Siameses
hasta que la muerte nos
separe
El telón se abre
mucho antes de entrar al
teatro. Entrando a la sala,
el escenario se presenta
con crudeza dispuesto de
manera que compone de antemano
un clima áspero y
austero. Irrumpe violentamente
en escena, Lorenzo, empapado
en sudor. Enajenado y triunfante.
El deseo
egoísta de salvarse
a cualquier precio, a costa
de la destrucción
del otro. La autodestrucción
que se proyecta en el afuera
y materializa la propia
putrefacción. La
pobreza, la ausencia de
contención, recursos
y derechos sociales que
conllevan a la alienación,
falta de expectativas e
identidad. La envidia de
lo no vivido. La corrupción
en todos sus matices. El
abuso de poder y el pasivo
sometimiento. La incomunicación.
Las actuaciones
de los siameses sostienen
con pasional compromiso
y audacia, caracterizaciones
que exaltan evidentes contrastes
entre sarcasmo, violencia,
astucia, ingenuidad, sometimiento
e indefensión. Los
dos polizontes, intervienen
con escaso texto y sin embargo
consiguen desde el absurdo
reflejar con imponente presencia
su esencia tirana y despiadada.
Un adolescente que no ve
futuro, con sencillez y
poca pretensión,
transmite la espontaneidad
y justicia que lo caracterizan.
Finalmente un anciano desahuciado
que no quiere ver más
allá de su alcantarilla,
interpreta con vaivenes
de intensidad momentos de
alto sentido poético
y simbólico. Personalmente,
me impactó el trabajo
del intérprete de
Lorenzo, que sostiene durante
toda la obra con admirable
energía, emotividad
y recursos un personaje
con rasgos psicológicos
muy complejos.
Con
humor y sutileza, Saltal
reformula las temáticas
que plantea Gambaro sumándole
condimentos sociopolíticos
actuales. Dirige esta puesta
al organismo entero y logra
que las imágenes
y palabras se reproduzcan
compulsivamente en una suerte
de continuidades descontinuadas,
aprovecha momentos efímeros
como los entreactos volviéndolos
parte del lenguaje, pausas
activas cargadas de la intensidad
y el significado de lo que
viene aconteciendo. La escenografía
y el vestuario le dan las
pinceladas adecuadas a este
descolorido plano de nuestra
existencia.
Les
recomiendo esta obra, sinceramente.
Gracias Griselda una vez
más. Y felicitaciones
de corazón a Marcelo
y a toda la Tabla Rasca.
Valeria Haro
Los siameses.
Autor: Griselda Gambaro.
Grupo La Tabla Rasca. Elenco:
Diego Ensinck, Gustavo Mina,
Martín Errea, Javier
Zanón, Carlos Cúneo,
Nicolás Pliner. Arte
y vestuario: Marcela Tazzioli.
Iluminación: Guillermina
Zanzotera. Música
original: Javier Castaneda.
Asistente de dirección:
Nicolás Pliner. Dirección:
Marcelo Saltal. Sala: Korinthio
Teatro (Junín 380).