Alta posicionamiento en buscadores y directorios Abasto

            

Agregar a Favoritos | Buscar | Preguntas | Mapa del sitio | Contactar |

INICIO HEMEROTECA CARTELERA LINKS CONTACTO BUSCAR

    

 


 


 

LECTORES

Dos buenas

En nombre de los vecinos de la calle Gallo 606 esquina Guardia Vieja quiero agradecer profundamente a las autoridades del CGPC 3 que es donde iniciamos los trámites con la presentación de firmas, solicitando la colocación de un semáforo en dicha intersección.
También muy especialmente a las autoridades de la Dirección General de Tránsito del Ministerio de Planeamiento y Obras Públicas del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Bs. As. que tan gentilmente accedieron a nuestra necesitada y útil señalización.
   Al mismo tiempo no queremos dejar de destacar la correcta y eficiente labor de quienes tuvieron a su cargo el trabajo de ejecutar dicho emprendimiento.
   Aprovechamos también para agradecer a la Dirección del Ente Regulador de Servicios Públicos, C.A.B.A. y a la empresa CLIBA la deferencia de habernos brindado una atención diferenciada para el retiro de los residuos.
¡Muchas gracias!
Oscar F. Caro
(desde “Las Torres”)


Recuerdos del barrio

Amable redacción y Rafael Sabini:
Después de pensar un poco (de vez en cuando) mi nombre es Edmundo (Pucho) Barimboim, como mi padrino. Tengo su nombre y apodo; fue Edmundo (Pucho) Guibourg, que también fue del Abasto, como tantos otros grandes del tango, cine, radio, fútbol, box… Nací en Jean Jaurès 851, en la misma casa con patio largo, vivía Marcos (Papucho) Busico. En Agüero y Zelaya, lado impar, me acuerdo de una lechería, y un café en la vereda par. Mi vieja entrerriana vivía en Anchorena y Paraguay, al lado del corralón, cerca vivía Pichuco (eso me lo contaron). Estoy en contacto con el foro de Todotango y si puede entre en él. En el “Tranvía del Recuerdo” se escribió un montón sobre el Abasto; Coco del Abasto, don José Pedro Aresi, y otros tantos amigos del barrio, en los años 60, 61, 62...
   Estuve en contacto con el maestro don Ricardo Tanturi, que a pesar de la diferencia de edad, nos unía el tango los sábados y domingos tomando vermut, en el bar de Lavalle y Ecuador donde vivía. Había otro cine en el barrio (más o menos); el Bijou en Pueyrredón entre San Luis y Córdoba.
   Sobre fotos, desgraciadamente mi mama murió en el 92 y yo estando en extranjero todo lo que había lo tiraron y casi estoy sin fotos, pero mi tía dice que tiene pero no sabe donde las metió; tiene 87 - 88 pirulos y sigue en el Abasto.
   Quería preguntar: había en Jean Jaurès al 600, antes de llegar a Zelaya, una casa que siempre me fascinó. Desde chico me paraba a mirar la casa; la fachada era como hecha de troncos de color gris (pero los troncos eran de cemento o algo parecido, hoy eso me hace creer que Gaudí en España no estaba solo) y tenía dos entradas. Puede ser que uds. sepan mas que yo.
   Desde ya gracias. Estaré en contacto con uds.
Pucho
[email protected]

Algún día quisiera poder entrevistarlos a Ud. y a su tía. Respecto de la casa del Jean Jaurès al 600, puede que se refiera a "la casa de troncos" que estaba donde hoy hay un edificio. Dicen que ahí también vivió Gardel.

Desde Tierra Santa

Buenas tardes a todos los del Abasto:
A sus preguntas soy del 25 marzo del 1938 así que tengo casi 70 pirulos como dice mi amigo Ernesto Ariel, mi tía dice que tiene fotos, yo no creo, pero está buscando. Sobre una entrevista, un poco difícil, vivo en Tierra Santa ya hace más de 45 años, pero si Dios quiere, el año que viene estaré otra vez en el Abasto. Estuve hace poco y me alojé en el hotelito Nontue por Corrientes y Agüero. Ya ven: siempre por el barrio.
   Gracias, por la casa de los troncos, sabía que uds. me dirían justo la verdad. Pregunté a tantos y nadie, no recuerdo, no sé, en la recta final, como dicen los burreros, se ve quien es el ganador. Sé que Carlitos antes de comprar la casa para doña Berta alquilaba por ahí no sé seguro, pero ya averiguaré y le escribo.
Pucho

Maestro… tu muerte

Homenaje al profesor
Carlos Fuentealba

Hoy murió un maestro
agoniza el día
algo en la tarde
se puso en la vida
y siguió su vuelo.
Se murió un maestro,
tenía ideales, tenía mil sueños,
lo despiden voces y cantos,
y tristes silencios
en las aulas solas,
corazón abierto, sangran las palabras,
quema el sol sin fuego,
piquetes de llanto
llora el universo, porque él hablaba
y se abría el cielo,
y crecía fértil
la semilla única
del entretenimiento.
Un adiós fortuito
es el que señala
la verdad suprema
sobre el misterio
de todo lo vivo
y lo intrascendente
de todo lo muerto por eso la vida genera más vida,
por eso es suprema y eterna, sin tiempo.
Por eso, maestro,
de pie, frente erguida,
entra eternamente
a ocupar tu puesto.
Siempre estaremos
cuaderno y pupitre
bebiendo tu néctar
del conocimiento.

Silvia Gaffoglio
De Zárate,
lectora de El Abasto

Revista El Abasto, n° 89, julio, 2007.


 
 


 

 

 

 

 

 

Copyright www.revistaelabasto.com.ar - Mientras mencione la fuente permitimos su reproducción,