Mucho
ruido, ¿muchas nueces?
Ayer,
miércoles 20 de agosto,
en el teatro El Cubo -la
actual gestión del
Gobierno de la Ciudad, encabezada
por el Ministro de Cultura,
Ing. Hernán
Lombardi junto
al Ministro de Desarrollo
Urbano, Arq. Daniel
Chain- anunciaron
el Programa Cultural,
turístico y urbanístico
que el Gobierno implementará
en nuestro barrio del Abasto.
Hicieron hincapié
en la necesidad de continuar
reforzando el turismo en
el barrio, lo que se ve
potenciado a través
de la enorme riqueza y vastedad
cultural que ofrece el Abasto
como barrio de teatro, y
con su fuerte impronta tanguera.
Asimismo señalaron
la importancia para la concreción
de este programa de la asociación
Cultura Abasto,
entidad que nuclea a parte
de las empresas más
representativas de la zona
y las que hace ya un largo
tiempo vienen bregando por
la construcción de
un barrio con un fuerte
perfil turístico.
De
más está decir
que la gente de Cultura
Abasto estaba muy satisfecha
por este reconocimiento
de parte del Gobierno de
la Ciudad al trabajo que
vienen realizando; ya que
pareciera ser que en menos
tiempo del imaginado comenzarían
a realizarse diversas obras
que implicarían la
instalación definitiva
del Abasto como barrio turístico
cultural por antonomasia
en toda la Ciudad de Buenos
Aires. En el marco de todo
esto se presentó
el programa Prioridad Peatón,
que pretende hacer
del Pasaje Zelaya, entre
Jean Jaurés y Agüero,
una calle peatonal,
buscando así revertir
cierto deterioro en la zona
y mejorar las condiciones
ambientales de allí.
Todo
muy lindo hasta acá,
pero ojalá que esto
no signifique más
expulsión de antiguos
vecinos en pos de un progreso,
el que encubierto por palabras
rimbombantes hagan que este
barrio pierda su color propio,
como sucedió con
el actual hoy denominado
“Palermo Soho”,
en busca de mayores
réditos económicos
para los de siempre; mientras
que el trabajador la ve
de afuera. Al punto
tal, que hasta debe mudarse
porque el barrio se transforma
en una zona muy cara y hasta
cool de la ciudad.
Pero creemos que eso aquí
no sucederá, ya que
los protagonistas de todo
esto parecieran estar motivados
sólo por buenas intenciones,
sin pretender obtener de
aquí ninguna ganancia
personal, ¿no es
cierto? Ojalá. Ojalá
así sea, aunque a
mí me cueste seriamente
creerlo.
M.S.
21 de agosto
de 2008