Encuentro con el Gran Maestro
de ajedrez Pablo Zarnicki
Jaque mate
Para una persona como yo
que no juega al ajedrez
podía suponerse que
hablar del tema es algo
tedioso. Quizá, porque
ésa es una de las
ideas que rondan en torno
del ajedrez, como si fuera
un juego un tanto aburrido.
Pero la charla que mantuve
con Pablo Zarnicki (32),
Campeón Mundial en
más de una ocasión
de este deporte, me demostró
que eso es sólo una
mala concepción que
existe, ya que Pablo me
supo demostrar en la más
que amena charla que tuvimos,
todo lo interesante que
existe en derredor de un
tablero.
¿Cómo
empezaste?
“Mi enseñó
mi viejo que era un aficionado
cuando yo tenía cinco
años, más
o menos, los movimientos
básicos. Y a los
siete u ocho años
empecé a participar
de los clásicos Torneos
Intercolegiales.”
¿Sos
Campeón Mundial de
Ajedrez?
“Sí, así
es. Gané un Campeonato
Mundial Juvenil cuando tenía
19 años, esto fue
en el 92. En este torneo
participábamos todos
menores de 20 años.
Puede llegar a ganar también
alguien mucho más
chico de la edad que yo
tenía, es decir,
que si aparece un capo de
10 años lo premian,
también.
¿Tenés
otros títulos obtenidos?
“Sí, ganamos
como equipo argentino en
dos ocasiones el Campeonato
Mundial Sub 26. Una vez,
fue en el 93, que se hizo
en Brasil, y después
fue en el 97 en Roque Saénz
Peña, en la provincia
de Chaco.”
¿Qué
requisitos hay que tener
para ser un Gran Maestro?
“Mirá, ser
Gran Maestro es la categoría
máxima pero dentro
de ella hay otras sub-categorías.
“Para llegar a ser
Gran Maestro hay que llegar
a un ranking determinado,
en tres torneos te tiene
que ir excelentemente bien.
Hay muy pocos Grandes Maestros,
pensá que sólo
habrá mil en todo
el mundo, más o menos.
Es un título de por
vida. Y siendo un Gran Maestro
podés tener un mayor
o menor ranking.”
¿Pensás
que el ajedrez es una pasión?
“Yo creo que sí.
Todo el mundo juega al ajedrez.
Hace un tiempo hicieron
una encuesta y salió
que después del fútbol
lo que más se juega
es el ajedrez. Pensá
que es un juego económico.
Es muy popular, no tiene
la prensa que tienen otros
deportes porque no deja
la guita que dejan esos
otros deportes. Pero es
todo una cadena porque si
no hay gente que invierta
en el ajedrez, entonces,
nunca será un gran
negocio desde lo económico.
¿Te
sirvió el ajedrez
para la vida?
¿En qué cosas
lo utilizas?
“A cualquier persona
que haya jugado mucho al
ajedrez le sirve después
para utilizarlo en la vida.
A mí, por ejemplo,
me ayudó en la forma
mental de encarar las cosas.
“El ajedrez te forma
una especie de gimnasia
diaria en la manera de pensar
y esto es muy útil
en la vida diaria. Te da
mucha gimnasia mental, te
obliga a pensar. Y esto
es muy piola para los chicos,
porque te ejercita el pensamiento,
la reflexión. A mí
me ha servido, por ejemplo,
para intuir el próximo
paso que iba a dar una persona,
es como decir: ¡uy,
ya sé cómo
viene la mano! Y esto en
una negociación o
discusión es bárbaro.
“Además, gracias
al ajedrez, hace ya 6 o
7 años que escribo
en Clarín, doy clases
por Internet porque puedo
cobrar otro precio. También,
después de los Mundiales
se me abrieron mucha puertas.
Y así fue como en
el 95 fui director de la
Secretaria de la Juventud
de Capital; después
fui asesor deportivo de
Hugo Porta, es decir que
el ajedrez a mí me
facilitó la ubicación
laboral. También,
obtuve distintas becas de
parte del gobierno.
“Así que, mirá,
el ajedrez que no deja plata,
a mí me dio muchísimo,
tal vez más de lo
que me hubiera dado otro
deporte.”
M.S.
Revista El Abasto n°
64, abril 2005.