alquiler, se pudiera
obtener un préstamo
para acceder a la casa propia.
Pero se hizo imposible conciliar
el monto de un alquiler
con el de una cuota hipotecaria.
Un ejemplo: un inquilino
que abona 500 pesos por
el alquiler de un departamento
de tres ambientes en Balvanera
debería desembolsar
unos 180 mil pesos si pretende
comprarlo. Se supone que
no tiene ahorros y debe
pedir el dinero prestado
al banco. Por un crédito
de ese monto debería
pagar una cuota de unos
2.500 pesos. La ecuación
es imposible de conciliar,
aun en el caso de que el
inquilino decida mudarse
a un barrio más económico.
Esa puede ser una razón
por la que los bancos ni
siquiera vuelvan al llamar.
Pero entonces ¿por
qué lo anuncian,
si la publicidad cuesta
dinero? Eso puede responderse
de la misma manera que la
pregunta: ¿para quién
fue armado este negocio?,
contesta José Castillo
en elsocialista-mst.org:
“Por un lado para
las grandes constructoras,
que se llevaron una desgravación
impositiva que les rebaja
los costos. Son los mismos
que hoy se benefician con
el “boom” de
la construcción,
levantando torres, barrios
cerrados y countries, a
4.000 pesos el metro cuadrado.
Los otros “ganadores”
son los bancos [nota red.
desde julio del año
pasado, los bancos abrieron
más de 150 sucursales],
que verán flexibilizadas
las normas que les exige
el Banco Central para prestar,
por lo que se les abre el
camino para todo tipo de
autopréstamos y negociados
con las propias constructoras.
Pero a estos mismos bancos
no se les obligará
a bajar las usurarias tasas
de interés (hoy se
presta al 11% anual, que
sumados a gastos y comisiones
llega al 14%, mientras que
por un plazo fijo se paga
hasta un 7%, por lo que
ganan duplicando la tasa).
De hecho, los bancos en
los primeros 6 meses del
año ya ganaron en
conjunto 1.800 millones,
más que en todo el
2005.”
En comparación
con el poder adquisitivo,
la vivienda es costosa
Ahora, más
allá de los posibles
negociados, el problema
para quien aspira a comprar
o debe alquilar es que las
propiedades están
muy caras. O como argumentan
los inmobiliarios el nivel
adquisitivo de la gente
es tan bajo que le cuesta
llegar al valor de los bienes
inmuebles. Vicente Palazzo
Caputo, importante referente
inmobiliario de la zona,
sostiene que en comparación
a lo que gana la gente pueden
sonar caros los precios,
pero que si se compara con
otros gastos en realidad
no están caros. Él
comenta que en el uno a
uno la renta anual oscilaba
el 2% mensual del valor
del inmueble y una vez explotada
la crisis del 2001-2002
esa renta bajó al
0,3%. Y que hoy está
más cerca del 0,7%.
Yo le comenté que
el 0,5% era, según
Noticias, los parámetros
tradicionales e internacionales.
Palazzo Caputo sostiene
que acá no es fácil
regirse por cuestiones internacionales
por la inflación
encubierta del 12 al 15
% anual.
Como
fuere, ¿a qué
se debe la falta de dinero
en los bolsillos populares?
Hay muchas razones. Una
importante es que el Banco
Central de la República
Argentina compra la mayor
cantidad de los dólares
que entran al país
para juntar más reservas
y mantener alto el precio.
Kirchner está convencido
de que el dólar bajo
fue una de las principales
causas de las crisis económicas,
y considera que la divisa
estadounidense alta favorece
la exportación, limita
la importación y
sostiene el superávit
fiscal. La contracara: el
poder adquisitivo de los
trabajadores se ve disminuido,
pagando nosotros el festín
del que no participamos.
Pero puede ser que desde
el punto de vista macro
-como lo mira nuestro presidente-
esto se puede llegar a justificar
porque podrá, tal
vez, beneficiar al país
en su conjunto. Pero entonces
hay que hacer como los otros
países y encarar
el problema habitacional
y no solamente fijar precios
para que haya escasez de
productos.
