Como concentrar
el poder y acallar voces
disidentes
La
situación de los
medios barriales está
complicada. Rondan proyectos
de leyes -entre ellos de
legisladores "progres"
como Vitali
y Di Fillippo-
que a pesar de argumentar
que cumplimos un “vínculo
insustituible” con
el vecino alabando nuestra
cercanía “a
las problemáticas
de los barrios” y
pese a que reconocen la
importancia de la “voz
alternativa” ante
los “multimedios con
su “uniformidad de
voces” pretenden
un importante recorte.
Como lo
que rige la pauta oficial
de los medios barriales
es “apenas”
una ordenanza (ojo, con
fuerza de ley) hay muchos
proyectos de leyes dando
vuelta. Algunos desde el
mismo sector, porque entre
los noventaiún medios
inscriptos hay dos agrupaciones
formales, y otras desde
los distintos bloques políticos.
Lo más extraño
y llamativo es que legisladores
del Pro,
tanto Rodrigo Herrera Bravo
que está elaborando
su proyecto, como Lidia
Saya (que preparó
un proyecto que involucra
al 10% de la publicidad
oficial para medios alternativos)
se han comunicado
con nosotros para debatir.
Mientras
los progresistas como Elvio
Vitali, Frente Para la Victoria
y Facundo
Di Filippo, ARI, han presentado
un proyecto nefasto, contraproducente
y que demuestran el poco
valor que le ponen a las
voces alternativas y por
momentos disidentes.
En dicho proyecto
los medios barriales nos
veríamos obligados
a elegir un solo
soporte, descartando
de pleno la profesionalización,
donde ahora el mismo editor
puede tener dos a su nombre.
Como si a un multimedio
se le diera solamente pauta
en un soporte “porque
sino es curro”. En
el mismo engendro reaccionario
exigen que se presenten
facturas de imprenta, de
la radio o del servidor
controlándonos lo
que no es necesario examinar.
¿Porqué eso
no se lo piden a otros medios?
En
términos materiales
los montos bajarían,
en especial para los medios
digitales (webs)
que pasarían a cobrar
lo que les costará
el Monotributo, las fotocopias
y los viajes al antro kafkeano
de tramiteríos. Incluso
pretenden formar un comité
especial que evalué
la calidad de los medios,
cuando de hecho ya existe
una instancia evaluadora
que incluye veedores del
mismo sector. En dicho proyecto
proponen premiar a los doce
medios más destacados,
pero no se pueden repetir
los premiados al otro año
(con lo cual no es dinero
para tener en cuenta) y
para colmo el jurado puede
declarar desierto el premio.
Dentro
de los fundamentos donde
hablan del “vínculo
insustituible” y su
cercanía “a
las problemáticas
de los barrios” y
la importancia de la “voz
alternativa” ante
los “multimedios con
su “uniformidad de
voces” la embarran
diciendo que la actual ordenanza
a tenido “consecuencias
inesperadas por lo beneficiosas”,
dejando leer entre líneas
la idea de que los editores
barriales nos estamos llenado
los bolsillos con las arcas
del gobierno. Y la rematan
con prevenir “emprendimientos
editoriales esporádicos
que sólo tienen por
objetivo conseguir auspicio
oficial”. Aclaremos
un poco las cosas: desde
el 2003 a la fecha hay muy
pocos nuevos medios barriales
gráficos en el registro,
si fuese un negoción
se hubiese presentado un
aluvión de postulantes
al último registro
2007. Es verdad que vinieron
las webs, pero eso es una
cuestión lógica
por el desarrollo de la
tecnología. Segundo:
somos proveedores de publicidad
oficial que entramos por
una ordenanza para que se
nos note, dado que lo habitual
era que estén solamente
los grandes medios con pauta
oficial. Nosotros
no cobramos ningún
auspicio, cobramos por un
servicio que prestamos,
en este caso un aviso publicitario
en un medio de tirada menor.
R.S.
Bs. As. 3/8-2007