Se
movilizan los motoqueros porque
“El trabajo en negro
y a destajo mata”

Imagen de argentina.indymedia.org
El próximo jueves 7
de diciembre, los trabajadores
pertenecientes a SIMECA (Sindicato
Independiente de Mensajeros
y Cadetes), se concentrarán
en el obelisco para movilizarse
al Ministerio de Trabajo para
exigir medidas para frenar
las muertes en accidentes
laborales. De acuerdo con
sus estadísticas, en
Capital Federal y el Gran
Buenos Aires ocho mensajeros
y deliverys mueren por mes
en accidentes de trabajo.
Sólo el lunes 27 de
noviembre murieron seis compañeros.
A
través de la Agencia
Rodolfo Walsh nos llega un
comunicado de SIMECA donde
dicen que el jueves 7 de diciembre
se juntan a las 18:00 en el
Obelisco para movilizarse
hacia el Ministerio de Trabajo
y exigir medidas para frenar
las muertes en accidentes
laborales. De acuerdo con
sus estadísticas, denuncian
que en Capital Federal y el
Gran Buenos Aires mueren ocho
mensajeros y deliverys por
mes en accidentes de trabajo.
Sólo el lunes 27 de
noviembre murieron seis mototrabajadores.
Luego
el comunicado dice: “A
pesar de esta cifra escalofriante,
para el estado argentino los
mensajeros y deliverys seguimos
sin existir, nuestra actividad
aún no está
regulada en la mayor parte
del país, de allí
que no haya estadísticas
oficiales sobre nuestro gremio.
“Los agencieros y patrones
y quienes no conocen esta
actividad adjudican la gran
cantidad de accidentes a nuestra
«irresponsabilidad»
frente a las normas de tránsito.
“Según
la visión patronal,
de fuerte aceptación
social, los mensajeros y deliverys
somos «salvajes»
que no respetamos ninguna
de las normas de tránsito
y como en la moto o la bicicleta
la «carrocería»
o el «paragolpe»
es el cuerpo del trabajador,
las lesiones y las muertes
son inevitables.
“Los
mensajeros y repartidores
pensamos distinto. No negamos
que muchas veces birlamos
normas de tránsito,
pero estamos seguros que son
las condiciones precarias
de trabajo lo que nos lleva
a eso y la causa de fondo
del alto índice de
accidentes laborales.
Cuentan
que los mensajeros, mayoritariamente,
no perciben un salario fijo,
sino que ganan un porcentaje
de los viajes que realizan.
Esto los obliga a mantener
muy intensos ritmos de trabajo
para poder llegar a fin de
mes. La situación se
les agrava por la extensión
de la jornada laboral que
suele durar de entre 10 a
12 horas. Las condiciones
climáticas y el estado
sus vehículos son cuestiones
de las que “los agencieros
se desentienden”.
En
el caso del delivery la situación
es similar, con la salvedad
de que existe un sueldo fijo,
pero este es muy bajo. La
propina se forma una importante
parte de sus ingresos y “para
hacer más propina hay
que «meter» más
pedidos”. Y continúan:
“el problema es mayor
para aquellos que trabajamos
en negro porque no tenemos
ni cobertura social ni de
salud y en caso de accidentes
nuestras familias quedan desamparadas.
“No
puede ser que seamos los trabajadores
quienes ponemos el cuerpo,
la herramienta de trabajo
(moto-bici) y corremos con
todos los riesgos, mientras
los agencieros, se llenan
los bolsillos a costa nuestra,
y encima nos dejan «tirados»
cuando nos accidentamos.
“El gobierno nacional
por su parte, por compromisos
que mantiene con el sindicalismo
tradicional nos niega la personería
gremial que nos permitiría
discutir un convenio colectivo
que garantice condiciones
dignas y seguras de trabajo.
“El
gobierno nacional es responsable
de esta situación,
a pesar de que puede dar solución
a nuestra problemática,
los funcionarios se limitan,
cínicamente, a ofrecernos
los servicios de sepelios
y subsidios para las familias
de los compañeros fallecidos.
La sangre de nuestro gremio
no se negocia. Porque queremos
trabajar para vivir y no morirnos
trabajando”.
U.K.
Bs. As. 5/12-2006
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