Para
que nos hagamos una idea
de la magnitud del problema:
acá en pocos años,
y con el dólar en
tres a uno, los alquileres
han subido, en promedio,
entre 80 y 120 %. Pero Buenos
Aires no es el único
lugar donde los alquileres
han subido de modo descomunal.
La regla es sencilla, y
muy parecida al principio
bancario donde se trata
de “aplicar una tasa
de interés baja a
quien tiene alta capacidad
de pago e imponer una tasa
de interés alta a
quien tiene una baja capacidad
de pago”. (padec.org.ar)
Con los alquileres funciona
del siguiente modo: cuánto
más necesidad, más
caro: el precio de los alquileres
en la ciudad de Ushuaia
aumentaron un 200 % en los
últimos dos años
según informó
el diario Ámbito
Financiero. Recordemos que
ahí, sin vivienda
uno se muere de frío…
El mismo matutino menciona
que en Ushuaia "el
descontrol es tan grande"
que se creó una ONG
de inquilinos para contrarrestar
la situación.
La
ciudad como mercancía
o
como espacio político
de convivencia
La ley de
la oferta y la demanda explica
que si algo tiene compradores
se encarece. Pero no hay
que confundir mercancías
con el carácter patrimonial
de los stocks (como inmuebles).
Las mercancías son
producidas para ser vendidas,
mientras los stocks tienen
un carácter intrínseco.
Se los produce para acumular
como inversión. Pero
considerar a la ciudad como
un mercado de suelo en vez
de un espacio donde conviven
seres humanos, un espacio
políticamente organizado,
es peligroso porque el suelo
además de tener en
este sistema un valor mercantil
también tiene un
valor social y ambiental.
La gente necesita viviendas
para vivir. Por eso se podría
decir que el problema de
la vivienda es un problema
de estado (incluso de los
más conservadores,
derechosos y liberales).
¿Por
qué el gobierno que
defiende los
derechos humanos no hace
nada profundo ante el problema
habitacional?
Si uno fuese
malpensado podría
opinar que el gobierno no
hace nada con respecto al
problema de los alquileres
porque iría contra
beneficios privados de quienes
están más
arriba en la jerarquía
social. Y no amigos o contactos,
sino que hasta el mismísimo
presidente de la Nación
tiene sus negocios inmobiliarios.
En la nota “Militante
inmobiliario” sobre
“Kirchner en los ´70”
de la revista Noticias (n°
1546, agosto 2006) no solamente
se deschava su relación
con funcionarios de la época
de la dictadura, sino también
cómo su estudio de
abogado se especializó
en rematar viviendas de
la gente que debido a la
gran inflación no
podía seguir pagando
las cuotas. El estudio de
la actual pareja presidencial
tenía contactos suficientes
como para acercarse a los
morosos y explicarles que
antes de ir a remate les
convenía venderle
la propiedad (por mucho
menos que el valor real).
Así lograron hacerse
de veintiún inmuebles
entre el ´77 y el
´82. En su última
declaración, el presidente
juró tener bienes
por el valor de 6.940.853
pesos y aumentó a
veintiocho (28) sus propiedades
inmuebles según informa
La Nación (16/7/2006).
De más está
decir que su esposa, la
senadora Cristina, también
tiene propiedades a su nombre.
Actualmente
su hijo mayor, Máximo,
es el administrador de los
inmuebles que según
la última declaración
del presidente (fuente:
Noticias) suman 276.793
pesos de renta anuales (más
de 23.000 pesos mensuales).
Según Seprin (agosto
2004), y corrobora Noticias,
la declaración anterior
sumaba $56.050 pesos en
rentas lo cual -argumentan
ambos medios- hace pensar
que olvidó algunos
bienes en alguna declaración.
Los dos medios vinculan
al presidente con distintas
empresas, algunas ligadas
a las bienes raíces,
y Seprin, además,
presenta bienes que el presidente
habría dejado sin
declarar. Como fuere, los
intereses de las rentas
superan con creces los sueldos
del presidente y de la senadora.
