Superávit
fiscal: ¿orgullo
nacional?
El ministro
Carlos Fernández
informó que hubo
un 11,1 por ciento más
que en mismo periodo del
año pasado y que
la inversión real
directa se incrementó
79% respecto a igual mes
del año pasado. Además,
recalcó que “la
economía real, está
bien”. ¿Será
que habitamos países
diferentes?
El ministro
Carlos Fernández
aseguró orgulloso
ayer, según Télam,
que “la economía
real, está bien”.
Esto pese a las caídas
que han tenido en los últimos
días los precios
de los bonos argentinos.
Y también pese a
que la situación
real de los trabajadores,
activos y pasivos, está
tan difícil, porque
desde hace años que
venimos pagando los “platos
rotos”.
Claro,
desde la Casa de Gobierno
la cosa se verá con
otro prisma. Anunció
que las cuentas fiscales
de septiembre cerraron con
un superávit de millones
de pesos, un 11,1 por ciento
más que en igual
mes de 2007. Lo que tampoco
dice es el valor adquisitivo
de ese dinero, en otras
palabras, si con ese superhábit
se puede compensar la inflación.
Desde su comodidad larga
un “La economía
real está bien, tal
cual lo demuestran estos
números”. ¿Economía
real? ¿Qué
más real que la calle?
En lo
que va de este año,
entre enero y septiembre
se lleva acumulado un superávit
fiscal de muchos millones:
“más que en
igual período del
2007”.
¿Para
qué sirve ese dinero?
¿Para pagar deudas
mal habidas, creadas por
un pequeño grupo
privado y estatizadas por
Domingo Cavallo? ¿Para
qué sirve el superhábit
si no está al servicio
de la gente?
Suban
las jubilaciones, incrementen
los sueldos, edifiquen viviendas
desde el estado para bajar
los elevados alquileres,
inviertan en salud y educación,
inviertan en créditos
y subsidios para los microemprendedores
y las medianas empresas.
Inyecten el “superhábit”
en nuestra sociedad, no
en el Primer Mundo pagando
deudas odiosas.
U.K.
Buenos Aires,
23 de octubre de 2008