¿UNA
CUESTIÓN DE NOMENCLATURA?
Nuestro tema
por excelencia es nuestro barrio.
Eso indirectamente requiere
definir el nombre del mismo.
Daremos la razón del
nombre de esta revista y el
porqué usamos un nombre
que oficialmente no existe.
Desde
sus orígenes Balvanera
fue un lugar para el abastecimiento
de la ciudad. Al principio se
establecen los corrales, después
el Mercado del Oeste, más
tarde llamado Once de Septiembre.
En 1947
la plaza recupera el colonial
nombre de Miserere, y el barrio
es llamado Balvanera. Once de
Septiembre deja de existir oficialmente.
Y hasta hoy entonces oficialmente
el Once no existe… Algo
similar pasa con el Abasto;
es un barrio, aunque oficialmente
es parte de dos: Almagro y Balvanera,
separados, y unidos, por la
calle Gallo. Recordemos que
el Centro como barrio oficial
tampoco existe, sin embargo
así lo llamamos a diario.
San Telmo, cotidianamente, llega
casi hasta la casa de Gobierno,
«comiéndose»
un buen trozo de Montserrat.
Alcanza para darse cuenta de
esta realidad el hablar con
gente del barrio, leer el cartel
del colectivo o mirar en los
Clasificados bajo rubro «vivienda».
Estos
ejemplos son una clara muestra
de que el barrio no es; se hace,
y lo hace la gente: no sólo
el gobierno (de la ciudad o
de la nación). Nosotros
preferimos hablar del Abasto
simplemente porque pensamos
que dentro de sus diferencias
tiene sus puntos de unión.
O queremos que los tenga...
revista El
Abasto, n°1, mayo 1999.
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