¿Cuáles
son los intereses que juegan
en contra de la doctrina
del gran líder argentino,
Perón, a quien dice
seguir?
¿Podrán
simples intereses monetarios
personales impedir que un
hombre de bien como el presidente
intervenga en el tema de
los alquileres?
¿O
será simplemente
un descuido habiendo tantos
otros derechos humanos por
subsanar en un país
cuyas llamas no se apagan
ni con las inundaciones?
Rafael Sabini
Bibliografía:
revista Noticias, Ámbito
Finaciero, elsocialista-mst.org,
asteriscos.tv, seprin.com,
padec.org.ar, tiempofueguino.com.ar,
La Nación, otros
medios y la realidad argentina.
RECUADRO
1
Burbuja financiera
“La burbuja es una
metáfora que se suele
utilizar para describir
los excesos que se producen
en los mercados de activos.
Se dice que hay «burbuja
inmobiliaria», cuando
los precios de los activos
inmobiliarios han sobrepasado
en mucho un nivel sostenible
en el tiempo. La burbuja
transmite la idea de exceso
y también la de no
sostenibilidad, de que en
algún momento ha
de pincharse y dar marcha
atrás frente a los
niveles alcanzados”,
explica Fernández
Ordóñez (Creador
de la CNSE, España).
RECUADRO
2
Inflación
según diccionarios
enciclopédicos:
Wikipedia: “En
economía, la inflación
es el aumento sostenido
y generalizado del nivel
de precios de bienes y servicios.
Se define también
como la caída en
el valor de mercado o del
poder adquisitivo de una
moneda en una economía
en particular, lo que se
diferencia de la devaluación,
dado que esta última
se refiere a la caída
en el valor de la moneda
de un país en relación
a otra moneda cotizada en
los mercados internacionales”
Grijalbo: “Inflación
cuantitativa se originaría
por el aumento en la liquidez
del sistema (créditos
o déficit público)
y no explica el origen de
dicho aumento. Inflación
keynesiana el aumento de
la demanda (mayor empleo,
mayor gasto de vida) presiona
sobre la oferta”.
Inflación
en el tercer mundo
según padec.org.ar
“En períodos
de inflación la capacidad
de consumo de las familias
siempre se ve reducido,
directa o indirectamente.
La fijación de precios
de las grandes empresas
resulta de una carrera especulativa
a fin de aumentar las ganancias
inmediatas. Mientras en
los países industrializados
del primer mundo, las ganancias
razonables son entre un
2% y un 5% anual, en nuestro
país, como país
emergente, no industrializado,
las empresas consideran
que sus ganancias "deben"
ser mayores superando el
20% anual, y fomentan de
esa manera la inflación.”
RECUADRO
3
Una solución
radical: estatizar y recolonizar
los latifundios
Hace unos meses el entonces
subsecretario de Tierra
y Vivienda, el piquetero
Luis D'Elía, se había
metido con el latifundio
del empresario estadounidense
Douglas Tompkins amenazando
a los grandes terratenientes
con el método chavista
de expropiación de
tierras. Si bien es evidente
que la expropiación
de estos latifundios sería
un gran paso adelante en
la socialización
de las tierras y el hábitat,
en seguida el gobierno tomó
distancia. El jefe de Gabinete,
Alberto Fernández,
salió a desmentir
a D'Elía: “el
gobierno no presentó
ningún proyecto de
expropiación”
y pusieron al piquetero
de patitas en la calle.
Y claro, la propiedad privada,
por más inmensa que
sea, es sagrada. Además
no faltan los pobretones
-que en definitiva son la
gran masa de votos que lleva
la derecha- que temen que
socialicen su quintita de
dos por dos.
"Impossible
is nothing"
Desayuno en Perón
y Azcuénaga, Buenos
Aires, 2007.
Revista El Abasto,
n° 87, mayo, 2007.